17 de Julio de 2022
Un ruido activó sus sentidos, haciendo que despertara no muy segura de dónde estaba. El cuerpo le dolía, sentía que poco a poco podía moverse mejor, pero cada movimiento era más doloroso que el anterior. Sus ojos seguían cerrados, le costaba abrirlos y le dolía el pecho.
-Cariño, no te muevas tanto -era la voz de su madre, lo cual le dio la esperanza de que estaba en casa. Recordaba el beso de Ni-ki, pero nada más, sin embargo, no se inmutó al acordarse, sino que se preguntó por qué había sucedido-. Te duele, ¿verdad? El médico dice que debes hacer reposo.
Al escuchar la palabra "médico" abrió los ojos curiosa, y fue así como vio a la mujer que le hablaba con rostro de preocupación, y además, el lugar en el que se encontraba.
La sala de un hospital, más concretamente el que quedaba cerca de su casa.-¿Qué me ha pasado? -interrogó tratando de incorporarse, al menos, para dejar de estar acostada y sentarse en la cama.
Su madre le ayudó a acomodar la almohada apoyada en la pared sin articular palabra, lo que hizo que Dallia la mirara con confusión en la mirada.
-Te atropellaron, Dallia. -suspiró. La mencionada abrió los ojos como platos, y en ese momento todo lo vivido y la imagen de las luces mezclándose con oscuridad regresaron a su cabeza-. Por suerte, no fue demasiado grave, pero te has roto la pierna y el tobillo de la otra.
-¿Cómo? -frunció el ceño, incrédula, miró hacia los lados en busca de Sunghoon, pensando solo en él en ese momento. Su madre se percató de esto.
-Han venido a visitarte Sunghoon, Minah, Sunoo y Ni-ki, pero cariño, antes de eso, tienes que saber algo.La mujer se agachó, quedando a su altura, y agarró ambas manos de una confundida Dallia que no entendía lo que pasaba. Se soltó un momento de su madre para destaparse por el calor y divisó una de sus piernas escayolada y su tobillo de la contraria también, suponiendo que ya se había sometido a la operación. Miró a la ventana, percatándose de que era de noche, y en el reloj de su mesilla se veía cómo era el día siguiente. Había pasado todo un día dormida, entre el desmayo que el choque provocó y la anestesia, cuyo efecto ya era casi nulo.
-Mírame -llamó la atención de la pelinegra. Esta se giró a verla de nuevo y le permitió que le agarrara las manos-. Tendrás que estar meses en rehabilitación, de esta forma no ibas a poder someterte a la operación del hanahaki, así que... -sonrió-. Ya estás operada. Lo pagaremos más adelante.
Dallia se sorprendió tanto que comenzó a toser, por primera vez en meses, sin un sentimiento sofocante de por medio. Una oleada de emociones llegaron a su mente en forma de avalancha, las cuales apenas pudo controlar ni entender. ¿Estaba triste, o estaba feliz? Por una parte, todo había acabado de una vez, pero de una forma tan repentina que no podía creérselo.
Ni-ki le había besado la noche anterior, justo antes de que pasara todo aquello, revolviendo sus sentimientos por completo. Ahora se acordaba de todo aquello y apenas le importaba, ahora solo pensaba en abrazar y besar a Sunghoon, y el recuerdo de Ni-ki y sus sentimientos por él quedaba lejos, aunque todo aquello hubiera vivido hasta hacía unas horas.
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𝐇𝐀𝐍𝐀𝐇𝐀𝐊𝐈 | Ni-ki & Sunghoon ✓
Hayran Kurgu𝐁𝐋𝐎𝐒𝐒𝐎𝐌 | "Con cada uno de tus pétalos, construiré un ramo de hermosas flores". El dolor de un amor que no era suyo. El cariño de un gran amigo convertido en un infortunio. Y el cariño de otro que escondía mucho más que eso; simple cariño. Am...