Escape to my side ✰ 2yeon [EDITANDO]

➹ OO7 ; Hirai y sentimientos

Encendí las luces de la habitación, encontrándome con el lugar espacioso y cómodo. Era cálido. Paredes blancas, alfombra gris en el suelo, un ventanal enorme que daba vista hacia la playa y las camas.

Nunca había ido a un hotel tan lujoso. La preparatoria debía tener bastante presupuesto o algo así como para llevarnos a un lugar así, no por nada la colegiatura sin la beca era cara.

Gire mi cabeza hacia la derecha, mirando a Nayeon. Una sonrisa amplia apareció en su rostro.

—¿Lo ves, Jeongie? Te dije que valía la pena venir. —dijo, mientras se adentraba en la habitación.

—Supongo. —Me adentre más en la habitación—. ¿Ya habían hecho excursiones antes aquí?

—No, pero supuse que sería un lugar lindo. —Se encogio de hombros—. ¿Nunca habías venido a un lugar así?

—No... casi ni salgo. Me gusta pasar en casa escuchando música o estudiando.

—Deberías salir más, ¿no crees? No es bueno que te la pases quemandote el cerebro solo estudiando. —Rio—. Voy a guardar mis cosas, deberías hacer lo mismo.

Afirme con la cabeza.

El viaje había sido largo y agotador, solamente quería descansar. No tenía ganas de guardar nada, por mí, hubiera dejado tirado todo.

Habiamos salido tarde, ya que hubieron algunos inconvenientes con respecto al transporte y terminamos llegando muy tarde al lugar. Ibamos a pasar tres días en la playa, haciendo distintas actividades que nos ayudarían para nuestra calificacion de educación física. Nayeon dijo que casi siempre se realizaban este tipo de excursiones, pero que aparte de la diversión, siempre aprovechaban el viaje para hacer tareas o investigaciones que contarían como nota para alguna asignatura.

En esa ocasión, como ya mencioné anteriormente, nos tocaría realizar actividades para la nota de educación física, mientras que nuestra tutora era la maestra Seulgi, mi maestra preferida.

Cuando me resigne a que mejor debía guardar mis cosas en vez de dejarlas tiradas, tocaron la puerta.

—Iré yo. —le anuncie a Nayeon.

Camine hasta la puerta, pensé en que tal vez era algun servicio por parte del hotel, pero para mi sorpresa, no era así.

Al abrirla, me topé con cierta japonésa de cabello negro y mechas rubias. Note algunas ojeras debajo de sus cansados ojos. Lucia bastante demacrada, supuse el divorcio de sus padres la había golpeado bastante fuerte.

—¿Momo? ¿Qué haces aquí?

—Necesito... hablar. —murmuró.

Senti un ligero olor a cigarro impregnado en ella. Dude que ella hubiera podido fumar, ya que estaba prohibido llevar alcohol o cigarros a la excursión, pero tampoco descartaba esa posibilidad, Momo estaba pasando por un mal momento y había una posibilidad de que hubiese comenzado a ingerir bebidas alcohólicas o incluso a fumar.