Escape to my side ✰ 2yeon [EDITANDO]

➹ O14 ; Efectos del alcohol

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas sexuales y explicitas. Si este tipo de contenido no es de tu agrado, por favor, abstente a leer.

Retenía suspiros de satisfacción mientras Jeongyeon me besaba encima de mí. Ella me había guiado hasta el sillón para acostarme ahí y ella posicionarse encima mío.

Jeongyeon no se apresuró en empezar un beso desesperado, mantuvo el control en un ritmo lento, preocupándose por que las dos pudieramos saborear los labios contrarios sin apuros. Le agradecí internamente, pues odiaba la clase de besos desesperados.

Mis dedos se enredaron entre algunos de los rubios cabellos de Jeongyeon, brindando suaves caricias con el fin de tratar de provocarla. Mi otra mano bajo hasta su cintura, tocando la zona con suavidad y con coqueteo, algo que supe que mi contraria disfrutó cuando me lo informó chupando mi labio inferior.

Solté un jadeo, apretando ligeramente su cintura y dejando que ella siguiera haciendo lo que quisiera con mis labios. Mi mano que estaba en su cintura acarició un poco más la zona, antes de colarse lentamente dentro de su camisa, acariciando su abdomen, que comenzaba a calentarse gracias a las sensaciones que ambas sentíamos. Jeongyeon soltó un pequeño suspiro por la repentina caricia, alejándose unos pocos centímetros de mis labios, pero yo volví a besarla a pesar de que mis pulmones ya comenzaran a rogar por un poco de oxígeno.

Me gustaba la mezcla de cereza y alcohol en sus labios, algo extraña, pero que estaba saboreando como el mejor manjar de todos. Desde ahí, comencé a tomar control en el beso, eso hasta que me atreví a asomar mi lengua y lamer el labio inferior de Jeongyeon, pidiendo permiso para entrar, sin embargo, ella se sobre salto por mi repentina acción, soltando un suave gemido para luego separarse de mí.

Abri los ojos con la respiración agitada, topandome de inmediato con el rostro sonrojado de Jeongyeon, con sus ojos albergando un poco de nerviosismo, estos mismos desviaron su mirada de mi rostro con algo de intimidación.

Relami mis labios, quedándome en silencio y sintiendo un desesperante deseo comenzar a adueñarse de mi cuerpo. Era cierto que amé los labios de Jeongyeon desde nuestro primer beso, pero en esa situación, sentía mucho más deseo por hacerlo una y otra vez, hasta dejarla jadeando y con sus apetecibles labios hinchados y rojos.

Me estaba desesperando por que Jeongyeon no hiciera nada.

Decidí tomar acción, intercambiando de posiciones. Hice que ella quedará debajo mío, viendo sus mejias sonrojarse aún más y su nerviosismo hacerse más notorio. En un par de segundos había logrado que ella se pusiera cohibida e intimidada ante mí.

Tal vez la idea de mantener el control no me desagradaba tanto.

—¿Nay?... —musito con nerviosismo.

Le dediqué una última mirada seria, antes de dirigirme a su cuello.

Comencé a dejar besos húmedos explorando su cuello que, en medio de mi libido, quería marcar como solamente mío. Jeongyeon se tensó ligeramente por mi acción, haciendo que yo subiera nuevamente hacia sus labios y dejara suaves besos, haciéndole saber que iría al ritmo que ella quisiera, sin apuros, disfrutando de su cuerpo con tranquilidad y dejando que ella también me tocará. A ese punto, dudaba en demasía que nos echaramos para atrás, nuestros cuerpos ya estaban calientes y deseosos por apagar la llama de excitación que comenzaba a crecer en nosotras.