Escape to my side ✰ 2yeon [EDITANDO]

➹ O23 ; Alivio

Mis pensamientos parecían ser más fuertes que el bullicio de las personas en la cafetería.

Me encontraba en una cafetería cercana a la universidad junto a mis amigas y mi novia, quienes entablaban una conversación tranquila mientras comían lo que habían ordenado. Habíamos decidido sentarnos en una de las mesas que se encontraban afuera del local. El clima ese día parecía estar tranquilo y agradable como para querer estar al aire libre, sin nubes pero tampoco con un sol ardiente y hostigoso.

Mi mano estaba entrelazada con la de Jeongyeon por debajo de la mesa, escondidas de los demás por así decirlo, mientras que tenía la necesidad de recostar mi cabeza en el hombro de mi rubia, sin embargo, se vería como un tacto más cercano e íntimo y tal vez las personas de la calle llegarían a mirarnos con extrañeza.

«Agh, de nuevo los malditos impedimentos».

Suspire, para posteriormente posar mi mirada hacia la mesa más centrada, en donde se encontraban una pareja heterosexual. No pude evitar fijarme en los besos y sonrisas bobas que mantenían, estando muy juntos y pareciendo distantes al resto de personas, quienes los veían con ternura o curiosidad.

Qué lindo sería poder ser cariñosa con Jeongyeon en público.

No era que no me agradará que ambas fuéramos chicas, ella me gustaba tal y cómo era, simplemente... era raro ver que nosotras no podíamos hacer cosas que las parejas heterosexuales sí.

Suspire, de verdad que odiaba el hecho de tener que ocultarnos.

—Nay, ¿qué tienes? Estás distraída.

La voz de Dahyun me sacó de mis pensamientos, la miré, un poco desubicada de lo que conversaban.

—¿Mmm? —hice un sonido, un poco confundida.

—Que estás distraída, amor. —Jeongyeon bajó la voz al decir aquel apodo cariñoso.

—Ah... no es nada —susurre—, sólo... tengo sueño.

—¿Otra vez te quedaste estudiando hasta la madrugada? —dijo Jeongyeon, en un tono dulce y preocupado—. Ya te he dicho que no hagas eso.

—Perdón, tenía mucho que estudiar. —murmure, alargando mi mentira.

—Aún así deberías descansar más. —Acarició mi mano por debajo de la mesa.

Su tacto era tan suave y delicado, muchísimo mejor que el ligero frío que rondaba por las calles.

Era una pena que sus manos sólo podían acariciarme entre las penumbras o a escondidas.

—Eh, Nayeon. Seguimos aquí. —Mina chasqueo los dedos frente a mí, para luego soltar una risa—. Te quedaste como boba mirando a Jeongyeon.

Rápidamente mire a Mina, Dahyun rio con ella mientras que mi novia se sonrojo y desvió la mirada. Pase uno de mis mechones por detrás de mi oreja, sintiendo mis mejias arder.