(Kaitlyn)
Quería que fuera viernes. Lo ansiaba con todo mi ser, no sólo por qué saldríamos de clases y sería fin de semana. Sino que ese día terminaba lo de la apuesta, y no tendría que ser más la esclava de Ian.
Pero por ahora estaba condenada a muerte. Ian no dejaba de mandarme a cualquier cosa que se le ocurriera y aun no tenía oportunidad de usar lo que sabía en su contra. Debí haberle sacado fotos con el celular a esas fotografías que su mamá me había mostrado y luego pegarlas por toda la escuela. Hubiera sido una muy buena broma y a la vez venganza por lo que me estaba haciendo.
Física no era mi fuerte... En realidad nada era mi fuerte y aun seguía sin saber cómo me habían aceptado sabiendo que mis notas no eran para nada buenas. A decir verdad, que si no fuera por que teníamos que averiguar sobre el tráfico dentro de la escuela, yo no hubiera entrado por mérito propio.
Y pensando en eso, seguía sin averiguar nada.
No había visto a Brooke haciendo nada fuera de lo normal. Siempre andaba presumiendo su cuerpo o andaba por el pasillo con aires de superioridad.
Pero dejaría eso para después, ya que el día había terminado y lo único que quería era llegar a mi casa, acostarme y en lo posible invernar hasta el resto de mi vida.
Guardaba mis cosas en el casillero mientras Chloe y Josh me esperaban tranquilamente a mi lado conversando y transmitiéndose amor hasta por las orejas. No era que me fastidiara, pero que hicieron eso todo el maldito día ya comenzaba a estresarme.
Cerré el casillero de un portazo haciendo que la gran mayoría de las personas que se encontraban en el pasillo se voltearan por el sonido. Les gruñí y los miré mal y cada uno volvió a concentrarse en lo que estuvieran haciendo en el momento.
—Creo que alguien anda de mal humor... —canturreó Chloe media divertida.
—Creo que alguien se ganará un golpe en la cara si no deja de molestar. —dije con enfado comenzando a caminar hacia la salida.
—¿Le llegó... eso... tu sabes? —escuché cómo le susurraba Josh a Chloe.
—Juro por todo lo celestial y fantástico en este mundo que si no dejas de hablar en este preciso momento te dejaré sin herencia.
—Sí, parece que le llegó...
Me paré en seco justo cuándo ya nos encontrábamos en la salida.
—Opino que deberíamos salir corriendo... —dice Josh cuándo me doy media vuelta para enfrentarlo—, mejor lo haré en éste preciso momento.
Y así desapareció dentro del edificio dejando a Chloe con el ceño fruncido y a mi de brazos cruzados. Y yo que quería dejarlo sin herencia, bueno lástima.
—¿Qué te ocurre? —pregunta Chloe cuándo volvemos a retomar el camino hacía el auto de Josh. Sí, el muy imbécil se escapó y de todas formas tendrá que volver ya que debía llevarnos a casa.
—Sólo mal humor. —fue lo único que dije mientras me recargaba en el auto esperando a mi mejor amigo.
Chloe no preguntó más del tema e hizo lo mismo que yo. Nos quedamos mirando hacía el estacionamiento en dónde la mayoría de estudiando aún se encontraban hablando en sus respectivos grupos.
A lo lejos pude divisar la melena revoltosa de Brooke y a su lado quién más si no Ian. Se veía realmente alegres hablando de quizás que cosas y se podía decir que hasta me dio envidia lo que veía. Hasta que recordé que ellos dos no me importaban para nada y se me pasó inmediatamente. Les dejé de prestar atención para recorrer con la mirada a los demás grupos. Nada fuera de lo común en el lugar, aunque se podía notar que en realidad todos parecían ser populares y también que todos venían de una muy buena situación económica. No había ningún alumno que no tuviera su auto propio y de último modelo. Josh tampoco se quedaba atrás. Al parecer, sólo Chloe y yo no contábamos con auto, pero que aveces nos fuera a buscar la limusina se nos hacía una pequeña ventaja.
ESTÁS LEYENDO
Espías Adolescentes
Novela JuvenilDos amigas con un pasatiempo en común: robar tiendas del centro comercial. ¿Su mejor arma? Ser expertas en el arte de refugiarse, espiar y disfrazarse. ¿El problema? Sus planes no son los mejores del mundo. Pero a pesar de todo, siempre se salen con...