El partido

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Peeeeeeerdón! Enserio, lo siento muchooooooooooooooo!! Sé que tarde un montón en subir, pero estaba llena de exámenes y aún me quedan unos cuántos más, pero no podía dejarlos sin un capítulo. Así que ¡AQUÍ ESTÁ! Espero lo disfruten! :)

(Kaitlyn)

Algo me decía que Brooke estaba involucrada con esto del tráfico dentro de Langton, y ya sabiendo ésto estaba más cerca de tener todo resuelto. También se me pasó por la cabeza de que quizás no era sólo ella, sino que había otra persona involucrada, pero nunca pensé que fuera Tomás y esto no sólo dificultaba las cosas ya que ahora debía buscar la manera de hacerlo caer a los dos.

Trataba de idear mil y un formas de cómo descubrirlos ante el director pero nada se me ocurría. La habitación de Ian se me hacía más chica por cada paso que daba.

Sí, me encontraba con él.

¿Cómo no estarlo? Ian había sido el que había descubierto esa bolsa tirada, y si no fuera por él aún no tendría ninguna pista, absolutamente nada. Pero tampoco me causaba gracia de él supiera tanto del asunto. Se suponía que era una misión que nos habían dado a Chloe y a mí. Que estuviera también Josh, era sólo y exclusivamente culpa de nosotras. Aunque era de esperar que se lo contáramos, era mi mejor amigo y ahora novio de Chloe, íbamos en la misma escuela y que a nosotras nos cambiaran con la excusa de que teníamos muy buenas notas, no se lo había creído ni tan sólo un poco.

¿Pero Ian? ¡EL NO DEBERÍA ESTAR INVOLUCRADO EN ÉSTO!

Si quería entregar las pruebas, él debía saber la verdad. Pero tampoco estaba dispuesta a decirlo.

—¿Puedes decirme en que piensas? —me asusté ante el sonido de la voz de Ian que llegué a enredarme con mis propios pies, terminando cómo siempre en el suelo.

Ian se levantó rápido de la cama para ayudarme, pero yo estaba más concentrada en que mi cara estaba estampada en la alfombra que en él.

—Sí, si. Pero para la próxima, si ves que estoy concentrada haz el intento de no hablarme. —digo sentándome en el suelo y sobandome la frente. Estaba segura que me saldría un lindo y sexy chichón.

—Tu cara de concentración me daba curiosidad, y estaba aburrido. —dice mirándome fijamente—. ¿Me dirás en lo que pensabas?

—Claro que te diré. Pensaba en cómo descuartizarte, esconder tus restos y culpar a otro de tu asesinato. —digo con una sonrisa.

—Viendo tu cara de maldad, creo que no tengo dudas de que en algún momento lo haz pensado. —dice haciendo una mueca—. Pero hablando en serio. ¿Qué haremos con esa bolsa y sobre lo que sabemos?

—Es algo muy simple. Sólo deja que me encargue yo.

—¿Y eso por qué? —frunce el ceño—. Están involucrados mi primo y mi novia. ¿Y quieres que no haga nada?

—La verdad me da igual. Tu primo es un idiota y tu novia... que se vaya al mismo infierno, me da exactamente lo mismo. —digo encogiéndome de hombros y levantándome para arreglarme el uniforme—. En fin, es hora de irme. Te diría nos vemos mañana, pero quiero en lo posible no toparme contigo.

Veo como esboza una sonrisa, que sólo significaba que algo tramaría. No quise darle mayor importancia y salí de su habitación.

Cerré la puerta y ahí me quede ya que no sabía hacía dónde debía ir. La casa era tan grande que estaba más que segura que me perdería y no estaba dispuesta a decirle a Ian que me llevara a la salida.

Comencé a caminar por el pasillo hasta doblar en una esquina. En ese pasillo no había salida alguna, solo una cuantas puertas que he de suponer que eran más habitaciones. Tuve que devolverme pero al darme vuelta choqué con alguien y casi caigo otra vez al suelo. Digo casi, ya que lograron agarrarme del brazo y luego de la cintura para no caer.

Espías AdolescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora