(Kaitlyn)
Miro atentamente como Ian deja casi sin cervezas el gran estante del supermercado. El carro casi no lo podemos mover, ya que, el peso que hacen los miles de pack lo impedía.
-Debiste traer otro carro -dijo Ian mientras hacia lo posible por empujar el carro hacia el pasillo de los licores más fuertes.
-No es mi culpa que quieras dejar sin alcohol este supermercado ¿Acaso no les basta dejar a un supermercado sin cerveza, sino que tiene que ser dos?
-Tomás siempre hace las fiestas más grandes cuándo venimos acá. Así que dudo que haya pocas personas -dijo encogiéndose de hombros.
-Como sea ¿Qué será mejor para que tome yo, vodka o tequila? No quiero tomar cerveza.
-Lleva de los dos, yo seré el que lo pague.
-¿Me quieres emborrachar para luego aprovecharte de mí? -pregunte mirándolo con los ojos entrecerrados.
Se encogió de hombros una vez más sin contestarme. Tomó dos botellas de cada una y las metió al carro. No se llevaría ningún otro tipo de alcohol, ya que, lo único que habíamos dicho era que sólo habría cerveza en la fiesta y si alguno de nosotros queríamos otra cosa, debíamos comprarlo por nuestra cuenta.
Cómo no debíamos comprar nada más, ayudé a Ian a tirar del carro que estaba bastante pesado hacía la caja que estuviera más cerca de nosotros. Al pasar por unos cuántos pasillos, las personas que se encontraban ahí nos dirigían unas miradas a nosotros y luego al carro ¿Qué tenía de malo llevar un carro lleno de cerveza? Bueno, quizás no era normal esa cantidad de cerveza sobre todo si debíamos pagarlo nosotros, unos simples adolescentes que con suerte tiene dinero para comprar chicle.
Pero en nuestra defensa, la tarjeta era del padre de Ian por lo que técnicamente su padre nos estaba costeando parte de la fiesta sin que él lo supiera. Luego se nos ocurría algo que decirle cuándo pregunte por qué había una cuota tan grande en un simple supermercado.
Cuando por fin logramos llegar a la caja, la cajera que era muy joven, se quedó embobada viendo a Ian mientras dejaba las botellas de tequila y Vodka arriba de la cinta para que las pasara por la máquina. Me la quede mirando mal por un rato pero ella ni se inmutaba, era como si yo no existiera en ese momento. Opté por carraspear ruidosamente llamando de inmediato su atención. Me miró de pies a cabeza para luego hacer una mueca rara y cobrarnos por las cosas.
Antes de irnos, la miré y se encontraba mirando de reojo a Ian mientras atendía a una pareja de ancianos. Me enganché del brazo de Ian para que ella viera que no estaba disponible e hice lo más maduro que se me ocurrió en el momento: sacarle la lengua dignamente.
Salimos del supermercado al estacionamiento para dejar las cosas en el auto mientras esperábamos que Chloe y Brooke salieran con las cosas que ellas debían comprar.
-¿Estabas celosa? -pregunta Ian cuando terminó de guardar todo.
-¿Por qué lo estaría? -me gire para verlo por lo que nos quedamos frente a frente.
-Miraste a la cajera asesinamente y luego te aferraste a mi brazo algo posesiva y le sacaste la lengua -dice con una sonrisa de medio lado y con sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón-. Aunque creía que no te miraba, créeme que siempre estaré mirando lo hermosa que eres y lo feliz que me hace estar contigo.
-¡Aaaw! Son tan malditamente cursis -dice Chloe llegando hasta dónde nos encontrábamos-. ¿No lo crees, Brooke?
-Me da repulsión verlos -dijo Brooke con una mueca.
-Aunque no me alegra del todo decir esto, tú fuiste su novia antes que yo ¿acaso no fue así contigo? -pregunté cruzándome de brazos.
-Me cuesta admitir esto, pero no -se encogió de hombros-. Pero hacíamos mejores cosas -dijo con una sonrisa burlona.
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Espías Adolescentes
Roman pour AdolescentsDos amigas con un pasatiempo en común: robar tiendas del centro comercial. ¿Su mejor arma? Ser expertas en el arte de refugiarse, espiar y disfrazarse. ¿El problema? Sus planes no son los mejores del mundo. Pero a pesar de todo, siempre se salen con...