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Si hace un año alguien le hubiera dicho a Tom que terminaría pasando demaciado tiempo libre con Nott a propósito, les hubiera dicho que estaban dementes. Puede que el chico sea tranquilo en apariencia y estudioso, pero era demaciado seguro de si mismo para su gusto.

— ¿Como conoces tanto a Granger?

— Estudiamos juntos.

Eso lo enfureció, había más, el sabía que había más.

— Eso no es todo.

Por fin se digno a dejar su libro, y le dedicó toda su atención.

— Granger es muy poderosa eso lo sabemos, pero ¿tienes idea de lo que hace cuando se frustra?

— De que hablas Nott.

— Digamos que hace un par de años estaba vagando por el castillo, cuando por casualidad la encontré en aula abandonada junto con Potter y Longbottom.

Eso lo disgusto más que molesto, existian muchos rumores sobre con cuál de los dos estaba involucrada, pero escuchar la afirmación fue desconcertante.

— No, nada de como lo imaginas, estaban los tres pero estaban en un duelo.

Levantó las cejas ante la noticia.

— Me sorprendió cuando los ví, pensé que por fin se había hartado de ese par de inútiles así que me quedé a observarlos, pero te imaginarás mi sorpresa cuando después de un rato los tres se derrumbaron  y empezaron a charlar como si no se estuvieran mandando maldiciones a diestra y siniestra apenas hace unos minutos.

— A dónde quieres llegar Nott

— Lo que quiero decir es que cuando ella se frustra lo suficiente como para perder la calma, Longbottom y Potter practican con ella hasta que saca toda su frustración. ¿Conoces a Luna Lovegood? Al parecer ella estaba al tanto de que los espiaba cuando se ponían en duelo, así que le dijo y después de un muy incómoda acorralamiento por parte de el dúo de torpes me uni a ellos.

— No me mires así, jamás seré el mejor amigo ni de Potter y mucho menos de Longbottom, pero tengo que admitir que ambos saben lo que hacen en un duelo.

La cara de Tom carecía de emoción alguna, pero realmente estaba sorprendido, el sabía que tenía que haber algo mas, el no podía conocerla tanto sin razón, pero jamás espero que el se batiera en duelo con ellos.

—  ¿Con que frecuencia lo haces? Reunirte con ellos.

— Menos de lo que me gustaría, no se con que frecuencia se reúnen, pero son contadas las veces que yo lo hago, ellos no confían en mi completamente.

— Pero déjame decirte algo ninguno de ellos es un débil cordero.

—Por qué no dijiste eso desde un principio.

— Por qué no preguntaste.

Tom estaba furioso, tenía la barita empuñada con tanta fuerza que sus nudillos eran blancos.

— Sabes lo caro que te puede salir ese chiste?

— Se también como salirme con la mía.

— Oh por favor, ilumíname y dime cómo.

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— ¡Que demonios estás tramando Riddle!

Tom estaba sentado pacíficamente en un sillón de la sala común de los directores cuando Hermione Granger irrumpió.

A decir verdad la estaba esperando, sabía que ella no se tomara bien su propuesta, pero ciertamente no podía objetar.

— Te aseguro Granger que no se de qué hablas.

Granger pisoteo hasta quedar frente a el y después arrojarle un pergamino arrugado.

Al tomarlo se dió cuenta que era la carta que el había escrito para Aberforth Dumbledore, y que al parecer el se la entrego a ella.

— Estoy seguro Granger que robar la  correspondencia de otros es encontra de las reglas.

— No te quieras hacer el chistoso Riddle, y dime cuales son tus intenciones.

— Como estoy segura ya leíste la carta sabes que solicite una audiencia con tu padrino, el cuál si no me equivoco es tu guardian mágico.

— Riddle, no tengo mucha paciencia asi que dime cuál es el motivo.

— Simple, quiero cortejarte adecuadamente, ya que al parecer no as logrado entender todas las señales que te he enviado.

— Te has puesto a pensar que tal vez si las entendí pero decidí ignorarlas.

Tomas se esperaba eso, pero aún así no pudo reprimir la mueca de disgusto.

— Esa es la magia del cortejo formal Granger, no puedes rechazarlo.

— No cantes victoria aún Tom Riddle.

Tom sonrió cuando Granger se dió la vuelta y subió directo a su dormitorio,  sabía que no se lo tomaría bien, pero siendo sinceros esperaba de Aberforth no le contará nada hasta después de su reunión.

Ahora a esperar, aún no le daba una respuesta afirmativa, pero como le había dicho a Granger un cortejo formal no se puede rechazar, claro puede terminar en cualquier momento si existe un buen motivo.

Ese sería algo de lo que se ocuparía después.

Un tipo diferente de odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora