Capítulo 14

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Holaaa<3 solo diré si llega a 100 tenemos de nuevo a Valentino. Besin.

Valentino Martini|Vesania|

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Valentino Martini
|Vesania|

Sentado en mi escritorio observó como sonríe y ríe por algo que le cuentan, desde que ha estado en la terraza no he podido quitar mi ojos de ella y es que aunque lleve lo más banal lo hace lucir llamativo.

Su mirada vaga a mi oficina cada vez que tiene oportunidad, sabe que la observó y no pierde la oportunidad en hacerme saber que le gusta mi atención en ella.

Sus palabras en mi mente no me dejan pensar bien en este momento y me molesta que me desconcentre de mis objetivos. No era lo que tenía planeado que sucediera y es un fastidio para mí.

¿Cómo que ese animal no era el único?

¿Otros hombres la han besado? ¿Tocado? ¿Entrado en ella? Es un dolor de cabeza. Me considero no un hombre celoso pero si posesivo lo que es mío es mío y punto, nadie más lo puede tener. Desde que tengo uso de memoria he sido así, con Gabriel siempre discutíamos ya que tocaba cosas que eran mías.

Madre nos regañaba pero padre lo veía como una cualidad que no mucho tenían, el pensaba que el puesto de Don era el adecuado para mí ya que no dejaría que nadie tocará un puesto que era solo mío.

Pero no con todo era así solo con distintas personas o cosas, y tengo una que me está atormentando justo en mi mira.

Me marco la muy maldita, y se que es una cicatriz que quedara....

—No desaparecerá si la dejas de ver... —carraspea André Salvatore. Mi consiglere

Giro mi cabeza, para poder poner atención a lo que dice. La pequeña sonrisa en su boca desaparece cuando lo fulminó.

—Ya que al fin obtengo tu atención, encuentro que es muy arriesgado.

—¿Por qué? Es algo que se pero me gustaría saber tu razón —enarco una ceja.

—Es una mujer.

—No me digas que eres de los anticuados, tu madre es una mujer y se que perfectamente podría hacer un buen trabajo.

Su mandíbula se aprieta ante la mención de su madre, pero si se molestó con mis palabras se lo guarda ya que no he dicho nada malo.

—Tienes que ver cómo lo tomara el.

Una mierda me importa.

—No me preocupa, es una orden de su capo y debe obedecerla.

—Eso traerá consecuencias, pensaran que no somos capaces.

—Una mujer no nos hace endebles, solo gente ignorante puede pensar que una mujer es sinónimo de debilidad.

—Es tu decisión, y como tú consejero puedo ofrecerte que le hagas una prueba. Sabes que tenemos en los talones a los alemanes, gracias a ese traicionero —dice, y es sensato.

Avidez |Borrador|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora