Capítulo 2

2K 158 59
                                    

Alessia Giordano
|Posesivo|


Odio los bailes, después de la corta charla con Valentino, nos llamaron para la tradición del baile.

La cual consiste que nos rodean en un círculo mientras bailamos lo que se supone es una canción de amor en este caso es Spark de Coldplay, la hermosa y tranquila melodía inunda el salón.


Buena elección de canción, pésimo lugar para colocarla, está melodía habla de alguien que da su corazón y en este caso sería imposible ya que el ni siquiera tiene uno y tampoco me lo daría.

Valentino me apega a su cuerpo mientras nuestras miradas se conectan, cuanto quisiera que aunque sea un poco me hubiera casado por amor y tomarle sentido a esta canción, pero no, me acabo de casar con un desconocido.

Valentino se acerca más a mí, y siento que en cualquier momento me dará un beso mi cuerpo quiere alejarse pero no puedo ya que el es mi esposo y si desea besarme debo dejarlo. Lleva su boca a mi oído donde mi piel se eriza ante el sonido de su respiración en mi oído.

—Esta canción en algo no se equivoca. Prometo siempre cuidar de ti y protegerte en lo que me queda de la maldita vida —dice, es algo romántico pero en su boca se escucha oscuro. 

Se aleja mirándome tan frío que en cualquier momento congelará mi corazón, y es lo que deseo que haga, no sentir nada para así no sufrir por esta unión.

Las personas al nuestro alrededor aplauden cuando termina la canción, todos se unen a la pista para acompañarnos.

—Puedo tener esta pieza con la bella dama —hablan a nuestra espaldas.

Valentino se pone alerta ante a quien le corresponde la voz, también me pongo a la ofensiva, no quiero hacerlo pero no puedo negar un baile aunque quien me lo pida haga que mi corazón bombe rápido ante el pánico que me da.

—Manos arribas en mi esposa —advierte Valentino a Luca Martinelli quien espera ansioso por un baile conmigo.

—Como podrás convivir con alguien tan posesivo, te compadezco —dice una vez que Valentino se aleja pero sin quitar sus ojos encima de nosotros.

—Descubrire como con llevarlo —respondo secamente.

Una parte de mi le gusta que sea así, que me quiera proteger de este mundo, pero quién me protege de el.

—Dios te de fuerzas

Se me escapa una risa ante el nombramiento de dios en su boca ya que no creo que ni siquiera conozca la palabra piedad

—Es algo irónico viniendo de usted

—¿Esta usted riéndose de mi Señorita Giordano?

Una pena inunda mi cabeza ante el nombramiento de mi antiguo apellido del cual hoy he sido despojada

—Señora Martini —corrigo.

—Disculpe, pero no ha contestado mi pregunta.

—Es irónico usar a Dios en una frase cuando creo que sus actos no están en el mandato de este.

—¿Me está usted diciendo que me vaya al infierno?

—Creo que son demasiadas preguntas.

—No se equivoca, pero debo decirle que todos en este habitación se irían conmigo

—Omitame por favor —una risa seca que no llega a su ojos se le escapa.

—Dificil, cuando se acaba de casar con uno de los peores.

Avidez |Borrador|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora