Hyunjin:
- Hola Eric.- saludan a mi esposo, cada una de las personas le sonrien cuando llegamos al mercado.
Eric es muy querido por varios de nuestros conocidos.
- ¡Que hermosa camisa!- brinqué del susto cuando Eric gritó.
Eric apunta a una tienda donde una camisa roja en un maniquí, se podía ver. Con Sanha en brazos caminó rápidamente hacía la tienda y entró a preguntar sobre la camisa.
- Es mi talla definitivamente, tengo un ojo para eso.- no deja de tocar la camisa - Me lo llevo y si tiene uno en blanco también quiero uno.- pide Eric muy entusiasmado, lo cual me extraño bastante.
Él nunca tuvo interés por ir de compras ni estar al último grito de la moda a diferencia de su hermano Felix, él cuál puede deslumbrar a todos con ropas muy provocativas.
- ¿Estas contento, amor?- pregunté feliz al verlo así de sonriente.
Es cautivante verlo con una sonrisa en el rostro.
- Mucho.-me mira- Porque te tengo a mi lado.
Seguimos andando y viendo algunas cosas que comprar.
- Eric, amigo.- gritó Nayeon, la mejor amiga de Eric, acercándose a nosotros.
- Nayeon.- me pareció que Eric bufó ante su presencia.
Lo cuál es raro.
- Ya regresaste.- habló contenta. - Nos veremos un día de estos en tu casa para hablar.- le dice a Eric.
A mi me ignora como siempre y se centra solo en mirar a mi esposo.
- Claro Nayeon. Ahora si me disculpas, estoy en un paseo con mi esposo e hijo. -se despide de ella para entrelazar nuestras manos y seguir nuestro camino, dejando a Nayeon consternada.
- ¿Pelearon?.- quise saber.
Lo normal es que se pusieran a conversar a tal grado que me dejen de lado.
- No pero esa fing...-se detiene- Ella fastidia en estos momentos en los que deseo estar contigo y mi hijo.— añade dejando un beso en mi mejilla.
Mi corazón se aceleró de la emoción y eso solo lo sentí una vez, hace muchos años.
Sus dedos entre los míos se sentían como si se pertenecíeran desde siempre, algo que no sentía hace unas semanas.
- ¿Quieres que te compre algo, mi amor?
– No, cómprale a nuestro hijo.- responde Eric sorprendíendome más.
Asentí. Nos detenemos en unas tiendas para comprar algunas cosas a nuestro hijo.
- Por cierto, tu madre me dijo que el domingo asistieramos sin falta al almuerzo en su casa.- le recuerdo.
- Ah, si, eso.- habla sin mucho interés.
Seguimos paseando hasta que nos cansamos y decidimos regresar a casa donde Eric hizo dormir al niño para después excitarme de una manera que nunca experimenté, y así terminamos en la cama haciendo el amor. Sentí que nuestro matrimonio por fin tenía sentido, que el amor que nos decíamos tener, mostró acto de presencia y sobre todo, me siento más confiado con él.
(...)
- Eric -apenas pronuncio su nombre cuando suelto gemidos por la atención que recibo.
Mi esposo parece otra persona por lo apasionado que está, hasta parece que es Felix por la forma de actuar.
- Me voy a correr.- le aviso pero Eric no se aparta y recibe todo en su boca.
- Bonita mañana.- comenta Eric lamiéndose los labios.
Confirmo...
- Llegaremos tarde a misa.- dije agitado. Él ríe para levantarse de la cama, caminando desnudo hacía el baño.
Creo que Felix influenció a Eric en solo unas semanas.
Felix.
¿Que será de su vida?
¿Seguirá con varios como lo hacía en el instituto?
- Que te importa.- me regaño a mi mismo.
No es de mi incumbencia.
- Ven cariño, hay que ahorrar el agua.- escucho el llamado de Eric.
Fuí a su encuentro, lo observó bañándose de una forma sexy. Me acercó a él y nos empezamos a bañar juntos, tocando el cuerpo del otro.
- Eres perfecto.- eso salió de mis labios sin poder controlarlo.
- Y tú me tienes tan enamorado de ti. - dice mirándome a los ojos.
Lo sujeto de la cintura y lo beso bajo la ducha. Jadeó envolviendo sus piernas en mi cadera. Fricciona nuestras partes logrando que se me pare más de una cosa.
- Se nos hara tarde.- dije nervioso ante sus fricciones.
- Que esperen ellos.- contestó Eric pícaro.
No pude controlar el deseo y en unos segundos lo tenía empotrado contra la pared de la ducha, embistiendolo como nunca antes lo hice. Eric soltó gemidos que solo aumento mi ego masculino. Levanté una de sus piernas a mi hombro para moverme con más rapidez hasta llegar a su punto dulce dónde lo torture.
- Eric.- suelto entre jadeos.
- No pares, amor - pide él.
Unas embestidas más y sentí como ambos llegamos al orgasmo.
- Eso estuvo increíble.- asegura Eric cuando lo dejo pararse.
Mierda, nos olvidamos del condón...
- Me cuido.- susurra Eric.
Esta vez nos terminamos de bañar y después me vestí frente a sus ojos para ir a la misa de los domingos.
- Cambia al niño, por favor.- dijo Eric mientras debatía con que ropa ponerse.
Salí de la habitación y me dirigí a la de Sanha.
- Buenos días, hijo.— lo saludo con beso y abrazo.
Busco prendas muy abrigadoras para él. Cuándo termino de vestirlo, regreso a la habitación, encontrando a Eric con un pantalón apretado de cuero y una camisa negra con abertura.
- ¿Felix?.- digo boquiabierto.
Con ese atuendo parecía a Felix, y eso trajo recuerdos a mi.
- Soy Eric.- responde algo molesto.
- ¿Iras así? - cuestioné confundido.
Eric por lo general suele vestir de blanco para ir a misa. Yo no soy devoto pero él si lo es, por eso me sorprende que vista como si fuera a una discoteca.
- Seguiré siendo santo Eric de todas maneras.- se ríe tomando mi brazo para salir de casa.
Las personas veían consternadas a Eric y algunos con mala cara.
—¿Felix? ¿Regresaste? - se acerca una señora con aspecto de chismosa.
- Soy Eric.- responde mi esposo logrando que salga varios gemidos de los labios de esas señoras.
Nos adentramos a la iglesia donde hasta el sacerdote miró desconcertado a Eric pero él solo sonreía y para atraer más miradas se coloca unas gafas de sol.
¿Que le hizo Felix a Eric en dos semanas?
Está tan cambiado y eso me afecta de alguna manera porque me recuerda a él.
A Felix.

ESTÁS LEYENDO
Ocupando su lugar | Hyunlix
FanfictionSiempre he sido catalogado como el gemelo malo, el gemelo rebelde y por qué no decirlo el gemelo "puto" por tantas libertades que he tenido en el instituto. A diferencia de mi, Eric mi gemelo era amado por todos por ser un ángel que ayudaba a los de...