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– ¡Mierda!– Se enojaba Najimi, estaba al borde de la locura. Según sus compañeros, Tadano no había aparecido en su trabajo, estaba intentando llamarlo pero lo único que había eran pitidos y buzones de voz al otro lado del teléfono.– Imbécil, Imbécil ¡¿Cómo pude dejarlo así?!– Decía mientras se golpeaba la frente con su propia mano.

   Hace rato había llamado a Kanroji y a Souda, los compañeros del segundo trabajo de Hitohito, debía de haber llegado hace como dos horas. El de mechas lila sabía que nada bueno le podría haber pasado. Tenía mucho miedo de perder a su mejor amigo.

  Najimi estaba en la YPF dónde comenzó todo, en medio de la ruta y rodeado de malditos. Desde el "incidente" no hablaba con nadie, le había echo la ley del hielo a todo el mundo, especialmente a Yamai. Tampoco podía irse, tenía sus propios problemas económicos y estudios sin acabar.

– ¿Eh... Osana?– Se acercó Himiko.
– ¿Qué querés?– Respondió seriamente.
– Saber porqué no vino Hitohito... ¿Vos sos su amiga no?
– Pregúntale a Yamai– Sonrió irónicamente.– Ella es la que siempre está por ahí jodiendo y jodiendo a Hito.

   Yamai estaba en la caja, detrás del mostrador y con la mirada clavada en su teléfono. Solo cuidaba las apariencias, por dentro estaba algo ofendida por la acusación, pero sin no estaba con Tadano, Najimi era solo un chiste de mal gusto a sus ojos, más cuando "intentaba" ser serio.

   El lila lo dejo para después, Tadano le dijo que algún día iba a hablar con ella y que no se metiera tanto. Al escuchar el sonido de notificación de su celular sintió un gran alivio recorrer su cuerpo, era Kazuichi, le había preguntado si podía llamarle.

– ¿Qué paso, saben algo por fin?– Preguntó con algo de preocupación, no es común en Él.
– Creo... Una chica vino y nos preguntó si podíamos ir a casa de Tadano con ella.– Respondió mirando hacia la mencionada.
– ¿Cómo se ve?
– Alta, asiática, de pelo negro y largo.
– Es de confiar, alquila el departamento juntito al de Hito.– Najimi y Sōda se despidieron, el primero volvió al trabajo un poco más tranquilo y el segundo acompañó a la chica. Quien era obviamente Shōko.

   Los dos iban en silencio, el chico  se preguntaba por qué la Komi lo vino a buscar si es que vive supuestamente al lado. Ella trataba de aparentar tranquilidad, lo cierto es que apenas anteayer ella y su familia habían dejado el departamento, el día que ella y Tadano salieron juntos, fué el día en el que ella se fué repentinamente. No pudo decirle ese día ni el siguiente por lo ocupada que estaba, ahora tenía miedo de ir sola. Algo la molestaba desde lo profundo.

– Entonces... ¿Hace cuánto conocés a Hito?– La azabache estaba tan pensativa que no respondió ni escuchó.– ¿Sos esa chica que persiguió por el mini mercado no?– La chica ahora reaccionó, asintió un poco sonrojada y volvió a mirar por la ventana del auto. Fué un viaje largo.

   Una vez llegaron, subieron hasta el piso 3 y golpearon la puerta. Tadano no atendía.

   Volvieron a hacerlo alrededor de 5 veces, llegaron a tratar de llamar usando sus voces -Cosa que solo pudo hacer Souda-  e intentar abrir por la fuerza. Eventualmente escucharon un débil "ya voy" desde el otro lado de la puerta, era lo más satisfactorio que podrían escuchar ese día.

– ¿Shōko... Souda..? ¿Qué hacen acá?– Tadano hablaba escondido, no podían ver su rostro y no sé escuchaba para nada bien.
– Nos asustaste, Najimi pensó que te había pasado algo malo...– Regañó el teñido.– Tenés la voz ronca ¿Qué te pasó?
– Nada... Solo un poco de tos– Se quebró ligeramente.– seguro en un ratito p-pasa, por eso no f-fuí hoy.

    El azabache hacía un gran esfuerzo para que no se noten sus sollozos y fuertes respiraciones. La chica sospechaba que algo malo le estaba pasando, pero no sabría cómo decirlo.

– Vayanse, e-estoy bien, díganle eso a Najimi...– Trató de cerrarles la puerta en cara. El teñido llegó a cazarla.
– ¡No nos mientas! No parece que estés bien...– Quiso ver hacia adentro del departamento, pero todo estaba en completa oscuridad. Hitohito lo apartó empujando la puerta hasta cerrarla. Segundos después se escuchó como algo pesado caía al suelo en seco.

– Shōko, llamá a alguien que pueda abrir la puerta, voy a buscar a la casera de Tadano.– La chica dejó a un costado su topper y corrió hasta las escaleras, el ascensor era demasiado lento para ella. Su chico estaba en probable riesgo.

   Cuando llegó a recepción comenzó a temblar, había mucha gente. La recepcionista ya la estaba mirando raro, había empujado algo de gente mientras bajaba, quizá ahora estaban suponiendo y susurrando todo tipo de cosas sobre ella, más aún cuando quedó inmóvil.

   Souda habló con la señora Alma, cómo había vuelto de sus vacaciones apenas ayer no se había enterado de la situación. El fucsia tuvo que explicarle lo que hacía allí, la mujer accedió, escribió algo en un pedacito de hoja y se lo dió al chico.

– Lleva esto a recepción y pediles la llave, rápido, yo voy llamando a una ambulancia si querés.
– Muchas gracias.– Se fué rápidamente con el papel en su mano.

   Al llegar a recepción vió a la Komi, se encontraba algo alterada así que la consoló, le dijo lo que estaban por hacer y la chica se calmó. Se quedó a su lado mientras el fucsia hablaba con la mujer de la recepción y subió denuevo con él hasta el departamento.

   Abrieron la puerta despacio, Souda sacó la traba y, temiendo por lo que vería, se adentró en esa oscura habitación de un solo ambiente junto con la azabache.

...

'°YPF°' •√Komi×Tadano√•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora