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Sus siluetas se perdían entre las coloridas estanterías llenas de productos distintos, a veces sus ojos se encontraban, se miraban y se volvían a perder. Eran cómo dos niños que jugaban a las escondidas en un lugar que de repente se había vuelto enorme.

Tadano recordaba esas veces en las que él y su hermana se escapaban de su madre y recorrían los inmensos pasillos llenos de gente. Se sentía como un niño.

Eventualmente, el azabache pudo "atraparla" y rápidamente le mostró la hoja que tenía en mano.

"Hola" Era la única frase en ese pedazo de papel, Tadano se la ofreció sonriendo nerviosamente y con algo de miedo.

La chica tomó el papel y curiosa de saber a dónde los llevaría esta situación, movió la lapicera sobre él, luego se lo enseñó a Hitohito.

"Hola, perdón por no poder devolverte tu libreta." El chico solo soltó una leve risa.

- No pasa nada, tengo muchas libretas en mi casa.- Dijo mientras se agarraba la nuca y sonreía.- Tampoco hay problema si te la quedas.- Shōko se sorprendió y también se avergonzó.

Movió denuevo la lapicera sobre la hoja, su forma de escribir era tan elegante y delicada. Volvió a mostrar el papel.

"Gracias por intentar ayudarme." Ella cubría su rostro con el papel, no podía ver su expresión, pero aún así sabía que estaba sonriendo, podía verlo en sus ojos al bajar denuevo el papel para continuar.
"Tengo problemas para comunicarme con los demás. ¿Cómo lo supiste?"

- B-Bueno, estoy muy acostumbrado a observar siempre de lejos, analizar el ambiente para poder encajar, es como una habilidad especial.- La chica podía ver cómo sus ojos se ponían ligeramente tristes, se sintió un poco mal pero continúo.

"No es que no quiera, es lo que más deseo en esta vida, pero no puedo. Eso me hace sentir muy mal a veces."

- ¿Le habías dicho esto a alguien más?- Volvió a escribir.

"Solo a mi madre y a mi familia en general, pero ahora lo sabés vos también." El color rojo volvió a invadir las mejillas de Tadano, un completo desconocido que parece que conocía de toda la vida.

- Y-Yo, g-gracias por contarme...- No sabía que decir ahora. La chica al ver su expresión solo escribió, tardó más, pues parecía que estaba pensando muy bien sus "palabras".

Al voltear de nuevo el papel, había una pequeña frase escrita.
"¿Por qué viniste a buscarme?

- Realmente no lo sé, solo siento que quiero ayudarte.- Inconscientemente en su rostro se formó una cálida y bella sonrisa, solo para la chica.

En ese momento, la persona con la qué entró al mini mercado la tomó del hombro. Ambos parecieron comunicarse con la mirada y con algunos gestos, era impresionante. Tadano solo los observaba, esperando no estar sobrando tanto en esa escena, cuando vió a Shōko escribir sobre la hoja nuevamente se puso un poco nervioso.

"Espero que nos veamos otra vez, tengo que irme ahora." Al bajar el papel y dejar ver su rostro, ella sonrió, y acompañada del otro chico se fué hacia la caja. El azabache les cobró sus cosas, se despidió de ambos y los dejó ir.

¿Estaba enamorado otra vez? ¿Por qué sentía la necesidad de proteger a alguien otra vez? Bueno, esta vez no fallaría, haría lo que fuera para que no suceda lo mismo... Otra vez.

La chica de cabellos azabache estaba sentada en un auto, observando por la ventanilla y jugueteando con una barra de chocolate y un papel doblado en cuatro partes. Junto a ella estaba, separado por unos bolsos, su hermano Sōsuke Komi, callado como siempre y escuchando música. En el asiento de conductor estaba su madre, tarareando las canciones que daba la radio y como copiloto su padre, Masayoshi Komi, un hombre de pocas palabras al igual qué sus hijos.

- ¿Había mucha fila en el mini mercado amor?- Shōko negó con la cabeza.-¿ Entonces por qué se tardaron? ¿Pasó algo?- La chica se sonrojó y miró por la ventana denuevo. - ¿Qué eso que tienes? ¿Puedo ver?- Sōsuke no decía nada, no quería quedar como un chismoso, pero le daba mucha gracia la escena de su madre y su hermana.
- Cariño déjala, seguramente nos cuente cuando esté lista.- Decía Masayoshi.
- Lo sabré antes de que lleguemos no te preocupes.- Dijo sonriente la mujer.

El silencio duró poco ya que la madre de Komi comenzó a hablar denuevo. Un día normal en su familia, solo que ahora estaban de vacaciones en esa ciudad, yendo a visitar a la abuela de Shōko para poder quedarse ahí por lo que queda de la semana antes de comenzar a trabajar y estudiar otra vez.

La chica de cabellos oscuros solo pensaba que Tadano era amable y lindo, no sabía que era lo que debía sentir por él, era la primera vez que alguien se interesaba en ella y trataba de ayudarla. Sentía una calidez inmensa en su corazón cuando pensaba en él, sus mejillas se enrojecian y sus manos temblaban. Toda su existencia estaba cambiando, todo se volvía nuevo, no quería separarse de él, quería saber más de él. Todos esos pensamientos y sentimientos hicieron que la chica sonría por lo bajo, era un sentimiento muy bello, pero muy confuso.

Hitohito no estaba mejor.

- ¡Ella era hermosa! La forma en la que escribía, la forma en la que sonreía, la forma en la que se avergonzaba- El azabache caminaba por la costa, acompañado por Najimi. Eran las 7 de la tarde, aún había sol, eso es normal en verano.- Y... Su situación, realmente siento desde el fondo de mi corazón... Que quiero protegerla.- Sonrió cabizbajo mientras tenía una mano en su pecho.

- Hitohito, parece como si te hubieras enamorado por primera vez.- Decía Najimi mientras miraba la pantalla de su teléfono con determinación.- Muy virgen de tú parte.- Soltó una carcajada.
- ¡C-Cállate! Sabes que si me he enamorado.- Dijo algo avergonzado.
- Uy si, pero la enfermera muerta de dangancoso no cuenta Hitohito.
- ¡Najimi! Es Danganronpa y solo me gustó por un tiempo...- Reclamó sonrojado.- Hablo de cuando estaba en 3ro de secundaria, la chica del B ¿Te acuerdas?
- ¿Ah? ¿La que "desapareció" de un día para otro y resultó que solo se mudó sin decir nada?- Se paró la peli lila, apuntando su teléfono a otra dirección, sin mirar a Tadano.- Si, estabas todo loquito por ella.- Se burló Najimi.
- Que vergüenza dios...

Caminaron hasta llegar a la parada del colectivo, ya era oscuro cuando llegaron, después del viaje bajaron en la "casa" de Tadano, pues era un apartamento, se despidieron y cada uno fué para su lado. Mientras el azabache entraba al edificio un auto ingresa al estacionamiento y con tan solo darle una mirada por encima, distingue fácilmente esos dos ojos curiosos y hermosos en los que tanto pensaba.

No era cierto, no podían tener tanta "mala suerte."

...


'°YPF°' •√Komi×Tadano√•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora