Anti-cursilería ₊˚✧ seungknow

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Dios mío, cómo detesto el amor.

Me quita a mis preciados amigos y les arranca el corazón para tirarmelos a la cabeza en un continuo e insoportable ritmo que me pone odioso.
Esas quejas enamoradas y suspiros añorantes que me irritan hasta lo más profundo y me hacen sentirlos como una tortura sin punto de término.

Y trato de soportarlo, intento esconder cualquier odio a aquel sentimiento cada que Felix lloriquea de lo supuestamente atractivo que es Chan con tal de no hacerle sentir mal, pero en mi interior sólo quiero hacer como esa canción que dice querer sacarse las tripas cada que alguien nombra algo de crush.

Estar solo no me complica, eso supongo. Si no fuera así estaría llorando por no poder enamorarme, pero, ¿No es algo bueno ser libre y no estar encadenado a llorar por alguien que jamás me hará caso?

A lo largo de los años se ha creado como un estereotipo positivo el conseguir pareja o vida amorosa, no así el otro estereotipo de "soltero/a con muchos gatos".
En mi humilde opinión preferiría mil veces más vivir con tiernos gatos y gastar en ellos que en alguien que luego me abandonará.

Está bien, lo acepto, me estoy colocando odioso, retiro lo dicho. Pero es realmente difícil evitar el odio cuando te topas con toques ajenos en la cintura o asquerosos chupones cada dos pasos.
Me hacen detestar el amor, me hacen causar todo menos romanticismo hacia aquel concepto, como un repelente. Si ese es mi futuro buscando desesperadamente el amor, pues estoy mejor solo, gracias por la inútil preocupación.

Una vez que comienzas a pensar de esta manera en el amor, es complejo salir, pues parece bastante cómodo este pensamiento, vuelvo a cuestionarme, ¿Para qué voy a exponerme a tal incierta respuesta como lo es una propuesta de noviazgo? Al fin del día, nadie es atractivo realmente a mis ojos.

La parada del bus a mi escuela me recordó mi rutinaria mañana, me levanté y apenas bajé ya atisbaba parejas de la mano camino al mismo destino que yo. Rodé los ojos y continué caminando.