A veces es aburrido ser el mal tercio, y últimamente me ha tocado serlo en exceso.
Claro, mis amigos son personas merecedoras de amor, no como yo, claro que merecen ser amados por las personas correctas. Lamentablemente yo no tengo más amigos y no me queda más que acompañarlos a sus juntitas risueñas y románticas con sus enamorados. Ahí estaba yo echado en un puesto que no era mío mientras a mis espaldas Chris y Felix una vez más se atacaban a abrazos y besos mientras trataba de evadir girarme y así evitar una vista horripilante, con mis ojos cerrados pacíficamente y mis oídos siendo testigo de lo que ocurría en el lugar. Sentí la identificable voz de Innie ingresar junto a Hwang, no iban para lo mismo ya que su tipo de relación no estaba tan definida como la del Chanlix, como a Jeongin y a mí nos gustaba llamarles, pero aún así se sentían las invisibles flechas de cupido volando y atacando entre ellos.
Intenté esfumar mis pensamientos espontáneos y me acurruqué entre el suave material del chaleco que abrazaba mis brazos, intentando caer dormido. El continuo bullicio parecía arropar mis tímpanos y me encaminaba al mundo de los sueños, cuando un presentimiento me cosquilleó y no me dejó descansar más. Algo cerca mío pasaba, quería abrir los ojos, tenía que abrirlos.
Los abrí y comprendí: Minho se encontraba en el banco al lado mío, acostado de la misma manera y mirándome atento. Cruzamos miradas y suspiré.
—¿Qué crees que haces?—Le murmuré con mi voz algo ronca debido al sueño.
Lee me sonrió con esa sonrisa boba que me sacaba de quicio.—Te estaba estudiando en silencio.
—Oh ya veo, cual rata de laboratorio.
—¿Te ofendes rápido Minnie?
—Si sale de tu boca es más probable.
—Está bien, lo siento, sólo te estaba viendo dormir, te veías muy tranquilo.—Acercó su dedo índice para delicadamente mover uno de los mechones de pelo que obstruían mi vista. Me dejó un poco desconcertado, demasiado, para ser sincero, me estaba poniendo en disposición de discutir, pero en cuanto lo escuché disculparse mi atención cambió, de repente simpaticé mucho más con él.
—Uhm... Gracias por el café.—Volví a responder en tono bajo, recordé lo del otro día, olvidándome completamente de mis modales por querer volver rápido a mi casa, sin agradecerle.
El mayor me acarició y desordenó ligeramente mi cabello castaño.—No te preocupes, si necesitas algo me llamas, Seung.—De nuevo otro apodo, para mi propio asombro, no me molestó tanto.
—¿No tienes nada que hacer ahora? Estoy seguro que tienes más conocidos que yo.—Esta vez yo impulsé un tema de conversación, sacando motivación de vete a saber dónde.
—Me aburren, hablamos siempre de lo mismo: Fiestas, relaciones ajenas que al menos a mi no me importan, aunque los dramas que ocurran entre ellos si me entretiene, debo confesar.—No pude evitar reírme de su respuesta, que continuó con un bostezo para volver a la posición con la que lo encontré.
Algo distinto había, Minho no estaba sólo para burlarse o usarme, estaba entablando una conversación con él, ¿Me estaba haciendo sonreír? Bastante peculiar situación, estaba sorprendido, aunque no molesto. Lo seguí observando, se había incorporado un poco más, apoyando aburridamente su mejilla y abultándola en su puño derecho, escrudiñando serenamente a sus compañeros conocidos por un rato, hasta que volvió a dirigirse a mí.
—¿Sabes dónde me siento?
—Claro, ahí.—Apunté al fondo del aula cerca de los casilleros, con la viva imagen del mayor agradeciéndome por traer su bobo chaleco.
—Me siento al lado de Chris, detrás de Changbin y cercano al momentáneo amor de mi vida.—No pude evitar una mueca al escuchar aquello último, ya la había cagado.
—Ugh, ¿Y es...?—Podré ser un anti romántico por vocación pero lo chismoso lo llevo en la sangre y no puedo evitarlo.
—Sieun, esa chica que habla con tu amigo creo.
—¿Felix?—Minho asintió reiteradas veces, dándome la razón. No había tenido la oportunidad de hablar con esa chica, y para ser honesto tampoco tenía el interés, sólo sabía que era muy amiga de Lixie y sería todo, sin más trasfondo o historia. No sabía nada de ella, me enteré que era amiga de Felix y ahora amor frustrado de Lee Minho.—Hmm, ya veo.
—Supuse que no te importaría, pero siento que merecías saberlo.—Pareció leerme la mente al arrojar ese comentario.
Me giré para asegurarme de que el anterior nombrado siguiera allí, se estaba abrazando melosamente junto a su pareja.
¿Saben? Aunque no parezca, no tengo problemas con que las parejas demuestren su cariño, se supone que quienes se aman sienten cariño por el otro y tienen la necesidad de demostrarlo de distintas maneras. por lo que tengo entendido. El problema se encuentra cuando son empalagosos, innecesariamente y extra empalagosos, y es aún más molesto cuando están junto a gente que intenta conversar con ellos y parecen excluidos gracias a su excesivo cariño físico, ¿No pueden no tocarse por un segundo siquiera? Ugh, que molestia. Esto no venía al caso, pero sólo había recordado todas esas veces que había sido ignorado por mi amigo por la razón antes mencionada.
—Bueno, agradezco tu confianza.—Dije con un tono más cálido para concluir, le sonreí y sus ojos parecieron brillar.
—¡Hey! es la primera vez que veo tu sonrisa, me siento afortunado.—Soltó una risa y se levantó yendo a su puesto original en la sala, junto a sus compañeros de puesto: Changbin y Sieun. A Changbin lo conocía y había cierta cercanía, la suficiente como para que Bin se comportara como un niño al lado mío con claras intenciones de fastidiarme, aunque no sabíamos mucho del otro, conocíamos principalmente nuestro humor.
Junto a su radiante rostro, hizo un ademán de despedida con su mano y se dispuso a hablar con ellos, dejándome en el océano de mis pensamientos.
Otro sujeto más atrapado entre las duras rejas del amor, para ser honesto no lo esperaba de él ya que no se veía muy interesado.
Arreglé los mechones rubios desordenados que caían únicamente en mi flequillo, después de que fueran estropeados por el susodicho, y el timbre nuevamente sonó, me quejé en lo bajo de manera inmediata, ya era casi inconsciente el cómo manifestaba mi cansancio por las clases, apenas el profesor o profesora comenzaba la clase mis ojos ya pesaban, pero debía cumplir con mis deberes, por lo que me dispuse a salir y volver a mi lugar.
Jeongin me alcanzó en un punto, corriendo hacia mí sin darme cuenta y como siempre con esa sonrisa.
—Hyung, creo, creo que estoy interesado en alguien.—Mientras caminábamos iba bajando la voz para que el resto no escuchara. Enfatizó el "creo" para no dejarlo tan oficial, lo que me causó gracia.
—Ay, me preguntó quién será, ¿Ese chico de pelo negro cuyo nombre comienza con Hwang y termina en Jin? Aunque no estoy muy seguro.—El sarcasmo era evidente para Jeongin, quien me sonrió y golpeó suavemente en el hombro, me reí junto a él.—¿Quieres que te sea honesto? Pienso que son tiernos juntos.
La boca de mi amigo formó una clara "o" al escucharme, el conocía mi percepción del amor casi a la perfección, sabía que escuchar algo así de mi persona era casi un privilegio.
—Debería tomarlo como lectura de la fortuna, no todos los días dices eso, mejor dicho, nunca.
Sonreí orgulloso. Lo que había confesado no era mentira, de vez en cuando les dirigí miradas minutos atrás, Hyunjin era muy cariñoso y considerado con Innie, lo respetaba así como respetaba su espacio personal, ya que Jeongin no era el mayor fan del contacto físico ni en broma, lo escuchaba atentamente y su mirada reflejaba todo, me alegraba por mi amigo.
Felix llegó tarde a la clase, el amor realmente te vuelve un tonto y te separa de la realidad, ¿No? Pues mi otro amigo era la evidente prueba viviente de ese síntoma.
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Anti-cursilería ₊˚✧ seungknow
Fanfic𓏲🏹 la vida de Seungmin se resume en pensamientos y más pensamientos, un sarcástico y excéntrico chico que no parece querer recibir ni un toque de aquel veneno mortal que se hace llamar amor. 𓏲🥀 Contenido cursi. 𓏲🥀 Buscar en spotify: "🏹: anti...