capitulo 13

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Al despertar noto algo pesado en mi cintura y es el brazo de Harold, lo muevo lentamente para poder levantarme "necesito ir al baño ya".

Luego de varios intentos lo logro y voy hacer todo mi aseo, luego de cambiarme y ponerme unos shorts negros y suéter azul salgo a la cocina y preparo algo de café, la mañana se ve hermosa desde acá. Al buen rato sale Heaven le sirvo uno igual, luego viene Jose le sirvo igualmente, el último en salir es Harold con cara de ogro le doy un beso en la mejilla y su café.

— ¿Que haremos hoy? — pregunta Jose.

— Primero podríamos ir a buscar duendes o hadas ¿Que tal? — propuso Heaven.

— Gran idea, podríamos cazar algún duende y obligarlo a cumplir nuestros deseos — le siguió el juego mi niño.

— Vale, iremos explorar algo — dije al final, los demás solo se rieron.

Luego de desayunar recogimos nuestras mochilas y emprendimos nuestro viaje por la naturaleza, no está mal salir de ves en cuando, de la mano con Harold caminos buscando algún camino rocoso para subir y complicarnos el viaje (si somos raros) después de buscar encontramos algo y lo subimos lento pero seguro. La vista desde la sima de esa colina era hermosa la mañana se miraba genial los árboles brillaban por la luz del sol, los pájaros cantaban divino, mira a Harold y sus ojos se miraban preciosos debajo de la luz el cafés de sus ojos brillaban y me encantaba, no entiendo cómo me fijé en Jeferson, pero ya hay que dejar el pasado y disfrutar el presente ya que nunca sabremos lo que nos repara el futuro.

— Oigan tengo hambre — dijo José.

— Pues yo traigo golosinas — dije bajando mi mochila y sacando las bolsitas.

Sentados en el sueño disfrutamos y comimos, luego de un rato más bajamos. Ya era hora de almuerzo así que cocinamos algo improvisado claro está.

— ¿Ya me puedo meter? — pregunto José acabamos de terminar de comer.

— No.

Luego de cinco minutos volvió a preguntar.

— ¿Ya me puedo meter?.

— No.

Al final de tanto preguntar paso el tiempo que tenía que esperar y como niño fue corriendo al agua.

— Deberíamos de verlo, ¿Harold seguro que Jose sabe nadar? — pregunte algo desconfiada por como se comportaba él nombrado dentro del agua.

— Si, cien porciento seguro o eso me dijo él.

— Yo no me meteré a rescatar al niñito. — dijo Heaven.

— Que va ya lo haré yo. —dijo Harold quitándose la camisa y llendo hacia el lago.

—¿Sigues bien? — pregunté discretamente a mi amiga.

—  Aún duele pero lo sabré llevar, ¿Sabes? Me dijo hace una semana que quería tiempo, para pensar mejor lo que teníamos.

— Tranquila, aquí estoy para ti.

— gracias, cielo, te quiero — y luego de decir eso me da un fuerte abrazo.

Luego de un rato mi niña llora en mi hombro, le hago cariñitos en su cabeza y dejo que se desahogue, se que es duro esto pero con ella es diferente, ella lo vio y acá estaré para ella si así lo necesita.

— Tranquila ya esta, ya pasó.

Luego de un rato la ánimo a ir un rato a nadar. Luego de pasar una tarde hermosa en ese lugar regresamos a casa, en el viaje Jose se quedó bien dormido, pasamos primero a casa de Heaven y luego a la de Jose tiempo después llegamos a nuestras casas.

Besos Sabor a MielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora