Voy a mentir muy ligeramente y decir que iba totalmente calma y sin expectativas a mi turno en Olive Bistró a la tarde. Voy a mentir, porque nada más lejos de la realidad.
Liv lo sabía. Me miró raro y con una ceja enarcada cuando me quité el suéter tejido para ponerme el delantal, rompiendo mi tradición de años y sin lluvia que valiese de excusa. Eso, y la hora de más que le había puesto a la trenza que llevaba, en un intento de que se viese menos patética que de costumbre.
—No vino hoy en mi horario —me soltó Liv de prepo, casi con pena.
—¿Quién? —pregunté haciéndome la tonta.
Se empezó a reír, sacudió la cabeza y no contestó. Ambas sabíamos bien de qué hablaba. Con un poco de decepción, pero no menos esperanzas, me despedí de ella con un breve abrazo y la vi salir por la puerta que daba al exterior, antes de comenzar mi turno de trabajo.
Efectivamente, él no estaba allí. La mesa diez estaba ocupada por una mujer regular del local. Mantuve mis ojos en la ventana todo el tiempo, pero no divisé su figura en ningún momento, y tuve que declarar mi derrota cuando llegó la hora de cerrar. Tal vez al día siguiente... ¿O nunca? Me estaba haciendo demasiadas ilusiones por algo que había sido pura casualidad, vamos. ¡Era un millonario que había venido una vez porque tenía una cita con otra mujer! Que me hubiese mirado más de la cuenta era irrelevante. Era otro mundo, yo no tenía nada que ver con él ni su esfera ni nada. Yo era simplemente Isa, y ese tipo de cosas sólo pasan en novelas románticas, de esas que Liv leía con tanta afición.
Probablemente se me notó en la cara cuando volví al apartamento, porque Liv se rio demasiado, y luego me preparó un café y me leyó una de sus historias en voz alta. Le di mi opinión, corregí gramática y todo, pero debo admitir que mi mente estaba bastante lejos de ahí. Era terrible. Una sola vez, y mi cabeza ya se hacía una película de Hollywood con ese tipo. Se me pasaría en poco tiempo, si él no volvía a aparecer.
* * *
Ese parecía que iba a ser el caso, porque no lo vi en Olive Bistró a la tarde siguiente, ni las otras tres que continuaron. Finalmente suspiré, lancé las manos al aire y acepté lo inevitable. Él había ido de casualidad una sola vez, y en una sola vez quedaría. Al menos era un bonito recuerdo, y si hacía un esfuerzo, hasta podía rememorar el color exacto de sus ojos, y la forma de su sonrisa.
Podía intentar dibujarlo, de hecho, aunque otras partes de él estaban difuminadas en mi memoria, como su pelo. O su nariz. O sus manos. ¡¿Cómo no le había mirado las manos?! Qué burra.
Una vez en el apartamento tomé mi bloc de dibujo, un lápiz y una goma de borrar, e intenté dibujar de memoria al hombre.
Fue un desastre, siendo honesta. No se parecía en nada a él. Como dibujo de un hombre equis, estaba perfecto y bien proporcionado y acorde a mis años de artista, pero como retrato fiel del hombre desconocido del bar...
Eran las tres de la madrugada cuando me terminé de frustrar y solté el lápiz para ir a dormir, arrastrando a Liv conmigo. Si fuese por ella, se quedaría leyendo hasta las seis de la mañana en su laptop, y luego estaría cansada, gruñona y con ojeras durante todo su turno de trabajo. La conocía bien. Ella podía actuar de madre mía en algunas cosas, pero ambas sabíamos quién mantenía la coherencia ahí.
* * *
Al sexto día volví a ser yo, con mi trenza de cabellos sueltos, el frizz, la falda larga, el suéter azul y la bufanda hasta las orejas, bailando por la acera bajo la llovizna. La vida es una sola, después de todo.
Así de perdida, así de despreocupada otra vez, entré por la puerta de servicio esa tarde, y me sorprendió un poco no encontrar a Liv. Normalmente ella tiraba el delantal al carajo apenas el reloj marcaba el minuto exacto del fin de su turno. Debía haberse entretenido con algo, aunque Lore sí estaba ahí poniéndose el abrigo. La saludé antes de dejar mi bolso y ponerme mi delantal, arreglando mi cabello que se había volado todo en el camino. Al menos la llovizna lo había aplacado un poco.
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ISA ✵ Batman & Loki & OCs
FanfictionIsabel es una chica huérfana que vive en Ciudad Gótica. Trabaja en un restaurante con su mejor amiga, Liv, y su vida se reduce a soñar despierta y sobrevivir con poco dinero... Hasta que conoce a Bruce Wayne, quien acaba de volver después de años de...