¿Caminando?

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—No sé, Liv, ya es hora de entrar al trabajo. ¿No puedes llamar a la veterinaria que haya más cerca?

—No atienden nunca el teléfono, gorda. Tengo que llevarlo yo.

Miré al perrito con la pata quebrada junto al que mi mejor amiga estaba de cuclillas, mirándome con la misma cara de cachorro desvalido que el animal.

—¿Y caminando lo vas a llevar? ¿A cuántas cuadras está? Aparte puede morderte, ni te conoce y puede que se asuste. Llevarlo en brazos no es nada seguro.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Dejarlo aquí? No tiene collar con número ni nada, lo más probable es que se muera en esta misma calle. No voy a permitir eso.

Miré el reloj en mi muñeca y suspiré. Ya entrábamos tarde, y eso sería si salíamos en este preciso momento. Si le hacía caso a Liv, tomaría un buen rato más. Giré la cabeza para contemplar las puertas del edificio de Empresas Wayne, tan cerca que podría llegar en un minuto, tan cerca que si me esforzaba distinguiría en alguna ventana la silueta de Bruce, vigilando la ciudad como siempre.

—Ya, al demonio. Vamos a la veterinaria —solté.

Liv me sonrió como si fuese la persona más feliz del mundo, y levantó con cuidado al perrito entre sus brazos. Yo apoyé una mano en su hocico, casi sin tocarlo, pero lo suficientemente cerca como para sujetarlo si se le ocurría empezar a gruñir o soltar dentelladas. Por el momento estaba muy calmado, como si comprendiese que lo estábamos ayudando. Comenzamos a caminar en la dirección contraria a la empresa, y no llevábamos ni doscientos metros recorridos cuando un auto aceleró a nuestro lado y se frenó justo enfrente, en el borde de la acera. Del lado del conductor salió el señor Laufeyson como quien no quiere la cosa, ajustándose la corbata. Sin embargo nos miró directo a las dos, dando a entender que sabía de nuestra presencia ahí desde antes.

Caminó con calma hasta acercarse a nosotras, que nos habíamos detenido en cuanto lo habíamos visto, y enarcó una ceja perfectamente delineada.

—Quería un café y no estabas, Liv —dijo, pasando olímpicamente de mí. Mi amiga pareció incendiarse por dentro.

—No hacen ni diez minutos que comenzó mi turno, señor.

—Deberías estar ahí desde el minuto uno. Para eso te pagan.

—Hay más chicas que sirven café, y estoy ocupada en algo más importante, si me disculpa.

—No quiero a otras chicas que me sirvan café —contestó él, y no pude evitar pensar en la doble implicación de esa frase, obligándome a mantener una expresión seria en mi rostro—. Y de todos modos, ¿qué es más importante que el trabajo?

—¿Ser humano? —casi que le gruñó Liv. Yo no pensaba meterme en esa pelea de gallitos. Liv sabía defenderse muy bien ella sola—. Este animalito está lastimado, y lo estoy llevando a la veterinaria.

—¿Caminando? —inquirió él con cierto desdén, levantando otra vez una ceja.

—No todos tenemos automóviles de lujo a nuestra disposición, señor Laufeyson.

Él sonrió, sin verse molesto por el claro ataque a su nivel económico. Caminó hasta su auto y abrió la puerta del acompañante con un gesto fluido, como estudiado. Señaló a modo de invitación el asiento tapizado de cuero negro.

—Tengo lugar para una sola persona, pero asumo que Isabel tiene que atender al señor Wayne —dijo. Vaya forma de dejarme afuera y poner en evidencia mi cercana relación con Bruce, pero no estaba en posición de quejarme—. ¿Subes o no? No tengo todo el día.

Liv me miró como pidiendo ayuda, pero lo único que hice fue empujarla al auto con un sugerente gesto de mi cabeza, y ella se subió a regañadientes con el perrito en brazos. Moduló un "Te voy a matar" en mi dirección antes de que el señor Laufeyson cerrase la puerta de cristales polarizados. Los vi irse, y recién ahí solté la risa y me di la vuelta, caminando de nuevo hacia Empresas Wayne.

* * *

—Nos van a ver, Bruce.

Sonrió ligeramente, sin dejar de acorralarme contra la pared.

—Isa, por algo tengo mi reputación. No estoy orgulloso de ello, pero soy de sobra conocido por seducir a toda compañía femenina que tenga. Bailarinas rusas o asistentes de recepción, da igual. Si dicen algo sobre tú y yo, los dedos apuntarán a mí, y sólo para confirmar una fama que ya tengo.

ISA ✵ Batman & Loki & OCsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora