Aʀᴍᴀ 6:16 [Yk]

⁸·🖤 • 6:16 • 🖤

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Como ya se mencionó con anterioridad, podemos deducir que
Min definitivamente no se quedaba atrás, a pesar de que en su caso, los sueños se vieran levemente alterados y modificados, al menos desde su perspectiva y no desde la de alguien más, aún así en cuanto a base, venían siendo prácticamente lo mismo.

Aunque, en su caso, veía a su oponente en una situación en verdad riesgosa, que ni siquiera, por mucho que se "odiaran" le desearía algo así, y era nada más que, él estando en una carretera, en sus sueños, parpadeaba por micro segundos literalmente, y la escena cambiaba por completo, sólo mostrando la parte, donde ya había "ocurrido la tragedia y él había llegado tarde" por mucho que no quisiera, todas las noches que soñaba con aquello, despertaba de golpe, sudando frío, mirando desconcertado a todos lados, realmente le inquietaba tener esa clase de sueños, sobre todo, porque su oponente de toda la vida se encontraba en ellos. Muchas veces se preguntó a qué se debía aquello, sin obtener respuesta claramente.

En un inicio quizá no lo había notado, o, si lo había hecho, había sido de manera inconsciente, pero, sólo tenía esa clase de sueños, cada determinado tiempo, el cual a veces variaba y otras tantas permanecía igual, o también, sólo cuando tenía problemas, o también, cuando eran sus enfrentamientos con Jeon u otro de sus enemigos, la incertidumbre estaba ahí al pie de su cama cada que aquellos sucesos ocurrían sin razón ni fundamento, a su parecer "al menos en el momento", aquello no tenía explicación alguna, mucho menos lógica, era lo que creía, o más bien quería creer y se negaba a las demás posibilidades. Incluso, aunque no lo pareciese, a Min, había algo que le aterraba, sí que le aterraba, y eso era nada más y nada menos, que en esos sueños, él se preocupaba en demasía por su oponente, sentía una punzada en el pecho cada vez que en aquel mundo alterno, le veía de esa manera, sobre todo, lo más inquietante para él, era, que lo llamaba amor, quizá y las respuestas estaban más cerca y claras de lo que él se pudiera imaginar, pero, simple y llanamente, no le quería mover al tablero de ajedrez, pues, temía tanto joder más su vida de lo que ya estaba, que prefirió abstenerse, a pesar de que las ansias le atormentasen a más no poder.

Consciente o inconscientemente, fuera cual fuera la circunstancia en cada momento, desde que había iniciado la rivalidad hasta ahora, si querían conseguir respuestas, pero al mismo tiempo no, sobre todo, sin quiera ellos investigar a fondo, en definitiva no les resultaría para nada, así que, o por un momento dejaban de lado su rivalidad, o trataban de llegar a un acuerdo, o mínimo disolverla completamente, que no existiera nunca más, o se perdonaban mutuamente, aún así de esa manera se arriesgaran a obviamente no poder honrar la memoria de sus padres, mucho menos vengarlos, o si no hacían algo a la de YA, es un hecho que nada resultaría después, por más que intentaran.

Había algo que ellos no sabían, pero, sin embargo quizá no pronto, pero si algún día conocerían a fondo.

– Por tu cara inexpresiva y de susto a la misma vez, puedo deducir que ocurrió otra vez ¿Eh?

– No sé de qué me hablas, Choi, mejor vuelve a tus pendientes

– Claro sí, lo que tú digas, trata de ocultar lo evidente, a mi, no me haces tonto

Fue lo último que dijo, antes de desaparecer de la sala.

– ¿Cómo carajos lo haces? – se cuestionó Min, cuando su mano derecha desapareció poco a poco de su campo de visión en aquella sala –

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