Grief

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"Adiós, culona" dijo Jennie mientras le daba un picotazo en los labios a Rosé y le daba una palmada juguetona en el trasero

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"Adiós, culona" dijo Jennie mientras le daba un picotazo en los labios a Rosé y le daba una palmada juguetona en el trasero. Rosé observó el movimiento de sus caderas hasta que dejó de estar en su campo de visión. Se desplomó contra la taquilla, suspirando fuertemente. Definitivamente, Jennie la estaba volviendo loca. Está actuando con tanto calor y frío, resopló Rosé con frustración mientras recogía las cosas de su taquilla.

Apretando su abrigo a su alrededor, inhaló profundamente, tratando de prepararse para el inminente impacto del aire frío. Rosé odiaba el invierno, y especialmente esas cosas blancas y heladas que caían del cielo. Metiendo la nariz en la bufanda, aceleró la marcha, queriendo llegar a casa lo antes posible. Por suerte, hoy no tenía que trabajar, así que tendría tiempo para hacer los deberes, que por cierto llevaba atrasados.

No podía permitirse un desliz, su beca dependía de sus notas. Ja, la beca que me concedió la fundación de la familia de Kai, y me estoy tirando a su novia, Rosé sacudió la cabeza ante la ironía de toda esta situación.

Estaba un poco frustrada porque Jennie resultó ser un hueso duro de roer. Rosé intentaba atravesar sus defensas, pero era más difícil de lo que pensaba en un principio. Este último mes fue... a falta de una expresión mejor, muy agridulce. A Rosé le encantaba poder besar a Jennie y hacerle el amor casi siempre que quería, pero necesitaba más. Quería que Jennie confiara en ella, que se abriera a ella, que la amara. Se recordaba a sí misma que vale la pena esperar por todas las cosas buenas, y Jennie definitivamente valía la pena.

El lado bueno es que aprendió algunas cosas sobre Jennie que no sabía antes. Aprendió pequeñas cosas, cosas que algunas personas podrían considerar irrelevantes, pero Rosé apreciaba todas y cada una de ellas. La forma en que Jennie empezaba a balbucear en hangul cuando pensaba demasiado en algo, la forma en que jugaba con su collar cuando estaba nerviosa, la forma en que tarareaba en la ducha, la forma en que arrullaba a sus perros. La forma en que sus ojos estaban vidriosos, la forma en que sus labios se estiraban en una sonrisa aturdida.

Esos fueron los momentos en los que Rosé sintió que estaba viendo a la verdadera Jennie, esa chica solitaria, hermosa y perdida. Esos fueron los momentos que la hicieron enamorarse profunda y perdidamente de Jennie, y los momentos que le demostraron que tenía razón al escuchar sus instintos e ir tras lo que su corazón buscaba.

También le demostró que tenía razón al ignorar las palabras de despedida de Chanyeol hacia ella, en las que tristemente pensaba muy a menudo.

Pero, por otro lado, Jennie tuvo que inventar esas estúpidas reglas. Rosé no podía creerlo cuando llegó un día y Jennie le presentó una lista de reglas, y no sólo eso sino que, como dijo Jennie, era un "contrato", y Rosé debía firmarlo.

Rosé se quedó completamente atónita ante el comportamiento empresarial de Jennie. A veces es una maniática del control, gimió Rosé al recordarlo. Pero es mi controladora, sonrió para sí misma, pensando en la morena.

HATRED - CHAENNIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora