Jennie Ruby Jane Kim aparentemente lo tiene todo. Ella es hermosa, tiene un novio guapo y es la chica más popular en su escuela secundaria. Pero también es fría e intrigante, y hace todo lo que quiere. Todos en su escuela están tratando de no tomar...
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Querida Roseanne,
Hace cuatro semanas, tres días y cinco horas que ya no nos hablamos. Sí, lo estoy contando, y sí, estoy sentado en mi mesa, escribiendo a mano esta carta para ti. Tú me has hecho esto, Rosie, has sacado a relucir esta patética y enamorada savia que hay en mí.
¿Por qué no estoy escribiendo esto en mi nuevo portátil? Pues porque, veo este gesto romántico en el que escribo esto con mi caligrafía perfeccionada, te escribo palabras de amor, y al leerlo te das cuenta de que debes perdonarme, y me abrazas, me abrazas y no me sueltas... nunca.
¿No ves lo que me has hecho Park? Por el amor de Dios yo era LA REINA DEL HIELO, la perra inquebrantable y despiadada. Todavía finjo que lo soy, pero tú lo sabes mejor, sabes que no lo soy. Aunque intente fulminarte y odiarte, no puedo. En el momento en que me encuentro con esos ojos de chocolate tuyos, me derrito, me convierto en papilla. Lo he intentado Rosie, he intentado con todas mis fuerzas estas últimas semanas odiarte, pero no funciona.
Quiero odiarte, porque tú me odias. Puedo verlo en tus ojos, los ojos que una vez me miraron con cuidado, que enviaron ondas de placer y lujuria a través de mi cuerpo, los ojos que me reconfortaron en mis momentos más oscuros. Me duele verte así porque sé que yo te hice eso. Daría cualquier cosa por ver esas bonitas mejillas y esa deslumbrante sonrisa tuya dirigida a mí. Daría cualquier cosa por pasar mi mano por tus suaves mechones. Y, sobre todo, daría cualquier cosa por probar esos labios tuyos.
Sabes, hace días que pongo esta canción de Beethoven. Su melodía es fascinante, un poco melancólica, pero totalmente hermosa. Me recuerda mi amor hacia ti. Me gustaría tocarla para ti algún día, pero sé que no tendré la oportunidad de hacerlo.
Quiero llorar de nuevo Rosie ahora que estoy escribiendo esto. Mi corazón se constriñe bajo este dolor insoportable porque sé que probablemente no te tendré nunca más. Es un dolor diferente a cualquier otro, y quiero odiarte por habérmelo infligido. Quiero odiarte tanto Park, pero no puedo. En cambio, te amo, te amo con cada latido de mi corazón y cada respiración que hago. Lamentablemente nunca lo sabrás...
Siempre tuya,
Ruby Jane Kim
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