Capítulo Once: Más poderoso

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Bushman estaba esperándolos al otro lado del recinto, en la puerta principal. Si Marc creía que así de fácil sacaría a Kamilah de ahí, estaba muy equivocado.

Kamilah tomó la mano de Marc y lo llevó hacia la salida. Ellos sabían que no sería fácil pero al menos ya estaban juntos y era algo que a Marc, Steven y Jake tranquilizaba un montón.

— ¿Te costó mucho llegar aquí? —cuestionó Kamilah doblando por un pasillo.

Varios de los hombres de Bushman se acercaron por el pasillo a atacarlos, por lo que Marc le regaló una sonrisa a Kamilah y se lanzó a la pelea.

Mientras golpeaban y dejaban en el piso a varios, continuaban su conversación.

— Conozco lo suficiente a este hijo de puta como para saber en dónde se esconde, corazón —le dió un rodillazo en el pecho a un hombre, dejandolo en el piso.

— Te demoraste mucho entonces —se rió ella tomando un cuchillo que le habían lanzado y devolviéndolo con el mismo impulso.

— No es mi culpa que Jake se haya puesto a discutir con Layla —alzó los hombros, sacó una de sus navajas y se la lanzó a uno de los hombres.

— Voy a hablar seriamente con Jake después —sonrió e invocó un arma intentando imitar a Marc.

Pero lo que apareció fue un bastón parecido a los de Steven.

— ¡Ah, por favor! —exclamó al ver su arma pero de todas formas lo lanzó, dándole en la cara a uno de los hombres, haciendo que Marc se carcajeara— ¿¡Es en serio Horus!? —reclamó levantando los brazos al aire, al no recibir respuesta del dios miró a Marc— No sé cómo Steven puede hacer algo con estas cosas —llamó el bastón con su mano, el cuál llegó como si de control mental se tratara.

— Es Steven, tu sabes que no utiliza armas puntiagudas —Marc alzó los hombros y saltó esquivando a los hombres en el piso para llegar al lado de Kamilah.

— Te amo tanto —soltó una risita la rubia.

— Y yo a tí —respondió el moreno.

— Que bonito —interrumpieron el momento llamando su atención.

Ambos miraron en aquella dirección pudiendo divisar a Bushman y a su lado Aaron, quien se encontraba serio. Poco a poco llegaron más de sus hombres, posicionandose tras el mercenario.

— Te ves aún más hermosa con aquel traje, Kamilah —dijo haciendo que la ira de Marc se incrementara. La rubia tomó la mano de Marc lentamente llamando su atención— Oh, no vayas a malinterpretar mi comentario amigo, ella es tu chica —alzó las manos al aire.

— Eres un hijo de puta —gruñó el pelinegro.

— Por favor Marc, eres el mejor haciendo este trabajo, después de mi, claro —se rió con sorna— Y tú novia, es...increíblemente ágil, te prometo que yo venía por tí —lo apuntó— Pero Kamilah me demostró que puede con estos trabajos, ¿No es fantástica? —

Marc lo miró casi incendiandolo con la mirada, en su mente claro que era posible matarlo de mil formas. Porque para ser sinceros, ya los estaba cansando.

A los tres.

 — Es que...—miró hacia el piso como si lamentara algo— Mientras más tiempo pasen haciendo esto de escapar y hacérmela dificil...—les hizo una seña a sus hombres— Más personas morirán —varios disparos se escucharon fuera del lugar.

— Maniático de mierda —susurró Kamilah.

— ¡Kamilah por dios! —exclamó en medio de una risa— Aquí el único que está loco es Marc ¿No es así Bek? —le dió un golpe a Aaron en el pecho para que respondiera.

In the desert |× Moon Knight ×|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora