Capitulo 3

2.5K 391 30
                                    

Jiang Cheng caminó más temprano de lo normal hacia su habitación, su rostro todavía ardía pero había una especie de nudo en su garganta que le impedía incluso quejarse en voz baja.

A través del largo pasillo hacia las habitaciones no se escuchaba ni un sonido, se sintió vagamente desorientado y solitario.

Normalmente el ambiente se caracterizaba por quietud, con susurros lejanos de discípulos que todavía intentan adaptarse a la estricta rutina Lan.

Pero esto es un silencio opresor incómodo.

Aquel día, el viejo Lan QiRen había salido de viaje y las clases de caligrafía se suspendieron; los discípulos aún no deberían regresar de su pequeña escapada improvisada hacia Caiyi.

Planearon esto desde anoche, bebiendo licor a escondidas, por idea del desvergonzado Wei WuXian.

Jiang Cheng inventó una buena excusa para engañar a su escandaloso hermano y no seguirlo en esa escapada; tampoco es que hubiese puesto mucho esfuerzo: una mirada fulminante, usando una voz más o menos aterradora como la de su madre; y Wei WuXian salió corriendo sin preguntar más.

Ahora mismo, sin embargo, Jiang Cheng se sentía tan estúpido que deseaba haberlo hecho.

Hubiese sido algo mejor embriagarse y ser castigado, que experimentar esta incómoda sensación de culpa y vergüenza.

Su plan de alterar a Lan XiChen, usando un retrato antiguo, ahora parecía algo muy ridículo.

¡¿Cómo pudo pensar que humillar al futuro líder de la secta Gusu Lan, era un plan ingenioso?!

Jiang Cheng simplemente había creído que exponer algo vergonzoso de Lan XiChen, iba a alejarlo a él y a los discípulos fanáticos.

Probablemente no le tomaría mucha importancia, pues aquel jade no parecía ser del tipo de persona que se ve afectada por lo que otros dicen. Pero ahora parece que ha dañado a esta persona y podría haber graves consecuencias.

Esperó varios días. Tenso ante la posibilidad de que Lan QiRen o el líder de la secta Gusu Lan, lo llamaran con un tono acusador, para luego convocar a su padre. Ahí, sería juzgado como el peor cultivador de Yunmeng Jiang. En el peor de los casos, su familia terminaría tan humillada, que se romperían lazos con Gusu Lan y él jamás podría llevar el título de líder de secta.

¡Fue un idiota!

Nunca debió mostrar ese dibujo a Lan XiChen frente a tantos discípulos.

Esto no causaría el distanciamiento, sino una enemistad.

Convertirse en el enemigo de un cultivador como el futuro líder de Gusu Lan, es lo mismo que querer morir.

Esto iba a afectar a muchas personas.

Lo peor de todo, es que a pesar de todas las preocupaciones que tenía Jiang Cheng con respecto a ese incidente, ahora no podía dejar de pensar en la expresión triste de Lan XiChen.

Se convirtió en una constante picazón en su corazón, atormentándolo para no sentirse ni un poco tranquilo a cada minuto que pasa recordando. Ahora es una imagen perpetua en su mente, una especie de estigma contra su consciencia.

Lan XiChen había huido y desde ese día, no se le podía ver en su rutina de siempre.

Ni en los entrenamientos matutinos, tampoco en las lecciones por la tarde.

Muchos decían que algo había pasado y el primer jade se sentía indispuesto.

Jiang Cheng no se atrevió a mirar el foro de la secta en los primeros días, pero la culpa se convirtió en una frustrante angustia. Los únicos que podrían saber algo de Lan XiChen, eran esos fanáticos.

Me convertí en Omega [XiCheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora