miénteme una vez // markhyuck.

12; amor y paz [FINAL]

Mark miraba todo en la tienda de bebés que su morenito le había recomendado.

Lo que pasa es que tiene un primita muy chiquita que estará de cumple en dos días, así que anda buscando un regalo.

Porque obvio, su mamá, el Hyuck y hasta sus tíos lo retaron por andar a última ahora como siempre.

Había tanta ropita pequeña, de colores bonitos y hasta la tienda olía rico.

Claro que no olía a Limonada, como se lo imaginó.

Tomó un par de poleras y volteó para caminar e ir a la fila.

Pero bueno, nuestro Markitos es medio torpe, así que a penas lo hizo, chocó con alguien, provocando que todo se cayera al suelo.

— ¡Ay, perdón! — dijo, exaltado — No te ví, perd-... ¿Jeno? —.

El otro le sonrió levemente.

— Hola, Mark. —.

Rápidamente se agachó y recogió las cosas, las sacudió con cuidado.

— Ahmm, ¿puedo preguntar que haces por acá? —.

— Eeeh sí po', ando mirando ropa para mi wawa. —.

Mark levantó una ceja, sin comprender.

— ¿Tú.. qué? —.

— Eso, voy a ser papá así que vine a mirar varias tiendas. —.

— ¿De verdaaad? — preguntó, aún sin creérselo.

Jeno rió.

— Sí, sí, en serio, ¿o no me veo muy maduro pa' ser papá? —.

— Noooo, no es eso. — Mark rió — Oye, te felicito. —.

Como si pudieran leer la mente del otro, se unieron en un cálido abrazo.

Y se sintió tan extraño, pero al mismo tiempo, tan necesario.

— Gracias. —.

— De nada, si yo te conozco po', te tengo mucha fé. — se separó — Mmmh, no quiero parecer vieja cahuinera, pero... ¿puedo saber quién es la mamá? —.

Jeno rió nuevamente.

— Todos me han preguntado lo mismo, es la Cata. —.

— Naaaaa, ¿legal? —.

Asintió.

— Que buena igual, es terrible tela, va a ser buena mamá. —.

— Yo digo lo mismo, estaba super insegura al principio. —.

— Es que claro, no debe ser fácil ser papá ni mucho menos mamá. —.

— Pa' náh' po', admiro como sobrelleva la situación, aunque se maree mucho o vomite, a penas se queja. —.

— ¿Pero y cuánto tiene ya? —.

— Dos meses. —.

— Aaaah. —.

Mark vió como la fila avanzaba rápidamente, así que se posicionó al final. Jeno hizo lo mismo, al terminar de pagar y salir de la tienda, volvieron a conversar.

— ¿Vamos a tomarnos un helado o algo? Así seguimos conversando. — Jeno invita — Ha pasado rato ya que no te veía. —.

— Siii, caleta. — rió — Ya po', vamos. —.

Luego de meditarlo por un rato, decidieron ir al Yogen Fruz, para su suerte los asientos estaban desocupados, así que ahí disfrutaron de su postre y se pusieron al día.