16. No te vuelvas a ir

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Pyo:

¿Pero que estoy haciendo? No me lo puedo creer. Estoy besando a Zico. Se supone que me he ido para desconectar y evitar que esto pasara. Mierda. Me he puesto nervioso al ver que se preocupaba tanto por mí. Ha sido un acto impulsivo. Me ha salido solo. No quiero alejarme, pero creo que ya empieza a quedar raro. Se habrá cabreado. ¿Me dará un puñetazo? Cuando empiezo a apartarme noto sus manos clavarse en mi cintura, y en forma de caricia ascienden por mi espalda atrayéndome más hacia él. Y empieza a besarme. ¡¿Qué hace?! No puede ser... Es tan tierno... Mi corazón va a mil por hora. Y le devuelvo el beso. Nos besamos. Pero de repente oigo cómo marcan el código de la puerta. Los dos nos separamos al acto y nos quedamos dos segundos paralizados mirando hacia esta y oyendo cómo terminan de marcar los números. ¡Mierda! Nos miramos un segundo, con cara de pánico, antes de empezar a correr. Yo me meto rápido dentro de la cocina y él desaparece por el pasillo.

Me quedo paralizado mirando la mesa de la cocina. ¡¿Qué coño he hecho?! ¿Por qué? ¿Cómo voy a mirarle a la cara después de esto? Pero él... él también me ha besado. Me noto la cara roja al recordar lo que acaba de pasar. Y me llevo la mano a los labios. Oh dios... he besado a Zico. ¡Acabo de besar a Zico!

Oigo voces en la sala de estar. Es verdad, alguien tiene que haber entrado. ¿Quién será? Salgo a la cocina, son Taeil y Jaehyo. Están conversando en susurros y muy cerca el uno del otro. No oigo lo que dicen.

-¿De donde salís vosotros dos?- Pregunto.

-¡Pyo!- Taeil corre y me abraza- Pyo, ¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste? ¿Eh? ¿Eh?- Me pregunta con cara de preocupación.

-Em... tenía una cena familiar. Se me olvidó comentártelo- Le digo sonriendo. No quiero decirle la verdad, es mejor que no se preocupe, y menos delante de Jaehyo.

-Bienvendio de nuevo- Me dice Jaehyo con una sonrisa.

-Gracias. Pero vosotros... ¿Dónde fuisteis tan tarde?- Realmente tengo curiosidad.

-Fuimos al cine. Al ir a la última hora nos aseguramos que no haya ninguna fan.- Me explica Taeil.

-Oh, muy inteligente.- Renspondo.- Chicos, no se vosotros pero yo me muero de sueño y mañana nos levantamos a las nueve, que es lunes.

-Sí, mejor que nos vayamos ya a dormir. Buenas noches a todos.- Dice Jaehyo. Es el primero en avanzar por el pasillo y meterse en su cuarto. Yo sigo a Taeil por el pasillo. Al pasar por la puerta de Zico... me pregunto si estará escuchando. Me pongo nervioso y mi corazón vuelve a acelerarse. ¿Cómo la he podido cagar al minuto de volver? Al entrar por la puerta tenía muy claro que lo que estaba empezar a sentir por Zico no podía ser, y que a partir de ahora me distanciaría algo de él. Porque sí, sentía algo por él... siento ¡Mierda! Quizas después de de lo que ha pasado sea él quien no me dirija la palabra por un timepo. No, no quiero esto. No quería hacerlo. Pero sería lo normal. Suelto un profundo suspiro. Mientras me pongo el pijama sin querer chuto algo duro. ¿Qué? Es un lata de refresco llena.

-¡No no no!- Corro a levantarla para que no termine de derramar todo el liquido de su interior.- Miro a mi alrededor y veo un paquete de clínex en la mesa. Dejo la lata derecha a un lado y limpio el suelo. Taeil sale del baño.

-¿Qué te ha pasado?

-Había una lata de refresco llena aquí en medio... ¿Y quién ha tocado mis manga?- Toda mi estantería esta revuelta. No hace ni una semana que los puse bien ordenados...

-Ha sido Zico.- Paro de limpiar al acto.- Se ha pasado el finde entrando y saliendo del cuarto con mangas. Parece que se ha aburrido bastante sin ti.- Dice Taeil riéndose. Yo solo sé ponerme rojo. Así que se ha aburrido sin mí... No puedo evitar sonreír un poco.

Everything becomes chaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora