Perdida en la montaña

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MIZTLI

No es que no le guste salir con sus amigos, ni tampoco que no le guste la naturaleza, pero, esta situación ya le tenía un poco harta.

Todo había ido bastante bien. Quedo con amigos de la preparatoria para salir todos juntos como en los viejos tiempos, aprovechando que ya todos son adultos (aunque sinceramente ninguno se siente con la madurez de uno) optaron por un campamento de 2 días al pie de una montaña a las afueras de la ciudad.

Llegaron el sábado por la mañana, queriendo aprovechar el fin de semana para su pequeña aventura, así como las horas de luz. Después de un par de horas encontraron un claro donde instalaron la casa de campaña, habían conseguido una de esas donde caben hasta 10 personas, así que tendrían suficiente espacio para dormir a sus anchas o morir de frío.

"¿Recuerdas aquella vez que fuimos de campamento con la escuela?" preguntó Ari, una chica de baja estatura, cabello negro lacio y corto y de una complexión rellenita.

"Cómo olvidarlo, casi no dormí del frío" Miztli sonreía de recordar la aventura de hace ya algunos años. "Pero" se acercó a sus maletas y comenzó a sacar varias cobijas grandes y gruesas "esta vez vengo más que preparada".

"Ja, ja, las grandes mentes piensan igual" entro por la puerta de la casa de campaña un chico de cabello corto y chino, en sus brazos traía almohadas y cobijas grandes "yo también quiero dormir hoy" lanzo las cosas sobre ambas, para después dejarse caer sobre ellas. Las risas no tardaron en surgir.

Después de eso, se sentaron a platicar y ponerse al día. Tenía varios meses que no se veían y había tantas cosas por contar sobre sus vidas, el trabajo y situaciones que habían estado pasando en la ciudad.

"Yo estuve ahí" comentó Pao mientras se terminaba de amarrar su cabello en una coleta y hacia una mueca de desagrado "no solo el tipo me llevó a acompañarlo a comprar unos tenis de edición limitada, si no que aparte, cuando se desató el caos, el hombre corrió y me dejó ahí sola a mi suerte".

"Espera" a Lu, un chico que a simple vista podría parecer el típico sabelotodo del grupo, se le iluminaron los ojos "¿entonces viste a DBK y a su hijo?".

"¿Verlos? Podía olerlos de lo cerca que estaba de ellos" contestó ella.

"¿Pero no les parece extraño?" cuestiono Miztli después de oír la historia, ciertamente no sonaba muy lógico que un demonio del calibre de DBK fuera solo por unos tenis de edición limitada.

"¿Para que querría alguien como DBK unos tenis?"

"Por la misma razón que ese par de demonios busca problemas siempre compran un té helado a mitad de semana" contestó Cris con una sonrisa. "Los tiempos han cambiado, ya hasta existen negocios con dueños demonios" dijo mientras le daba una mordida a su bombón a medio quemar "yo digo que ya es algo normal".

"Claro, es super normal ir a robar unos tenis antes de salir a controlar a la ciudad" Miztli no estaba muy convencida.

"¿Qué acaso tú no te querrías ver fabuloso el día que logres conquistar el mundo?" Lu intentó hacer una pose de súper modelo, pero casi se cae de espaldas.

"Y por eso me moví a los pueblos más alejados" comentó Guil, un chico de cuerpo delgado pero muy alto "yo no sé cómo ustedes pueden aguantar todo eso" se pasó las manos por el rostro dando a entender que la idea de toparse de frente con alguien así le ponía los pelos de punta.

"Te acostumbras" Miztli le dio una palmada en la espalda y le mostro una sonrisa amable intentando calmarlo.

"Aun así" comenzó Ari tomando un bombón y acercándolo al fuego "eso no explica todo lo qué pasó ese día".

El templo en la montaña [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora