Gigante tenía un problema del cual no se había curado desde que era un niño, no importa cuántos murmullos o malos rostros recibieran sus canciones o comidas el simplemente los ignoraría y se convencería así mismo que nunca existieron.
No era raro que el rostro incomodo y el pedido de que se alejara de Ochaco no le afectará y que decidiera salir a seguir buscándola.
Sueno camino varios pasos atrás de su amigo aún incómodo por lo que pasó con la madre de Ochaco—emmm…gran Gigante creo que deberíamos desistir esta vez—murmuró con algo de miedo.
Gigante negó con su cabeza—estoy seguro que le alegra mucho mi regalo… además si no lo hacemos hoy las flores se marchitaran—Sueno soltó un suspiro y continuó siguiéndolo.
Luego de más de media hora buscándola al fin la vieron sentada en una mesa café en medio de un pequeño claro en la montaña de detrás de la escuela.
Gigante sonrió y camino hacia ella sin notar que no estaba sola, el primero en notar la presencia del zorro y el gorila fue Doraemon cuyo rostro antes sonriente pasó a uno incomodo.
Nobita miro extrañado a su amigo—¿Qué sucede...? —preguntó sin embargo Doraemon no respondió aún más extrañado dirigió su vista hacia donde veía su amigo y entonces lo entendió, Ochaco casi de inmediato se acerco a Nobita.
Una vez Gigante estuvo al frente de ellos—¡oh bella Ochaco por favor recibe este humilde obsequio! —dijo de manera muy dramática poniéndola muy incomoda, Nobita inmediatamente la tomó de la mano y la jalo atrás de él—renacuajo…—gruñó nada contento con lo que vio—hazte aún lado no vez que interrumpes—
El rostro de Nobita se agrio—el que interrumpe eres tu, no vez que estamos muy ocupados—le respondió sin una pizca de miedo.
Gigante gruño y acerco su mano hacia el chico de anteojos con la intención de tomarlo por la camiseta y arrojarlo lejos, Ochaco se dio cuenta de sus intenciones por lo que dio un paso al frente—¡ espera! —dijo fuertemente paralizándolo—no entiendo por qué habrías de regalarme flores—preguntó genuinamente confundida.
Gigante se sonrojo levemente, provocando que Nobita se enoje—me… gustas—le dijo directamente.
Nobita miro con enojo a Takeshi, era curioso ya antes había sentido celos cuando Shizuka prefería Dekisugi por enzima de él, sin embargo lo que estaba sintiendo ahora lo eclipsaba por completo, quería tomarla de la mano y llevársela corriendo de aquel lugar…pero sabía que no podía, si Ochaco aceptaba esas flores o no era únicamente su decisión el no era nadie para meterse.
Ochaco negó con la cabeza—lo siento…pero no siento lo mismo—dijo con algo nerviosa tomando de manera inconsciente la mano de Nobita—agradezco el presente pero no creo que esté bien que lo reciba—
Gigante frunció el ceño y la miro fijamente notando como sostenía firmemente la mano de Nobita—te demostrare que soy mejor que el—murmuró con una tranquilidad que inquieto a Suneo y Ochaco los cuales pudieron escucharlo—nos vamos Suneo…—
Doraemon suspiro—al fin se fueron…—dijo con mucho alivio—eso fue muy extraño—murmuró casi sin creerse lo que acaba de ver.
Ochaco miro el ceño fruncido de Nobita, ella simplemente lo abrazo—tranquilo no dejemos que nos amargue el día—murmuró con un tono tranquilo, grande fue su sorpresa cuando sintió como Nobita también la abrazaba—disfrutemos lo que resta del día juntos—murmuró suavemente escondiendo su rubor en el pecho de Nobita.
Doraemon se mantuvo al margen muy sorprendido—vaya…—murmuró mientras metía la mano en su bolsillo sacando el álbum del futuro, cuando lo abrió vio la que debería ser la foto de Shizuka en su boda con Nobita con el rostro muy borroso—esto no me lo esperaba, el futuro está cambiando—siguió pasando las hojas y cada foto era igual, si las cosas seguían como estaban el futuro en el que Shizuka se unía con Nobita desaparecería—me preguntó si es bueno o malo—
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Sueno caminaba atrás de Gigante, el no era tonto y Gigante tampoco por lo que ambos notaron que la razón del rechazo de Ochaco era por ya había elegido a Nobita—‘no puedo culparla’—pensó, si bien Nobita podía ser egoísta y vengativo lo era solamente si era molestado mientras que Gigante era mala persona solamente por que disfrutaba ser así.
Sin embargo sabía que aún con el rechazo Gigante no se rendiría jamás dejaría que crean que Nobita es mejor que el en algo…si bien al principio puede que Ochaco le gustara ahora no era más que un capricho que cumpliría por el gusto de tenerla y joder a Nobita de paso.
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Shizuka caminaba en círculos en su habitación—me preguntó si ya llegó….—murmuró deteniéndose—debería llamar de nuevo o tal vez irlo a buscar—
La duda de que estaba haciendo con Ochaco la estaba matando, tal vez fueron a una cita los dos juntos—imposible Doraemon esta con ellos…—se respondió a sí misma, por que de pronto Ochaco se empezó a interesar por Nobita, el era de ella…ella era la que más lo conocía, ella era su mejor amiga…a ella le gustó primero…no iba a dejar que se lo arrebaten
