La noche llego y lo que se suponía que sería una salida en la que habría reconciliaciones se convirtió en la escena de imposible crimen, los jóvenes y el robot niñera permanecieron en silencio mientras oían las sirenas de los policías acercándose a ellos.
Gigante se retorcía con miedo que no tardo en transformarse en terror al sentir como el sonido de los policías se acercaba más y más—Nobita...—murmuro mirándolo, Ochaco que se encontraba a lado de su novio se escondió rápidamente tras de el—esto fue un error...—mustio empezando a llorar por el miedo—estaba bien acepto que lo que estaba por hacer estaba mal—como pudo consiguió ponerse de rodillas—por favor perdónenme....es más si quieres te dejo golpearme pero no me mande con los policías—rogo desesperado por no ir preso como castigo por lo que pretendía hacer.
Nobita lo miro como si fuera un estúpido, en qué mundo lo que pretendía hacer se perdonaba con una simple disculpa y una golpiza—acaso eres un estúpido...—dijo, ganándose una mirada enojada del joven corpulento quien noto que humillarse no le sirvió de nada—algo como esto no se resuelve así...esta vez tendrás que sentir las consecuencias de tus acciones—
Gigante se quedó pasmado mientras lentamente se giraba hacia Suneo con la esperanza de que este haga algo sin embargo este simplemente le dio la espalda.
Tres patrullas llegaron al claro de ellas se bajaron dos oficiales los cuales inmediatamente se acercaron a Gigante ya que al ver que era el único atado intuyeron que él era el responsable del intento de violación del cual fueron informados, uno de ellos se acercó a Nobita y el resto.
—Lamentamos la demora...—dijo inclinándose un poco—sé que tal vez esto les incomode pero tienen que venir conmigo como testigos, mientras que la joven a la cual se intentó hacer daño tiene que hacer la demanda formal—uno a uno asintió—se me olvidaba que en vista de que son menores de edad tendremos que llamar a sus tutores legales—
°°°|
Treinta minutos después se encontraban en la comisaria, Ochaco estaba siendo asfixiada por el abrazo de su madre mientras que repetidamente le preguntaba si se encontraba bien.
Ochaco suspiro—estoy bien mamá...—dijo, sin embargo todo su cuerpo temblaba estaba segura que se salvó únicamente por que Nobita nunca confió en Gigante y por el aparato de Doraemon, sin ellos la historia habría sido otra.
—me alegro...solamente espero que no mienta y de algún modo intente salvarse del problema en esta metido—dijo la mama de Ochaco con enojo.
Doraemon junto con Nobita se acercaron a ellas—no lo hará...—dijo el robot niñera mostrándole el aerosol que había usado en Gigante—este es una gas que te obliga a decir la verdad y su efectividad es de 48 horas más que tiempo sufriente para que los oficiales terminen con su interrogatorio—
Nobita asintió antes de ser abordado por un abrazo de la madre de Ochaco—gracias...muchas gracias por cuidar de mi hija—le agradeció muy feliz de no haberse equivocado con el joven, Nobizuke y Tamako miraron a su hijo con orgullo— ¿no te duelen mucho las heridas? — le pregunto viendo con preocupación lo moretones y la sangre seca en el rostro del novio de su hija.
—Mientras no haga ningún tipo de expresión... —respondió Nobita sabiendo bien que mentir en aquella situación estaba mal, le habría encantado que Doraemon lo curase para no preocuparlos pero esta vez no se podría ya que sus heridas eran evidencia—"supongo que esta vez tendrán que curarse naturalmente" —pensó con algo de pesar.
El sonido de una puerta abriéndose se escuchó y de ella salió la señora Gōda y Jaiko la cual parecía a ver llorado sin embargo ahora tenía su mirada fija en el suelo esperando que nadie pudiese ver la vergüenza y la decepción plasmadas en su rostro, las dos se arrodillaron frente a Ochaco y su madre hasta el punto en el que sus frentes tocaron con el suelo.
—Lo siento mucho... —dijo la señora Goda en un tono muy dolido, Gigante al verse a acorralado había abierto la boca y conto como su padre al parecer hacia lo mismo en los clubs nocturnos—esto es mi culpa por favor perdónenme...—cuando lo investigadores inculcaron más en su mente en búsqueda de lo que lo pudo haber influenciado a hacerlo el únicamente les conto como ella era una muy mala madre y que lo golpeaba cuando era niño.
Ochaco las miro en conflicto, no entendía por qué se disculpaba cuando ella no le había hecho nada, miro a su madre quien solamente las miraba e silencio—sé que a veces como padres sentimos que las malas decisiones de nuestros son nuestra culpa—dijo la mamá de Ochaco arrodillándose para estar a la altura de las Gouda—sin embargo ellos ya son casi adultos...no niños que no saben lo que están haciendo ya saben que está mal o bien—con lentitud le puso la mano sobre el hombro—usted no es quien debería estar pidiendo perdón, levántese no le enseñe a su hija que debe estar pidiendo perdón por los errores de los demás—
Jaiko ayudo levantarse a su madre—vamos mamá, tenemos que descansar—la dos caminaron y salieron de la jefatura.
Tamako se acercó a ellos—sé que no es momento pero... ¿Qué haremos ahora? — pregunto haciendo que todos guarden silencio, era más que obvio que la gente empezaría a hacer preguntas y lo último que necesitaban era que la gente empezara a molestar a Ochaco con preguntas y a lo que quedaba de la familia de Gouda.
—si dejamos que esto se sepa Jaiko y su mamá se verán forzadas a irse debido a como la gente hablara mal de ellos—dijo Nobizuke con algo de pesar debido a que la señora y la joven que había visto también se verían afectadas aun cuando no habían hecho nada.
Todos voltearon a ver a Ochaco era a ella a la que quisieron hacer un mal y por lo tanto todos sabían que debía ser ella la que decidiera que era lo que deberían hacer—el día de mañana muy temprano hablaremos con la señora Gouda, Shizuka y con Suneo—un suspiro muy tembloroso escapo de sus labios—estoy segura que lograremos llegar a un acuerdo en el que ninguno dira lo que sucedió esta noche...intentar olvidar lo que sucedió hoy creo que es lo mejor para todos—
°°°°
Suneo llego a su casa y se encerró en su habitación sin saludar a sus padres—lo de hoy...—murmuro temblando sabiendo que si Gigante le hubiese hablado de su plan con anterioridad lo más seguro era que quiera o no lo hubiese obligado a participar—...yo también estaría—agrego imaginándose a él encerrado en una celda con Gigante, su rostro se pus pálido ante aquella idea—que carajos he estado haciendo con mi vida—
Recuerdos de él siguiendo y haciendo todo lo que Gigante le decía inundaron su mente, cada uno de ellos haciéndolo sentir como basura putrefacta e indeseable, con mucha fuerza se revolvió su cabello mientras sentía como la culpa por sus acciones pasadas inundaba todo su cuerpo con una sensación desagradable.
—Tal vez pueda pedir perdón—murmuro aun sintiéndose intranquilo—tal vez aun no sea demasiado tarde para hacerlo...—agrego intentando calmarse cuando una idea se hizo clara su mente; el día de mañana se disculparía con todos en especial con Nobita e independientemente de que acepten o no sus disculpas el ya nunca seria así...aquella noche el viejo Sueno murió
°°°°
—Ya veo...—murmuro la madre de Shizuka la cual se encontraba en el cuarto de su hija ya que cuando llego noto como ella había estado llorando y eso la preocupo, su hija termino contándole detalles de su fracasada confesión dejando de a fuera lo que ocurrió con Gigante, puede que este enojada con Ochaco pero ella no la expondría así—cometiste varios errores—dijo sus madre con suavidad— el más grave de ellos fue no apoyarlo...la mayoría de los hombres solamente quieren eso de su persona especial, alguien que vea lo bueno y lo malo en ellos y aun así se quede...su fuerza su debilidad que un viendo que ellos pueden no ser el mejor en todo lo aceptes—con suavidad peino el cabello de su hija— lo perdiste cuando le pediste que se disculpara por algo que el no inicio y más aún cuando no apoyaste su decisión de alejarse de alguien que incluso tu sabes que no es un buen amigo—
Shizuka dejó escapar varias lagrimas—¿Qué debo hacer ahora? —pregunto, su madre seco sus lagrima con delicadeza mientras le regalaba una sonrisa reconfortante
—no podemos obligar a alguien que nos ame, pero siempre podemos rogar por su felicidad...puede que eso no sea lo que tu corazón quiera pero créeme si realmente amas a una persona mientras ella sea feliz basta...y con el tiempo tu corazón aceptara eso—dijo su madre mientras se levantaba—vamos a cenar—
