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A paso suave empezó a caminar hacia su hogar todos con los que se cruzaba le dirigían miradas curiosas debido a lo sucias que estaba su ropa y por los varios golpes en su rostro que más pronto que tarde se convertirían en moretones.

Shizuka caminaba alado de él mirándolo con preocupación— ¿Por qué has hecho esto? —Nobita giro levemente a ella dirigiéndole una mirada confundida—por qué peleaste con Gigante...—agrego, Nobita la miro por unos instantes antes de girarse y seguir caminando—...por qué me estas ignorando—le dijo jalándolo de su camiseta

—no te ignoro...es solo que creí que esa pregunta ya tenía respuesta—respondió el azabache deteniéndose—no puedo dejar que me siga pisoteando ya no tenemos 10 años...este ciclo me está cansando, sabes empiezo a pensar que debería alejarme de el—nuevamente empezó a caminar.

—Alejarte...—murmuro Shizuka con temor—por qué lo harías, son amigos —Nobita gruño haciendo que Shizuka de un salto asustada

—No quiero seguir esperando a que Gigante decida que ya no quiere ser un abusivo—Nobita giro su rostro levemente—...creí que me entenderías...yo creo que debes irte—dijo mientras continuaba con su paso sin voltear a ver perdiéndose por completo el rostro dolido lleno de lágrimas de Shizuka

Al fin llego a su hogar y mentalmente agradeció a Kami-sama que su madre no haya estado en los pasillos después de todo lo último que quería era que lo viera así y preocuparla

— ¡Nobita que te paso! —Grito el robot niñera apenas lo vio pasar por la puerta—fueron Gigante y Suneo otra vez verdad—agrego no como pregunta si no como afirmación, Nobita sintió y le conto lo que sucedió—me gustaría mucho decirte que pudiste resolver las cosas de otro modo, pero sé que hay personas que no entienden con palabras... me pone feliz que te hayas defendido—murmuro mientras metía las manos en su bolsillo y sacaba el maletín de doctor—ven curemos esas heridas antes de que tu madre las vea y se preocupe—

Una vez curado Nobita quedo como si nada le hubiese pasado—puedes prestarme el pañuelo del tiempo—le pregunto mientras se quitaba los lentes los cuales tenían las lunas trisadas—con esto quedo—agrego luego de cubrir sus lentes y que quedasen como nuevos.

Doraemon sonrió—planeas salir a jugar o talvez harás los deberes—pregunto aventurándose un poco en la última parte esperando que el azabache se sentara al escritorio igual que el día de ayer

Nobita se puso los lentes y soltó un suspiro—hoy no tengo deberes...pero me gustaría pedirte un favor—dijo mirando a Doraemon quien asintió—podrías darme algún juego en el que se puedan aprender cosas—

Doraemon lo pensó por un momento antes de meter sus manos en su bolsillo sacando una caja de 60 cm con la figura de dos caballeros con una espada peleando con un dragón—este juego es para dos personas, en el camino las dos personas tienen que apoyarse para resolver problemas desde matemáticos hasta preguntas de cultura general, cada pregunta correcta aumenta su poder para derrotar al dragón—

Nobita sonrió con algo de emoción—juguémoslo ahora Doraemon parece muy entretenido—Doraemon agacho la cabeza y se empezó a sonrojar

—Yo...lo siento pero ya he quedado con Mii—murmuro viéndose sumamente nervioso—lo siento por no acompañarte...pero te dejare la puerta mágica para que puedas invitar a Shizuka— dijo antes de ponerse un gorrocoptero y salir volando por la ventana

Nobita miro la puerta por unos instantes antes de levantarse abrirla cuando lo hizo inmediatamente se congelo cuando escucho la voz de quien el había proclamado como su rival.

—...no te preocupes yo te hare compañía y te escuchare—la puerta había aparecido un poco alejada de la puerta de la casa de Shizuka, por lo que no podía verlos y asumió que ellos tampoco—...me sorprende un poco el cómo me contaste que se comportó—

El sonido del llanto de Shizuka se escuchó—sabía que podía contar contigo—hubo una pausa en la que no se pudo escuchar nada—siempre puedo contar contigo—repitió, el sonido de la puerta de Shizuka sonó indicando que los dos jóvenes habían entrado

Nobita retrocedió a su habitación con un semblante triste, al parecer ella no entendía el porqué de sus acciones, tal vez fue muy agresivo con ella sin embargo no entendía por que parecía que ella era la más afectada en todo esto cuando siempre estuvo en el lugar del espectador.

—...me duele—murmuro débilmente llevándose una mano al pecho, una lagrima traicionera se le escapo—le prometí que haría amigos—dijo mientras cruzaba nuevamente la puerta esta vez apareciendo en una casa no muy distinta a la suya

Presiono el timbre un par de minutos después la puerta fue abierta por una mujer de la misma estatura de su madre de pelo castaño muy largo y expresión tranquila— ¿en qué puedo ayudarte?—pregunto

Nobita se paró lo más recto que pudo—buenas tardes señora, me preguntaba si se encontraba Ochaco— la señora lo miro por unos instantes como si estuviera estudiándolo antes de asentir y dirigirse al interior de su casa

La señora subió a la segunda planta y golpeo levemente la puerta de su hija, cuando no escucho respuesta abrió la puerta y vio a su hija acostada escuchando música con unos audífonos mientras leía unos mangas—un amigo vino a buscarte—le dijo con una sonrisa, Ochaco se levantó y se quitó los audífonos con una mirada confundida—me parece que es...como se llamaba el joven...Nobi si era Nobi—Ochaco miro a su madre con preocupación—no tengo problema con que seas amiga de el—

—Enserio—dijo Ochaco muy sorprendida pues esperaba que no le permitiera llevarse con el debido a sus bajas notas

—claro, he escuchado muchas cosas sobre él y realmente me parece una buena persona para que sea tu amigo—le respondió su madre la cual si bien había escuchado de las malas notas del joven también había escuchado que era muy noble y considerado cualidades suficientes para que este en su libro bueno

Ochaco sonrió se quitó completamente los audífonos se peinó ligeramente el cabello y aliso su ropa con sus manos—regresare antes de que se haga muy tarde—le dijo mientras cruzaba alado de su madre

"¡diviértete!" le grito su madre cuando ella se encontraba en el final de las escaleras

— ¡lo hare! —respondió mientras caminaba el pasillo algo ansiosa hacia la puerta, y ahí vio al azabache viéndola con algo de nerviosismo—me buscabas—

Nobita asintió notándose algo nervioso—yo...bueno Doraemon me dio un juego—la sonrisa en el rostro de Ochaco creció poniéndolo aún más nervioso por alguna razón—y me preguntaba si tu querías venir a jugar conmigo—

Ochaco asintió—me encantaría—dijo con una sonrisa—vamos—agrego mientras se acercaba al azabache  

FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora