La joven tardó menos de cinco minutos en aparecer corriendo desde la esquina de la calle de la comisaría. Llegó jadeando, se apartó los mechones de pelo castaño de la cara, y sorprendió al jefe con unas pocas palabras.
- Vengo a colaborar –sus ojos brillaban con decisión, y secó con un solo movimiento su frente empapada en sudor justo antes de entrar junto con el jefe.
Su paso era firme, fuerte. Era una mujer impetuosa y decidida. Había demostrado saber lo que estaba a punto de hacer en cuanto se apoyó en la mesa sin siquiera sentarse.
- Dispara, quiero pillar al cabrón.
- Tranquila, leona. Primero quiero hacerte unas preguntas para entrar un poco en contexto. Cuéntame lo que sepas de la relación entre Sofía y Toni.
- ¿El qué, exactamente?
- ¿Se llevaban bien? ¿Sofía te contó alguna vez algo en relación a él?
- Problemas había, como en todas las casas jefe. La cosa es que estos dos eran tal para cual, no se peleaban a penas, y cuando lo hacían era por gilipolleces.
- ¿Cómo cuáles?
- Pues cosas como quien de los dos era más despistado, o cuando a Toni se le olvidaba sacar la basura o darle los buenos días. Gilipolleces, eran muy felices.
- Entiendo. ¿Sabes de alguna mala relación que tuviera Toni con alguien? ¿Algún conflicto?
- Nada de nada, siempre fue un tío muy pacífico – al ver el rumbo que tomaba la conversación, la joven se sentó en la silla y cruzó las piernas. – No entiendo por qué hicieron eso...
- Pagará – el jefe vio como la joven apretaba los puños - ¿Qué sabes del estado actual de Sofía?
- Está jodida, la pobre no lo tiene fácil...
- ¿Has ido a visitarla?
- No quiere, desde que la mandaron a esa casa no quiere...
- ¿La mandaron?- ahora sí que comenzaba a preocuparse.
- Sus padres, no la aguantaban. Decían que lloraba día y noche, y Don Armando necesitaba dormir para rendir en el trabajo- la joven dijo eso último con un tono diferente- Aun así van a verla todos los días y... la cuidan –el tono tembloroso de ese comentario levantó sospechas.
El jefe miró a la joven, cuyos puños seguían tensos. En ese momento aprovechó su oportunidad.
- Lo sabes tú también, ¿verdad?
- Y no soy capaz de entenderlo...-la joven negaba con la cabeza mientras miraba fijamente al suelo.
- Yo tampoco, es horrible... - el jefe no sabía nada, pero ahora que había obtenido algo de información extra utilizando la ira de la joven, podía llegar al fondo de ese lío.
- No es un hombre respetable, un hombre respetable no hace eso. Es asqueroso. Es su mujer, y su hija tampoco... - la joven comenzó a sollozar y se llevó las manos a la cabeza, agarrando su pelo con fuerza.
El jefe se inclinó y extendió su brazo sobre el hombro de la joven.
- ¿Sofía...?- el jefe comenzaba a deducir cual era el problema.
- A veces... llegaba con moratones - la joven se secaba las lágrimas.
Ahora lo sabía. Sofía no sufría solo por la muerte de su amado. Ahora todo iba cobrando sentido. Pero, ¿y lo de los susurros?
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El Embalse
Mystery / ThrillerLas aguas del embalse se tiñen de rojo, un rojo misterioso que aterroriza a todo un pueblo. Será tarea del jefe de policía el resolver la confusa ola de asesinatos que lo priva del sueño.