III

281 7 45
                                    

Mi abogado me obliga a decir que el siguiente texto contiene escenas sexuales medianamente explícitas, o en pocas palabras SEXOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Leer bajo su propiobriesgo uwu
~🍆🍑🍆🍑🍆🍑~

No tardó mucho para que Clef saliera corriendo en busca de venganza y evitar ser abandonado. Cuando por fin se quedaron solos, empezó el interrogatorio.

—¿De verdad te sientes bien?

—Lo hago ¿Por qué la pregunta?

—Le acabas de confiar a Bright la cosa que creó está situación, peor aún, él creó está situación.

—Te preocupas de más. Ya he hablado con el consejo O5 y dieron la aprobación para que se hiciera cargo de la investigación.

—Y supongo que también tienes su permiso para seguir trabajando...

—Es correcto. Tendré sesiones quincenales con Glass para detectar alguna clase de cambio preocupante, más aparte ya se prepara un plan de contención si mi comportamiento llega a ser extraño.

—Hm...

—Pero el papel más importante lo tienes tu, Ice... Julian. – El nombrado se sonrojó tanto que pudo sentir como si su temperatura estuviera normal nuevamente.

—Ya estás actuando extraño...

—No lo hago. Solamente quise llamarte por tu nombre, y así lo hice.

—Ah, bien... Si tú lo dices. – Y sin una palabra más, ambos volvieron al trabajo.

O al menos Julian lo intentó.

Por más que trataba de concentrarse en el papeleo frente a él, no podía evitar desviar su mirada a Gears. Lo llevaba haciendo un par de horas ya, haciendo que fuera imposible para el Alfa ignorar la situación.

En una de tantas miradas discretas, Charles se quedó observándolo también, logrando poner al Omega más que nervioso, pues había sido descubierto por fin. Fingió estar concentrado en su trabajo, casi pegado al papel por bastante tiempo. Cuando creyó estaba a salvo, volvió a levantar la mirada, está vez de forma más discreta, pero en su lugar ya no estaba Gears.

Al dar un rápido vistazo por el resto de la oficina, se encontró con que ya estaba a su lado.

—¡Ah- yo- tu-! ¿Qu-que sucede?

—Me observas demasiado, más que de costumbre.

—No es cierto.

—Tus nervios dicen lo contrario

—¿Nervios? ¿Quién está nervioso? Yo no ¡Jajaja! – Ahora era más que obvio.

—¿Acaso te incomoda mi apariencia actual? – Pregunto Gears mientras se agachaba ligeramente para acercarse más a Iceberg.

—¡Claro que no!

—Entonces será que te gusta de más.

—¡N-no!

—¿No te gusto?

—¡No es eso?

—A mi me parece que es eso.

—¡Claro que no, me encantas! – Gears sonrió satisfecho, mientras Julian cubría su boca. —Tu... ¡Me manipulaste para decirlo!

—Claro que no.

—... ¿Quién te enseño eso?

—Bright.

—Ah, tiene sentido.

Seis Horas De Sexo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora