Saquenmen de Aquí

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(Primer Relato)

 
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El joven peliplata había optado por trabajar como taxista los fines de semanas, para así poder lograr ahorrar dinero, para una futuras vacaciones, las cuales junto con su hermano menor Inuyasha, habían planeado desde hace mucho tiempo ya.
Entre los gastos de la Universidad, los materiales que requerían en esta, el dinero no era algo que sobraba.
Inuyasha hacía lo suyo también y trabajaba como repositor en un supermercado, al igual que él, solo los fines de semana.

El día había transcurrido como cualquier otro, calmo pero por suerte con bastante trabajo.
Su reloj de muñeca marcaban las 11:15 PM.
No faltaba nada para la media noche, ya volvería a su apartamento, solo esperaba que su hermano le haya guardado algo de cenar.

El último viaje lo había llevado a tomar una carretera desconocida para él, ubicó su celular y prendió el GPS para que lo guiara, pero por una extraña razón, este, no funcionaba.
El joven emitió un bufido, sin percatarse que había comenzado a adentrarse por una carretera abandonada.

A los lejos entre la neblina de la noche, lograba divisar un gran paredón de concreto, en donde sobresalían estructuras grandes bastante antiguas, con cruces al estilo gótico en sus puntas.

__ Un cementerio __  susurró, y un escalofrío recorrió todo su cuerpo, al recordar, que jamás había pisado uno.

Cuanto más se iba acercando a este, una silueta de una joven se lograba apreciar en la inmensidad de la oscura noche.
Sesshomaru se preguntaba que hacía una mujer sola, en un lugar desierto, donde lo único que podía apreciarse eran las estructuras de aquel viejo cementerio en ruinas.

No había nadie más, el estaba seguro, pues solo lograba ver aquella femenina figura. Disminuyó la velocidad a pesar que algo le decía que siguiera, la curiosidad siempre característica de él, ganó.

La joven se econtraba de pie mirando un punto fijo, estaba de espalda hacía la carretera, lo cual inquietaba aún más al joven.

-- Uniforme -- pensó, al notar que llevaba una falda en color verde tableada con una pequeña camisa blanca mangas cortas y unas medias al igual que esta blancas, que cubrían parte de sus piernas.

Sesshomaru aún más asombrado por su nuevo descubrimiento, freno de golpe.
El no podía dejar a una niña sola en medio de la nada.
El era un hermano mayor, tenía una hermana pequeña a la cual siempre había protegido con uñas y dientes y si algún día se encontrase "perdida" , como aparentemente está niña lo estaba, o al menos era lo que el creía, le gustaría que un alma bondadosa actuara como lo estaba a punto de hacer él.

Freno su auto delante de ella, que pese al ruido de este, la niña nunca se inmutó a voltear.

__ Oye niña , te ecuentras bien? __ preguntó el joven, que no había descendido del auto, pero si había bajado la ventanilla para poder hablarle.

La joven lentamente fue girado hasta mostrar su rostro frente a él con una mirada pérdida.

La joven lentamente fue girado hasta mostrar su rostro frente a él con una mirada pérdida

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