El vecino del frente.

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Un mes había pasado desde la boda de Senri y Rima. Un mes en el cual la relación de Kaname y Kain estaba más y más desgastada. El castaño aún no hablaba con su familia y eso a Kain no le parecía, por lo que las discusiones y los silencios eran cada vez más continuos.

Coincidentemente el cumpleaños de Kain y Senri era el mismo día. Kaname pensando que al ser un día miércoles su novio iría a trabajar, lo que le daría tiempo de ir solo, al almuerzo que Rima había organizado, pero su novio había avisado en su trabajo que no iría para pasar el día de su cumpleaños con su pareja.

La decepción en el rostro de Kain, fue evidente. Pero Kaname se había comprometido a que tendrían una romántica cena, que eligiera el restaurante y el hotel. Pero el rubio prefirió hacer una cena en casa, al hombre le encantaba cocinar y esa noche deleitaría a su novio con una lasaña mixta y un budín de trufas.

Desde temprano el rubio se dio a la tarea de ir de compras y preparar la cena, compró un arreglo floral para la mesa y se puso manos a la obra. A eso de las siete de la tarde escuchó gritos desde el departamento de sus vecinos, de la pareja de rubios, de esos que cada cierto tiempo les regalaban a sus vecinos ruidos molestos.

Pasadas las diez de la noche Kain recibió un mensaje de su novio diciéndole que llegaría algo tarde y que lo disculpara. Sintiéndose abandonado por su novio tomó su teléfono y lo llamó.

- No te enfades. Pero no puedo volver a casa en este momento, te prometo que el fin de semana te lo voy a compensar - se disculpa Kaname

- Kaname, dijiste que llegarías temprano, tengo todo listo. Por favor no me hagas esto -

- Kain, no puedo. De verdad me gustaría estar allá contigo, pero mi familia no dejará que me vaya -

- No eres un niño, no pueden detenerte contra tu voluntad - razona Kain

En ese momento Zero se acercó a Kaname y sabiendo que hablaba con Kain, le quitó el teléfono al castaño de las manos.

- Kaname y nuestros amigos iremos a tomar unas copas. No seas tan demandante. Eres una verdadera molestia, deberías dejar a mi amigo en paz, enfermo - dice Zero intentando que Kaname no le quitara el teléfono

- ¡Zero! Suelta mi celular - Forcejeaba Kaname - No tienes derecho a decirle eso -

- Acaso miento. Estábamos teniendo un buen rato hasta que ese enfermo te llamó - y apagando el teléfono se lo entrega a su amigo

- Zero, no interfieras en mi relación. Por favor -

- ¿Cuál relación? Tú no quieres a ese tipo. Si lo quisieras estarías con él en este preciso momento, pero has sido incapaz de contarle a tus padres -

- Tengo miedo. No quiero que me rechacen -

- Sabes que eso no es verdad. Pero en fin - Y quitándole el celular lo enciende - Llámalo. Avísale que vas de camino -

Kaname dio media vuelta y volvió con todos los demás invitados.

En tanto Kain estaba furioso, quería tomar sus cosas y salir de ese departamento y no volver a ver más a su novio. Estaba por tirar la cena a la basura cuando nuevamente se escuchó un golpe contra la pared y un quejido, eran nuevamente sus vecinos. Salió completamente molesto, no alcanzó a decirle nada al sujeto que pasó por su lado, era uno de sus vecinos. Se acercó a la puerta que había quedado abierta.

- ¡Pondré un reclamo contra ustedes! - Grita Kain hacia el interior del departamento - Estoy cansado de los gritos de ustedes y de los golpes -

- Yo... Yo también estoy cansado de los golpes - susurra una voz llena de tristeza desde detrás del sofá

Kain miró en todas las direcciones, ¿De dónde provenía esa voz? Sin pensarlo mucho se introdujo dentro de ese lugar. Era un departamento muy lindo, con muebles costosos y una fina decoración, estaba mirando todo con mucha detención, cuando lo vio detrás del sillón, sus ojos celestes llorosos y su mejilla inflamada.

- ¿Estas bien? - le dice al momento que se agachaba para quedar a su altura

- Sí, pero como pudiste entrar aquí - pregunta el chico limpiando un hilo de sangre que salía de su nariz

- La puerta estaba abierta - y sacando la mano de Hana de su rostro - Dios... como te ha dejado el rostro -

- Fue mi culpa - responde bajando la mirada - Siempre es mi culpa -

- Haya pasado lo que haya pasado, no tiene derecho a golpearte - dice Kain ayudando al chico a ponerse de pie - ¿Quieres que llamemos a la policia? -

- ¡No! - grita asustado Hanabusa

- ¿Tienes un botiquín de primeros auxilios aquí? -

- No tengo -

- Entonces, vente a mi casa, allí tengo uno - dice Kain tomando la mano del joven lastimado.

Hana se dejó guiar, aunque tenía mucho miedo, de que su novio lo viera en compañía de ese amable hombre, sintió la necesidad de ir con él. Kain lo sentó en uno de los sillones de su sala y fue por el botiquín, al volver a la sala el hombre se acomodó en la mesita que había frente al sofá y limpió las heridas del joven, la sangre de la nariz ya se había detenido, tenía un raspón en la ceja que seguramente le dejaría marcas por algunos días y sobre ese pómulo que ya estaba algo amoratado, puso una bolsa de hielo.

- Desde que llegué a vivir a este edificio, se pueden oír claramente los golpes desde tu departamento ¿Por qué no lo has denunciado? -

- Es mi novio - responde el chico - Y lo quiero mucho -

- Pero creo que él no te quiere mucho a ti -

- Eso es mentira - responde con una voz que a cada momento era más baja - Él me aceptó a pesar de todo lo que yo hice -

- ¿Y qué hiciste? -

- Algo muy sucio -

- Nada de lo que hayas hecho justifica que te trate de esta manera - dice Kain tomando el rostro del joven entre sus manos

- Usted no me conoce, por eso me trata bien - y bajando nuevamente la cabeza - Debo volver a mi departamento -

- Es peligroso, que pasará si él vuelve y te golpea otra vez -

- No pasará -

- ¿Cómo lo sabes? -

- Tiene turno en el hospital, Takuma es un doctor muy responsable -

Kain quedó asombrado de saber que semejante animal, fuera doctor. Como ese hombre podía salvar vidas y también estar a un paso de acabar con otra.

- No te vayas. Quédate conmigo - y recordando su cena fallida con su novio - ¿Ya has cenado? -

- No -

- Preparé una cena especial para celebrar mi cumpleaños con mi novio, pero él no regresará, tiene muchas cosas más importantes que estar conmigo. ¿Me acompañarías a cenar? Por favor -

Hana semi sonrió y aceptó la cena, pero dijo que antes tenía que ir a su departamento, prometió que volvería pronto.


Te amaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora