Te amaré

Hana y Kain

Kain corrió hacía la escala de emergencia seguido por Kaname, al llegar piso de abajo, se encontraron con un iracundo Takuma quien sin ninguna compasión pateaba a Hana que casi había perdido el sentido. Kain corrió y de una sola patada mando a Takuma algunos escalones abajo.

-¡Hana! - grita espantado al ver como la sangre salia del abdomen del jovencito rubio - ¡Hana, mi amor no puedes dejarme! -

Kaname le había dado alcance al atacante, pero tuvo que dejarlo ir cuando Kain lo llamó, necesitaban llevar a Hana al hospital o el chico se iba a desangrar. Mientras Kain intentaba detener la hemorragia con sus manos, Kaname llamaba a emergencias, cuando llegaron los paramedicos, Hana llevaba ya algunos minutos inconsciente lo subieron rápidamente a la ambulancia. Kaname tomó a Kain de la mano y lo subió hasta su automóvil y siguieron el vehículo de emergencia.

Hana llevaba una hora en el quirófano cuando los padres de Hana aparecieron y con ellos el abuelo de Takuma.

- ¿Usted trajo a mi hijo hasta el hospital? - dice la mujer a Kaname

- Sí, llamamos a emergencias en cuanto pudimos, intentamos retener al agresor, pero fue imposible -

- Pero no entiendo, ¿Acaso mi hijo fue asaltado en su propia casa? - hablo el padre de Hana

- ¿Asalto? - pregunta Kaname - ¿De dónde sacaron esa información? Su hijo no fue asaltado, esto que a mi vecino le paso fue otro de los actos violentos de su pareja - responde Kaname

- Eso es absurdo ¿Por qué mi nieto haría algo así? -

- ¡Por qué su maldito nieto, es un demente! - grita Kaname

Los padres de Hana estaban impactados al ver las manchas de sangre en la ropa de aquel desconocido, esa era la sangre de su hijo. La madre de Hana sintió que las fuerzas se le iban de las piernas, cuando Asato y su esposo la afirmaron.

- Asato, te pido por favor que nos dejes solos - dice el padre de Hana

- Aidou, no puedes creer algo así, sabes que mi nieto sería incapaz de algo así -

- ¿Y dónde esta ahora él? Si esto en mentira que venga y lo desmienta -

Asato dio media vuelta y se fue del lugar, dejando a sus amigos y a esos dos desconocidos en el hospital, mientras él trataba de contactar a su nieto.

Medía hora después un medico entregaba el informe medico a los familiares. Hana tenía varios golpes y laseraciones en su cuerpo, pero la más preocupante era la perforación que tenía el el bazo, la situación ahora estaba controlada aunque para ello habían tenido que extirparlo, también el joven tenía indicios de violencia sexual.

- ¿Esta seguro doctor de lo que dice? - pregunta el angustiado padre

- Lamentablemente sí. Entiendo que esto es un tema muy delicado, pero es importante que lo apoyen, sobreponerse a algo así no es fácil. Estamos más acostumbrados a que esto le suceda a las mujeres o a los niños, pero hay ocasiones en que a los hombres también les sucede y es importante que Hana cuando este consciente haga la denuncia correspondiente -

- La haremos - dice Kaname - Si ustedes me lo permiten, yo personalmente la haré -

- Muchas gracias, joven - le dice el padre de Hana

En tanto Kain no podía dejar de llorar, por un lado estaba aliviado de saber que Hana estaba fuera de peligro, pero por otra parte se sentía culpable de todo, si él no hubiese invitado a Hana a pasar la noche con él, quizás nada habría pasado. Fue en ese momento que los padres del joven herido repararon en la presencia del rubio.

- ¿Quién eres tú? - pregunta la mujer

- Soy el vecino de su hijo - responde Kain - Y estoy enamorado de él -

Kain se veía cansado y sus ojos estaban enrojecidos e hinchados de tanto llorar, y si Kaname tenía sus ropas con algunas manchas de sangre, Kain estaba completamente empapado de esa sangre. Sus manos y su rostro estaban manchados también con ella.

- Kain, creo que deberíamos ir a cambiarnos de ropa - dice Kaname

- No quiero dejarlo - responde Kain - y tramando la mano de Kaname - Perdóname por decir que estoy enamorado de él -

- No hay nada que perdonar, y menos después de todo lo que yo te hice pasar - y dejando una caricia en la mejilla de Kain - Ve al baño y lava tus manos y rostro -

Kain obedeció y Kaname aprovecho de ir a una tienda que estaba cerca del hospital y compró un cambio de ropa par sacada uno.

Pasaban las horas y no habían muchas noticias del estado de Hana, el jovencito estaba aún bajo los efectos de los anestésicos y dormía conectado a una gran cantidad de máquinas.

Kaname se encargaba de llevar café a su amigo y los padres del chico, ya había llamado a su oficina para pedir que interpusieran la denuncia, ahora solo faltaba que Hana despertara.

- Los efectos de los anestésicos han comenzando a dejar de surtir efectos - informa en médico - En unos minutos pueden pasar a verlo - y mirando a las cuatro personas - Lo siento, pero solamente pueden ingresar dos personas y no más de cinco minutos. El estado del joven es delicado aún -

El matrimonio se abrazó con fuerza, al fin podrían ver a su hijo. Kain se moría por verlo, pero entendía que no era su momento. Pasado los cinco minutos los padres del chico se acercaron a la enfermera que los conducirían a lavarse y prepararse para ir a ver a Hana a terapia intensiva.

En un momento justo antes de entrar el padre de Hana soltó la mano de su esposa y tomó la de Kain.

- Te encargo que cuides de mi esposa - y sin más lo mando con la enfermera.

Cuando finalmente pudieron entrar a verlo Hana comenzaba a abrir sus ojos, vio a su madre llorando al verlo en ese estado, Hana al verlo llorar comenzó a alterarse por lo que una de las enfermeras la sacó del lugar.

Kain al verlo tan asustado, tomó una de las manos del chico universitario lo que calmó a Hana.

- Tranquilo, todo va a estar bien. Ya verás que pronto todo será felicidad para ti, te la mereces -

- Ka...Ka..in - intentaba hablar Hana a pesar de tener un tubo en su garganta -

- No hables, eso te lastimara, yo estaré aquí esperando por ti - y luego le mostró una linda sonrisa, Hana asintió y luego se volvió a dormir.