Te amaré

Verdad descubierta

Habían pasado ya varios días desde la fiesta de matrimonio de Rima y Senri. Y Zero aún seguía con las palabras de Yuuki en su cabeza.

Podría ser verdad que él era el causante del dolor de Kaname, era verdad que le había dicho cosas hirientes, pero todo era por el bien del castaño, para que dejara ese camino errado y volviera a ser una persona normal y sana. Estaba a punto de pedirle perdón cuando se enteró que Kaname y ese ser sucio habían terminado su relación. Kaname se veía tranquilo y eso le dio a Zero la impresión de que ya estaba completamente curado de su homosexualidad, por lo que decidió tomar cartas en el asunto.

Con una táctica muy infantil Zero consiguio que Kaname tuviera una cita con Ruka. El castaño había caído en la más patética mentira, Ruka fingió asombro al ver que solo ellos estaban en uno de los privados del más exclusivo restaurante de Zero. La pareja comió y bebió en una amena charla. Pero a la hora de irse del lugar Kaname se excusó diciendo que tenía asuntos que atender al día siguiente y se fue rápidamente,  con lo que no contaba era que Zero fuera personalmente a buscarlo a su departamento.

- Dejaste a Ruka sola ¿Qué clase de hombre desaprovecha esa oportunidad?¿Sabes cuantos hombres no matarían por tener una mujer como ella? -

- Entonces que no pierda su tiempo conmigo y se vaya con alguno de esos hombres -

- Eres un idiota. Acaso era mentira que habías terminado con ese maricón -

- Terminamos con Kain, pero él no es ningún maricón. Respétalo y respétame a mí también - responde Kaname dolido por las palabras de Zero

- Amigo, sabes que te respeto y te quiero, pero ese hombre te pervitió y eso no lo voy a tolerar -

- A mí nadie me pervirtió, yo soy así.  No me gustan las mujeres, entiéndelo de una vez -

- ¡Eso es mentira! Acaso ya olvidaste lo de la maestra de ciencias en la escuela. ¡¡Te la fallaste, por un demonio!! A mi me gustaba la mujer y te la terminaste follando tú, así que no me vengas con que no te gustan las tipas -

Kaname se mordió la lengua, no podía decirle la verdad, no podía decirle que sí se había follado a la maestra era para que Zero no lo hiciera, porque se moría de celos de saber que Zero estuviera con la mujer esa.

- Ves amigo, yo no me equivoco. Te lo suplico vuelve a ser el Kaname de siempre, ese hombre que es mi mejor amigo -

Zero lo abrazó con fuerza esperando que su amigo volviera en si y tomara el camino correcto.

- Si yo saliera con Ruka, ¿eso te haría feliz? - pregunta Kaname con su corazón sangrando

- Si - fue la respuesta del peliplateado

Kaname suspiro, le dolía, pero lo que él más deseaba en la vida era la felicidad de Zero y si para obtenerla él tenía que sacrificar su propia felicidad, estaba dispuesto a hacerlo, por lo que se separó del cuerpo del peliplateado y mostrándole una falsa sonrisa habló.

- Tienes razón, dejaré esta tontería y sentare cabeza. Ruka es la persona que debe estar a mi lado.

Zero se quedó sin palabras al ver como su amigo colocaba una de sus manos sobre su fría mejilla, lo acercaba a él y besaba su frente. Par luego tomar las llaves de su coche e irse del departamento, dejándolo con el corazón doliente.

Esa noche Kaname se presentó en el departamento de Ruka, la mujer lo recibió con los brazos abiertos, se besaron e hicieron el amor varias veces, cuando la mujer dormía con una sonrisa en sus labios, Kaname se tragaba las lágrimas. Esa sería su vida de ahora en adelante, pero la menos podría ver la sonrisa de Zero.

Dos meses después Kaname y Ruka anunciaron su compromiso, se casarían en menos de un mes y todo se volvió un caos, Zero intentaba ayudar en todo, pero aunque él estaba feliz de que su amigo volviera a ser normal, la mirada triste de Kaname le dolía.

Zero insistió en hacer una pequeña despedida de soltero para su amigo, la boda estaba a menos de tres días y si bien Kaname no estaba muy de acuerdo, terminó cediendo ante Zero.

Todos bebían y reían en un bar bastante popular cuando llegaron tres chicas junto a los hombres.

- ¿Dónde está el novio? - preguntó una rubia despampanante con un escote generoso

Kaname permaneció en silencio, pero Zero lo delató.

- Que novio más guapo - dijo la mujer y sin más se sentó en las piernas del novio, que se veía muy incómodo - Esta es tu noche. Tu mejor noche - dice muy cerca del oído de Kaname

Senri, Zero y otros más estaban más que entusiasmados con las otras dos mujeres, cuando comenzaron los problemas.

- Que hombre más lindo - dice la pelirroja, tocando el rostro de Kain, que había asistido a la despedida de Kaname,  junto a su novio Hana - Te mereces un premio - y sin más le estampó un beso en los labios.

Hana abrió sus ojos espantado, como esa sucia mujer se atrevía a besar a su novio, en cosa de segundos la tomó del cabello y la alejó de su chico.

- ¡Maldita Zorra, no lo toques! - grita el universitario

- ¡Suéltame Loca! - grita la mujer  - No sabía que eran un par de maricas -

En ese momento Kaname se puso de pie alejando a la mujer que tenía colgada de su cuello y se acercó a Hana y la pelirroja.

- Hana no es loca y tampoco un par de maricas - dijo Kaname intimidando a la mujer - Ahora tú y tus amiguitas se largan de aquí  -

- Claro ahora se entiende todo, todos ustedes son unos malditos desviados ¡putos tenían que haber contratado, no putas! -

Todos los amigos de Zero ajenos de la verdadera historia de Kaname con esos dos rubios comenzaron a murmurar sobre lo que las mujeres habían dicho, varios comenzaron a burlarse de ellos, pero Kaname los defendió, odiaba esos comentarios homofóbicos de esos hombres que realmente no le agradaban del todo.

- ¡Esta mierda de despedida de soltero se acabó! - grita molesto y borracho Kaname

- Calma, primo - le dice Senri al verlo tan molesto y tambaleante

- Malditos hombres, nunca me han caído bien, ademas son unos cerrados de mente - y apuntando a más de uno - Que les importa si Kain y Hana se comen las salchichas como dijeron ustedes, lo importante es que ellos si se aman, no como ustedes que estaban vueltos locos con las tetas de esas putas y todos ustedes tienen a sus amadas esposas y novias. Son unos hipócritas, son unos maricones -

- Kaname, estas muy ebrio no sabes lo que estas diciendo - dice Zero intentando calmar a su amigo

- Estoy ebrio, pero eso no quiere decir que no sé lo que digo - y son más se fue camino al baño.

Kaname vomitaba en un retrete cuando Kain apareció frente a él.

- No deberías casarte - dice el rubio en el momento que le pasaba su pañuelo - No estas enamorado de esa joven, serás tan hipócrita como esos hombres -

- Lo sé y me enferma, pero no puedo dar marcha atras - responde Kaname

- Claro que puedes, este es el momento justo, no le hagas esto y no te hagas esto. Te conozco muy bien y sé que vas a sufrir -

- Pero Zero estará feliz -

- Estas completamente loco - y tomándolo con fuerza de los brazos - No te cases sin amo, no lo hagas  -

- Te equivocas, me caso por amor, porque amo a Zero y él quiere esto. Sabes que siempre lo he amado y no me importa que él no sienta nada por mí, si casándome con Ruka, Zero es feliz, me casaré con ella y viviré una mentira, por Zero haría lo que fuera, porque estoy completamente enamorado de él -

Kain lo abrazo y Kaname descargo su tristeza en su pecho, sin siquiera sospechar que a menos de dos metros Zero no podía ni respirar al descubrir el gran secreto de su mejor amigo.