Distanciándose

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Kaname ya llevaba algún tiempo viviendo en ese departamento con Kain cuando una noche despertaron con un fuerte golpe y la quebrazón de cristales. A la mañana siguiente salieron rápidamente después de haber tomado café, ese día Kaname tenía una reunión importante en su trabajo y Kain tenía audiencia en la corte, pero al llegar al estacionamiento Kain se dio cuenta que le faltaba una carpeta.

- ¿Te espero? - dice Kaname a su pareja

- No, ve tranquilo, yo tomó un taxi hasta la corte. No te retrases por mí -

- Estas seguro -

- Sí, ve cariño - dice besando los labios de Kaname

El hombre vio como el automóvil de su novio partía y él se dirigió hasta el ascensor, llegando al piso donde estaba su departamento, le llamó la atención ver salir a sus vecinos, dos hombres de cabellos rubios, pero el más bajo tenía una mirada apagada.

La relación entre Kaname y Kain no era mala, al contrario, pero Zero que estaba empeñado en que su amigo volviera al buen camino, no les daba tiempo a solas como pareja.

- Kain, lo siento tanto. Pero Zero pasó por mí a la oficina y vamos a beber una copa - dice Kaname

- Esta bien, pero vuelve temprano, recuerda que hoy pasan por el cable esa película que no pudimos ver en el cine - dice Kain

- Claro, llegaré temprano ¿Compro yo las palomitas? -

- No es necesario, paso yo a comprarlas - dice a Kain y luego corta la llamada.

Kain pasó por dos cubos de palomitas dulces, al llegar al ascensor se encontró con su vecino, el jovencito de ojos tristes, venía cargando su mochila al hombro, le regaló una hermosa sonrisa a Kain. Justo en ese momento el hombre recibía un mensaje de Kaname, pidiendo disculpas, pero no llegaría a casa temprano. A Zero se le habían pasado las copas y no quería irse del bar.

- ¿Te gustan las palomitas? - pregunta Kain a su vecino

- Sí - responde Hanabusa algo sorprendido

- Para ti - dice extendiendo uno de los cubos

- Gracias - responde Hana y sale a toda prisa del ascensor

En el bar donde Kaname y Zero bebían una copa, el peliplata había abusado del alcohol y Kaname no tenía más alternativa que acompañarlo y después llevarlo a casa. En realidad con Zero siempre pasaban cosas así, a veces se aparecía en la oficina de Kaname y se lo llevaba con él y como siempre Kaname era incapaz de negarse, muchas veces Kain se quedaba esperando a su novio.

Zero se había llevado a Kaname hasta una discoteca, la música estaba a tope y pronto se encontraron con Ruka y Seiren.

- Vaya que milagro verte en este lugar un día de semana - dice Ruka acercándose a Kaname

- En realidad ya debería estar en mi departamento, pero Zero insistió tanto. No tuve alternativa -

- Pero ya que estás aquí deberías pasarlo bien - Dice la mujer tomándose del brazo del castaño - Vamos a bailar -

Kaname no tuvo más opción que aceptar, Ruka era insistente y de un solo jalón lo llevó con ella a la pista de baile donde la mujer se contorneaba al ritmo de Beyoncé. Zero sonreía feliz al ver a su amigo junto a la rubia, de alguna manera lograría que Kaname volviera al buen camino y dejara atrás esa estupidez de fóllar con asquerosos hombres.

A eso de las tres de la mañana Kain despertaba tras oír nuevamente golpes desde el departamento de sus vecinos.

- Hola, Kain - saluda Kaname al llegar - ¿Me estabas esperando? -

- En realidad desperté hace poco, pondré un reclamo contra los vecinos mañana.  Nuevamente me despertaron con su alboroto - Kaname se acercó a su novio, pero este dio media vuelta en dirección al dormitorio - Apestas a perfume barato de mujer, báñate antes de ir a dormir. Buenas noches -

Kaname se sintió un verdadero miserable, pero era verdad, apestaba a perfume y a infidelidad.

Los dos siguientes días casi no se vieron,  los trabajos de ambos los mantuvieron ocupados y en las noches Kain se pasaba por el gimnasio por más horas de las habituales. Al tercer día cuando se vieron en el departamento finalmente hablaron.

- No te fui infiel si es lo que piensas - dice Kaname  - Es verdad que estuve esa noche con Ruka, pero no pasó nada, solamente bailamos. Zero... - pero fue interrumpido

- Zero, Zero, Zero. Siempre es Zero. Tengo claro que Ruka no es nada, pero ese maldito Zero -

- ¡No! Zero no es ningún maldito - grita molesto Kaname  - Si quieres descargar tu rabia hazlo conmigo, no con él -

- ¿Tanto lo amas? Tan enamorado estas de ese hombre que te ve como si de un enfermo se tratase,  acaso no te das cuenta que para él eso eres, un enfermo que se deja sodomizar por mí.  Porque esa es la opinión que tiene tu amiguito de ti - Kaname no dijo nada, sabía que las palabras de Kain eran verdaderas - Entiende que lo de ustedes nunca pasará, él nunca te verá como una posible pareja, él no te ama -

- Ya lo sé.  Sé que Zero nunca me amará de esa manera. Pero...pero yo... - Y cerrando sus ojos lleno de dolor - Yo no puedo evitar amarlo -

- No sabes cuanto me duele que digas eso - dice Kain - Esta relación no tiene sentido -

- Pero tampoco puedo vivir sin ti - dice Kaname

- Kaname - dice aproximándose al castaño - Te voy a dar solo una oportunidad más - Kaname lo miró a los ojos expectante  - Quiero conocer a tu familia. Quiero que hables con ellos y me presentes como tú pareja, no como un amigo, como ya lo haz hecho con tus colegas de trabajo -

- Necesito un poco de tiempo -

- ¡No! Ya te he dado mucho tiempo. Llevamos dos años de relación y ocho meses viviendo juntos. Es tiempo que me des el lugar que merezco -

- Lo haré, te lo prometo. Pero no me dejes - llora el hombre abrazando al rubio con una voz angustiada

- No lo haré, porque a pesar de todo te quiero -

Tras un largo beso, terminaron en la cama besándose y haciendo el amor, en un desesperado intento por salvar lo que ya no tenía salvación.

Te amaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora