amigos

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Seis meses habían pasado, seis meses en los cuales Zero y Kaname no se habían vuelto a hablar. El castaño lo extrañaba muchísimo, pero no se atrevía a acercarse al otro, esas palabras que el hombre le había dicho le habían causado un gran dolor, Kain se desvivía por sacarlo de ese hoyo negro en el cual el castaño estaba sumido, pero ni todo su amor lograba algo. Por su parte Zero estaba dolido aun por el plantón que Yuuki le diera y si a eso se le sumaba lo decepcionado que estaba de su amigo, teníamos como resultado un hombre cruel, con todo su entorno. Comenzó a tener amoríos de una noche con la que se le plantara por delante, descuidando su trabajo, a dios gracia, Kaien Cross cuidaba de los intereses de sus hijastros.

También por esas fechas Yuuki regresó con su familia, las cosas con Ichiru no marchaban para nada bien, si bien, era verdad que el hombre estaba enamorado de ella, también era cierto que su adicción a las drogas lo descontrolaban a tal punto que la mujer tuvo que salir huyendo de él en varias oportunidades, pero esta vez no volvería, no porque no lo amara, sino porque estaba embarazada y no quería que su bebé sufriera ante los ataques violentos del hombre.

La casa de los padres de Kaname quedaba justo en frente de la de Zero, si bien eran gigantescas mansiones, para Zero saber que la mujer que lo había humillado estaba a unos metros de él lo descontroló, a tal punto que el día que la vio en su casa hablando con Kaien, no dudó un solo segundo en sacarla a empujones, sin importarle que podía lastimarla a ella o a la criatura que cargaba en el vientre.

- ¡Estas loco! hijo. Esa muchacha está embarazada y casi la tiras por el suelo –

- ¡Esa muchacha es solo una perra! Y la eché como se lo merece –

- Hijo, por dios. Ella lo está pasando mal, tu hermano ha vuelto a las drogas –

- ¡Ese hijo de puta no es mi hermano! – grita furioso arrojando lejos uno de los floreros italianos que eran de su madre - ¡Y tú no te metas! –

- Me meto, porque ambos son mis hijos, son hermanos y no pueden llevarse así de mal –

- Te recuerdo que no eres mi padre. Fuiste el segundo esposo de mi madre, pero nunca mi padre. Y si quieres seguir viviendo bajo mi techo más te vale quedarte callado y mantenerte al margen –

Kaien Cross no dijo nada y solamente se limitó a ver como Zero subía las escalas para azotar la puerta de su cuarto. Varios de los empleados de la casa habían ido a ver el escándalo y a murmurar.

- Vuelvan al trabajo, yo limpio aquí – dice con su típica voz sumisa.

Kaien Cross era un hombre de origen humilde, había conocido a los Kiryu siendo muy joven, cuando comenzó a trabajar en uno de los restaurantes del matrimonio, pronto destacó, por su eficiencia y honestidad. Con el correr de los años se convirtió en la mano derecha del padre de Zero y al morir este, fue un apoyo fundamental para su viuda, tanto así que poco a poco surgió el amor entre ellos. Muchos mal hablados decían que era la fortuna de la viuda lo que movía al hombre, pero estaban tan lejos de la verdad. Cross se casó con la viuda de Kiryu, pero dejó en claro y con documentos que él no tocaría nada del patrimonio de su esposa o de los hijos de esta. Cuando la mujer murió, se quedó con lo mismo que tenía cuando se casó, que eran unos pocos ahorros y con su corazón desecho por la pérdida, pero tanto Ichiru como Zero le pidieron que no los dejara, que él era un padre para ellos y que lo necesitaban. Pero ahora sentía que era un estorbo y que sin Ichiru y con Zero tratándolo de esa manera, debía buscar su lugar.

A la semana de aquel incidente Yuuki volvió a insistir con Zero, pero esta vez la crueldad de Zero fue incluso mayor. Tras besar a Seiren frente a Yuuki y despedirla con un cariñoso "Cuídate en el camino, cariño", tomó a Yuuki con fuerza de uno de sus delgados brazos.

- ¿Qué quieres de mí? Puta barata –

- Que no te alejes de Kaname. Mi hermano no tiene nada que ver con lo que yo e Ichiru te hicimos –

- Es hermano de una ramera, es un maldito... mar... -

- Mi hermano siente un cariño genuino por ti, han sido amigos desde la infancia, el pobre está sufriendo –

- Sufre porque es un enfermo, no por mi culpa –

- ¿Enfermo? – dice Yuuki sin entender de que hablaba Zero

- Tu eres una puta y tu hermano un maricón –

Yuuki aun siendo sujetada por Zero, lo abofeteo. Como ese hombre podía ser tan cruel con su hermano, siendo que Kaname estaba dispuesto a entregar su vida por él. Zero se quedó estático, jamás pasó por su cabeza que Yuuki, siendo tan pequeñita tuviera semejante fuerza.

-Mi hermano es la mejor persona que conozco y tú te atreves a tratarlo así. Yori se equivocaba cuando decía que tú eres el gemelo bueno, eres un animal, un ser prejuicioso y despreciable, me alegra no haberme casado con un hombre como tú –

Yuuki terminó siendo arrojada hasta la reja de la mansión de Zero, su cabeza daba vueltas después de golpearse contra los gruesos fierros. Kaien Cross corrió a auxiliar a la mujer que casi ya no podía sostenerse en pie. Zero al ver que su padrastro ayudaba a Yuuki, lo miró con una soberbia que el hombre mayor jamás había visto en él.

- Lo sé, sé que no debo inmiscuirme en tus asuntos, pero esto es mucho. El niño que lleva en su vientre, es de tu sangre, es tu sobrino y es un pequeño inocente –

Zero entró a su casa avergonzado de su comportamiento, Yuuki estaba embarazada, su barriga de cinco meses era ya muy notoria y él la había lastimado, había lastimado a Cross, que lo había cuidado y amado como a un hijo y había hecho sufrir a su mejor amigo. Horas después, salía de su habitación al oír ruidos de ruedas arrastrándose.

- ¿Dónde vas? – dice alarmado de ver a Cross con una maleta.

- Ya no me inmiscuiré en tus asuntos, hijo –

- No puedes irte. Papá – dice al momento que le quitaba la maleta – Papá, perdón he sido un completo idiota – y se abrazó con fuerza del hombre que tantas noches lo cuido cuando era un niño pequeño y enfermizo – Papá –

- Esta bien, pero no te enfades conmigo si me preocupo también por tu hermano –

- Esta bien, tú eres el papá de los dos –

Fue así como padre e hijo volvieron a ser lo que eran antes.

Esa noche Zero salió solo a tomar una copa, si bien las cosas con Cross estaban resueltas, no podía quitar de su cabeza a Kaname y las palabras de Yuuki. Fue en ese momento cuando vio al castaño al fondo del bar, estaba completamente borracho. Se acercó a él y lo llevó casi a rastras de ese lugar.

Cuando el castaño espabiló un poco, pudieron hablar.

- Perdón, eres más que un amigo para mí, eres un hermano y te he dicho cosas horribles – dice Zero apoyando su cabeza en el pecho de Kaname – Si no me quieres perdonar, lo entiendo, pero yo necesitaba decírtelo –

Kaname lo abrazó con fuerza, no podía decirle que no a nada, porque lo amaba.  

Te amaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora