Rinott se encontraba en el apartamento, su mirada fija en un punto muerto del gran mural que tenía en el centro de la sala. Había investigado cada lugar, cada huella, cada paso que dio Hanae y no le encuentra sentido a nada. Ella en ningún momento tuvo una relación con alguien importante. Solo esa amiga humana en el trabajo. Nadie más.
Analizaba cada paso que había hecho hasta el momento. Nada tenía sentido. Ninguna de las cosas que había hecho hasta el momento estaba dando fruto alguno. Tomo la botella de vodka y le dio un trago grande. Es como si Hanae no hubiera coexistido a su alrededor. Los skotádi no lograban tener algún indicio de su paradero. Los pocos guardianes a su disposición no tenían información alguna. Ni siquiera la mortal con la que se había acostado, tenía información. Había esperado que ella al menos tuviera una mínima idea de su ubicación, pero había fallado. No quedaba nada de su aroma. Su foto estaba en el centro de la imagen.
Definitivamente la iba a hacer pagar por cada minuto que le hizo perder tiempo.
Otro trago de la botella y ya no quedaba ni una gota más. Lo tiro a un lado. Se acerco hacia el balcón. Viendo el amanecer en el Egeo. Sus manos apretaban con fuerza la baranda. Quería acabar con ese día pronto. No había más por hacer solo quedaba esperar.
Esperar a que dieran frutos todas las averiguaciones. De lo contrario todo iba hacer un perfecto desastre cuando Tritón quisiera acabar con todos, uno por uno.
—Por qué te levantaste tan temprano Rinott... —Una voz somnolienta desvió su atención por un momento. Oculto rápidamente el muro de investigación que por suerte no vio al salir de la habitación.
—No es nada... me gusta la vista –Completamente desnuda se acercó a Rinott, abrazándolo por la espalda. Rinott pudo sentir sus pezones erectos rozar su espalda, sus manos estaban deslizándose hacia su pene.
—Regresa a la cama y te convenceré de la vista –en ese momento interrumpió el sonido del teléfono.
—Espera un momento –dijo alejándose de ella.
—Rinott siento molestarte...
—Dime Apostólos... me tienes noticias...
—Así es –la ansiedad de Rinott creció con cada segundo de espera.
—¿Y bien?
—El hijo de Zeus, Damen Jacob, esta es nuestro poder, lo llevamos a Nashville.
—¿Lo tienes asegurado?
—Esta inconsciente, no podrá defenderse.
—Déjame adivinar, se trató de escapar.
—Así es... Lo encontraron en un bar en medio de un barrio de mala muerte. Fue bastante fácil, pero al despertar le dio a Griffin uno que otro golpe.
—Se lo merece el imbécil.
—No quedo muy contento —añadió con jocosidad.
—Bien ¿Qué sabes de los demás?
—Adrián, vigila a Corban Brown.
—El hijo de Crio, creí que estaba con Zeus al igual que el guardián Deacon... ¿Por qué nos está ayudando?
—Como todos, problemas con papi. Se dejó convencer por un buen precio.
—Bien, quiero que me mantengas informado.
—Claro que si...
La sonrisa en su rostro era evidente. El día no pudo haber empezar mejor, ahora parece que se podía seguir con el plan que estaba destinado a hacer. —El poder de los dioses serán nuestros —Aunque Rinott, sabía que Hanae es la pieza que Tritón necesitaba, sin saber porque, pero de momento podría manejar su furia con la captura del hijo de Zeus.
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EGEO _ El secreto de Poseidón
FantasiNada es como debería ser y ahora era la siguiente. Y tenía que aceptarlo ella es la persona que buscan, la que necesitan y la que quieren matar. En sus manos había poder, más de lo que había tenido en su vida, podría controlar todo a su alrededor o...