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—Satori es...

Es quien está conmigo apesar de que no entiendo muchas cosas.
Quién me hace compañía aunque no hable demasiado.
No le molesta que casi siempre esté callado y mi estómago se revuelve de manera agradable cuando le veo sonreír o  le escucho hablar de sus animes y mangas.

Aún no entiendo porqué pero mi pecho se siente cálido cuando me abraza luego de ganar un partido o simplemente cuando me saluda con mucha energía.

Sentí que el aire me faltaba y una gran opresión en mi corazón cuando me informaron que estaba aquí en coma.

"¿Porqué me pasa esto cuando estoy con él?"
Me he hecho esa misma pregunta por los últimos meses.

Los pensamientos del peliverde fueron interrumpidos al darse cuenta de la intensa mirada de la madre de su pelirrojo.

—¿...Mi mejor amigo?— finalmente terminó de hablar con una poca seguridad no propia de él.

—¿Me lo estás preguntando?— soltó ella con una sonrisa suave.

El muchacho se sumió de nuevo en sus pensamientos mientras desviaba la mirada a la mano que sostenía la de Tendou.

—¿Qué es lo que sientes cuando eso pasa?— la señora preguntó señalando sus manos enlazadas.

—Mi corazón se acelera tanto que a veces duele— respondió él de inmediato.

Ella miró con ternura al chico y peinó sus cabellos con suavidad.

¿No se ha dado cuenta aún?

La pregunta se mantuvo en los pensamientos de la mujer mientras veía la cara de confusión del chico.

—Ve a descansar, Wakatoshi-kun. Piensa en lo que te he dicho...— dijo en un susurro y se retiró de la habitación. Dejando al menor en un sepulcral silencio y con su cabeza llena de dudas.

Cartas a Tendou-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora