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"Estoy enamorado de Satori."

La mujer solo rió suavemente y se acercó al muchacho para palmear su cabeza con cariño.

"Me alegro que no te tomara tanto tiempo, Wakatoshi-kun" habló con dulzura y tomó su mano. "¿Porqué no se lo dices mañana? Apuesto a que será un buen regalo de cumpleaños"

El chico no supo hacer otra cosa más que mover la cabeza afirmativamente. Dejó las flores que llevaba en un florero al lado de la camilla del pelirrojo para luego sentarse a un lado de esta.

El peliverde y la mujer se quedaron hablando hasta tarde. Bueno, ella hablaba mientras el otro sólo escuchaba y movía la cabeza.

Cuando menos lo esperaron una enfermera pasó para avisarles que pronto se acabaría el horario de visitas y que sólo uno podía quedarse a pasar la noche junto al paciente.

La señora miró al chico y le dijo que él se quedara. Le pidió que cuidara a su pequeño Satori y se retiró junto a la enfermera después de besar la frente de ambos adolescentes.

Wakatoshi se acomodó en el sofá de al lado mientras observaba al pelirrojo.

No supo cuánto tiempo pasó viéndolo, sólo supo que cuando miró el reloj digital de su muñeca este marcaba las 12:10 am.

Se levantó del sofá y se acercó a la camilla.

Dudó un poco pero al final presionó un suave beso en la mejilla del postrado para luego susurrar contra su piel.

Feliz cumpleaños, Tendou. Estoy enamorado de ti.

Cartas a Tendou-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora