Llegamos a la mansión y lo primero que hago es bajarme rápidamente de la moto, alejándome por completo de la novata, ella se queda quieta sobre la moto, algo pensativa he de decir, ¿se habrá dado cuenta?
- ¿Qué novata, no te piensas mover?- Digo de manera cortante, ella hace un leve movimiento de cabeza y sale de su mundo interior, levantándose de golpe de la moto, le hago un gesto de que se acerque y ella lo hace con la cabeza gacha, veo llegar a Ryan en su moto.
Ryan empieza a hablar con la novata, yo me fijo en ella, pelo blanco teñido, ojos concierto tono grisáceo, bajita un poco más que yo, tatuajes, tres a la vista, para ser mas exacta, un escorpión en el abdomen, por las roturas del pantalón puedo ver que tiene otro, pero no consigo distinguir la forma, aunque lo poco que veo me resulta familiar... El otro que consigo distinguir y ver es un dragón en llamas, en la parte inferior del cuello.
-¡Ey!- me grita Ryan haciendo chasquidos con los dedos frente a mi cara, rápidamente desvío mi vista hacia él.- Mucho miras tú a la novata, despierta jefa.- me dice divertido con una sonrisa pícara.
- Cállate, seguidme, te enseñaré la mansión.- digo cortante, dirigiéndome al final hacia la novata y caminando lejos.
Durante toda la visita les ignoré completamente, les enseñé todo, de la que volvíamos a la moto, me llegó una llamada...
- ¿Sí?- Contesto intrigada.
- !Están aquí, necesitamos ayuda, te quieren a ti, van a por ti!- me dice uno de mis trabajadores más fieles.
- Mándame ubicación, ¡ya!- contesto aturdida, segundos después cuelgo y me llega una ubicación.
- Es la sucursal trece, están lejos todavía, manda rápido las unidades de la doce, que apoyen y si no pueden que se retiren, que cojan armas largas, estos no son moco de pavo.- Le digo a Ryan, intentando que no se me note el nerviosismo, la novata se mantiene totalmente callada.
-¿Son ellos?- Me pregunta Ryan preocupado.
- Sí, Ryan, sí, son ellos, y van específicamente a por mí, ¿lo peor? Que en dos días llega Daphne y no le puedo decir otra vez que no venga.- Digo harta, Ryan me mira sorprendido, no se lo esperaba y la novata me mira confundida.
- ¿Daphne?- cuestiona la novata.
- Sí, Daphne, mi hermana.- le miro cansada.
Ahora os preguntaréis por la historia de mi hermana y de mí, pues de eso os enteraréis más adelante.
-¿ Y quiénes son ellos, jefa?- vuelve a preguntar la novata.
- De momento no te interesa, cuando te de problemas te informaré, de momento te mantienes al margen.- contesto de mala gana.
- Aly solo quiere saber qué es tan urgente, no le contestes así- me dice Ryan cuidadosamente.
-¿Desde cuándo me dices lo que tengo qué hacer o decir?- le cuestiono a Ryan y me alejo, mientras lo hago, saco un porro del bolso de la chaqueta y lo enciendo. Me siento en un bordillo de la entrada a la mansión y al rato veo a la novata acercarse lentamente y sentarse a mi lado.
- ¡Hola cuerpo!- me saluda pícaramente. Le miro mal lo que la hace rectificar.
- Perdón, quiero decir, hola jefa, no quería ser entrometida antes, solo que a veces me sale.- me dice la novata con la cabeza gacha.
- Primero, no agaches la cabeza, si estás aquí es porque no te achantas, no me demuestres lo contrario, segundo, no pasa nada, estaba tensa simplemente, y tercero ¿tú cuántos años tienes?- respondo autoritaria.
- Tengo 21 años, jefa.- me contesta segura, yo la miro sorprendida.
- ¡ 21 años!- contesto aturdida.
- Sí ¿cuántos tiene usted?- me responde confundida.
- Tengo 19, y empezamos de nuevo, primero, no me trates de usted y segundo llámame jefa solo durante negocios, fuera de ellos no me gusta que me llamen así.- Ella se queda sorprendida y asiente lentamente. Me levanto apagando el porro y me alejo de ella, cuando he dado unos pasos la escucho susurrar.
- ¡¿19 años?!- susurra aún sorprendida.
Me subo a la moto y espero a que monte, es muy guapa... Pero eso no quiere decir nada... Me resulta familiar... No me cansaré de decirlo...
La novata se sube, y esta vez no necesito hacer nada para que se agarre, ya lo hace ella solita, siento la necesidad de apartarla pero también la de no apartarla. Finalmente, me alejo un poco, pero no lo suficiente como para soltarla, siento como se queda dormida, y poco después se coloca a mi lado Ryan, y alterna la mirada entre mi y la novata.
- Qué- le digo de manera algo agresiva.
- ¿No estáis muy pegadas?- me pregunta de manera graciosa.
- Pero que dirás... Fue ella que se quedó ahí dormida.- digo restándole importancia.
- Sí, seguro que sí...- se queda unos segundos callado y vuelve a hablar.- Pues yo creo que le pones como un tubo de escape de un Ferrari.- antes de dejarme hablar acelera y se aleja, yo me quedo confundida, pero no puedo evitar que se me escape una suave sonrisa antes de acelerar yo también.
Recogimos a Layla en el taller e hicimos el inventario, hoy fue un día algo cansado, el ataque a la base número doce a causado algunas bajas, aunque hemos salido ganando, pero son nuestros compañeros los que han caído en combate. Llegamos a la mansión y cada uno se va a su cuarto, yo me quedo un rato haciendo papeleo y gestionando las últimas ventas, duré un rato porque en algún momento me quedé dormida encima de la mesa...