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*Narra Demián*

–atrapó mis manos a los costados de mi cabeza entrelazando sus dedos con los míos, lamía y succionaba la piel de mi cuello mientras restregaba su hombría contra la mía. —Vas a estar bien si te quedas a mi lado, cariño. –se perfectamente bien que esas son mentiras, nada estará bien mientras siga con el, pero podría intentar manipularlo al menos. —Quiero ponerlo dentro de una maldita vez.

—¿Y qué esperas?. –abrí un poco más mis piernas dándole total libertad de profanarme tan profundo como quisiera.

–se relamió los labios liberando mis manos para quitarme las prendas inferiores, el solo se bajo los pantalones lo suficiente. —Voy a meterlo así que-

–rodé los ojos para inclinarme ante su rostro tomándolo del cuello para besar sus labios, casi de inmediato separó mis piernas entrando en mi de una sola estocada, di un pequeño brinco por la repentina intromisión. —Mierda... es muy grande. –solté arduo para apartarme de sus labios.

—Traté de ser cuidadoso, ya no puedo controlarme. –me inclinó a la mesa acaparando mis labios en un beso voraz entrando y saliendo de mi interior con una velocidad increíble.

Solo me queda disfrutar, después de todo yo lo provoqué.

–iba a pedirle una disminución de velocidad cuando sentí un espeso líquido dentro de mi con una cantidad excesiva. —¿Tan pronto?. –cuestioné agitado.

—No pude evitarlo, cuando se trata de ti no puedo controlarme. –acarició mis mejillas robandome un pequeño beso.

[...]

|En Gotham|

*Narra Maya*

–volví a la mansión con las manos vacías, ese tipo se largó y no dijo nada, lo más seguro es que corra peligro, suspiré molesta... lo único que conseguirá con esto es dificultar las cosas. —¿En dónde estabas?. –cuestionó Talia cruzándose de brazos.

—Estaba buscando al sujeto pelinaranja. –cerré la puerta detrás de mi.

—... Ya no puedo más con esta angustia. –tomó asiento en uno de los sillones, me acerqué hasta ella atónita, ella es la líder de la liga del grupo criminal más importante y temerario... no pensé que su temple se rompiera tan fácil tratándose de su heredero; la persona a la que forzó a soportar cosas peores que esta durante más de diez años.

—Yo... te entiendo, pero no podemos rendirnos ahora. Demián está ahí afuera en condiciones desconocidas y lo que necesita justo ahora es todo nuestro esfuerzo para ayudarlo. –asintió con detenimiento para limpiar las lágrimas que amenazaban con salir.

—Tienes... toda la razón. –tomó aire evitando el contacto visual.

Siempre creí que el punto fuerte de Talia era Demián, pero jamás habría imaginado que terminaría siendo el punto más débil.

*Narra Jason*

–analizabamos minuciosamente a los peatones que iban y venían mientras buscábamos al despreciable sujeto que hizo una actuación impecable días atrás. —Si lo que su estúpido padre nos dijo es cierto, el no vive con ellos y tiene un departamento. –asintió levemente.

—El problema es encontrar el departamento en medio de toda esta ciudad. –respondió con un tono abrasivo.

–parece que tardaremos más de lo que pensé.

"Tu libertad es mía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora