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Thor podría decir que todo estaba bien, si es que realmente lo estuviera.

Un día, encontró a Loki y Balder discutiendo. Al menos, Balder era el que estaba gritando furioso. Ese día, Thor había llegado a casa como normalmente lo hacía, y como el horario de ambos era irregular, le permitía usar el auto más tiempo y no recoger a Loki de la universidad. Estacionó el auto en el garaje, ajeno al ruido que estaba saliendo de la casa. El motor le privó de un chisme que Loki se negaría a decírselo más tarde, y Balder estaba en las mismas, aunque extrañamente también enojado con él.

—¡Eres un idiota! —cuando salió del auto, recién pudo escuchar esos gritos, y no dudó en caminar rápido adentro.

—¿Por qué no confías...? —preguntaba Loki, con el ceño fruncido, pero cuando vio a Thor, se alertó y trató de tranquilizar a Balder, pero el rubio menor estaba tan enojado que se alejaba de cualquier contacto de Loki.

—Traicionaste mi confianza —escupió Balder, para salir a grandes pasos de la casa. Loki no se quedó quieto, siguiendo a Balder por la puerta.

Thor los siguió, tratando de preguntar qué pasaba, aunque no le dieron la oportunidad de siquiera pronunciar una palabra. Así que solo tenía una tarea: interponerse por si ambos jóvenes llegaban a los golpes.

—...ya vi que no, y lo arreglaré —la voz de Loki le estremeció al escucharlo tan dolorosa y desesperada.

—Suerte con eso —y Balder desapareció en su auto.

Thor se acercó a Loki, tratando de obtener alguna explicación, por muy mínima que fuera, pero en su lugar solo obtuvo el semblante triste del pelinegro que, le dedicó una temblorosa sonrisa como si lo recientemente ocurrido fuera solo parte de su imaginación.

—Te serviré el almuerzo —y Loki pasó de largo de él.

Tuvo una ligera tentación de tomarlo de la mano y preguntarle ahí mismo qué había pasado, pero solo lo siguió en silencio, volviendo a entrar a esa casa que le era cada vez el mejor lugar de estar a diferencia de la casa de sus padres, o los de Loki.

Loki puso la mesa, sirviendo la comida, pero solo para Thor.

—Loki, ¿está todo bien?

—Sí, sí —respondió apresurado, evitando mirarle, mientras ponía los cubiertos a un lado del plato, y luego tomaba una jarra y servía el refresco.

—¿De qué discutieron?

—Cosa de amigos —dijo, volviendo a la cocina a traer un último plato que era el postre. —Provecho.

Thor no insistió más, es decir, estaba hambriento, y estaba seguro que Loki y Balder volverían a reconciliarse en un cerrar de ojos.

El pelinegro se dio la vuelta, subiendo por las escaleras a pasos rápidos, como si tratara de huir de él, por lo que Thor tuvo que detenerlo al llamarlo. Loki se detuvo, pero no se dio la vuelta.

—¿Quieres que hable con Balder?

Loki negó con la cabeza, sin emitir un solo ruido, y solo entonces Thor se preocupó porque supo que algo grave había pasado con ese par de amigos. Y poco le duró la preocupación, es decir, la actitud de Loki siguió siendo la misma después de unas horas, por lo que Thor realmente creyó que alucinó la escena que había presenciado. Y así estuvo por varios días, sin mostrar ningún gran cambio, además de que Loki había estado más ensimismado en sus estudios. Ya se acercaban los exámenes, y al parecer Balder también estaba ocupado con sus estudios que no dio señales de vida por toda esa semana.

Thor sí pudo reunir tiempo y salir como de costumbre ese jueves a encontrarse con una amiga. Satisfecho, volvió a su hogar esperando encontrar a Loki en la sala viendo televisión o hablando por teléfono con su familia. Pero al no verlo ahí, imagino que realmente los estudios de Loki estaban muy pesados. Para ser un jueves de anti estrés, Loki dijo que no saldría, así que revisó su habitación y efectivamente las luces estaban prendidas. Quiso tocar la puerta, preguntarle si iba a preparar la cena o pedía algo.

Antes de tocar pudo escuchar la débil voz de Loki mientras lanzaba pequeños hipidos. Él estaba llorando.

Thor acercó su oreja a la puerta con cuidado de no causar ruido y escucharlo. Fue cuando se dio cuenta que para Loki Balder significaba demasiado.

—Por favor, no me hagas esto —Loki rogó entre gemidos —, solo dame unos días y lo resolveré. Me desharé del error que cometí... pero por favor no se lo digas.

Thor no podía asegurar que detrás de esa llamada estuviera Balder, pero lo creía firmemente, como también creyó que ambos chicos eran como uña y mugre, que se entendían, que nunca discutían y que además algo escondían, al menos en ese momento fue más evidente.

—Lo arreglaré, lo arreglaré... —y como si la llamada hubiese cortado Balder, Loki dejó salir un gemido mientras lanzaba el celular a la pared. —¡Idiota, idiota!

Por primera vez, Thor pudo casi tocar la repentina tristeza a la que la misma casa se sumergió. Bajó sin hacer ruido para volver a entrar en la casa con algo de torpeza fingida y así Loki pudiera darse el tiempo de bajar a saludarlo.

Nada de eso pasó.

Entonces lo llamó con un tono normal, como si tratara de comprobar que estuviera en la casa, y entonces escuchó su respuesta. Su voz parecía tan normal como siempre.

—¡Dame un minuto!

Todos esos días, Balder tampoco se contactó con él ni para bromear por mensajes cómo estaba su querido esposo. Era como si no estuviera enojado solo con Loki sino con ambos.

¿Y si Loki hablaba con alguien que no era Balder? "No se lo digas", había dicho Loki, también de que arreglaría un problema, ¿acaso alguien estaba amenazando a Loki? ¡Claro que lo hacían! Thor conocía a su hermano y podía jurar que el rubio menor era incapaz de amenazar a Loki con algo, tal vez sí pero no para ponerlo en aquel estado.

—Llegaste temprano —Loki bajó las escaleras con entusiasmo mientras le regalaba una sonrisa cálida, pero en Thor ya no funcionó sus actuaciones. —No preparé aún la cena, pero ahora mismo...

—Salgamos a cenar.

De pronto la falsa calidez de Loki se desvaneció a una de curiosidad, como si le pareciera extraño que lo pidiera Thor, teniendo en claro que todas sus salidas siempre eran planeadas para fingir que eran una pareja normal de homosexuales, y en la mayoría Loki buscaba el día y lugar a donde irían, no como en este momento que todo salió sin premeditación.

—No me siento muy bien para salir, mejor pide algo —respondió Loki.

—¿Te sientes enfermo?

—No... bueno, sí, un poco. Tengo dolor de cabeza

Thor lo escudriñó unos segundos, Loki no parecía darse cuenta y si lo hizo, no se sintió para nada intimidado.

—Está bien. Pediré algo, pero antes —Thor se aclaró la garganta como una pausa de respeto a lo que iba a preguntar —¿Tú y Balder van a seguir ignorándose?

—Sí —la respuesta súbita de Loki lo sorprendió, que titubeó un poco para hacer su siguiente pregunta.

—¿Tan mal está su cosa de amigos?

—Si lo ves, te agradecería que le dijeras que ande con cuidado —pronunció Loki cada palabra con una sonrisa falsa —. Empezaré a portar cuchillas, no vaya a ser que le atraviese alguna por accidente.

AAAAAHHH lo lamento tanto hacerlos esperar por este fanfic

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AAAAAHHH lo lamento tanto hacerlos esperar por este fanfic. Pero de pronto me llegó la inspiración y heme aquí

Lamento si los siguientes capítulos van a estar un poco fuera del compás que usé al inicio de esta historia, pero lo importante es que no entrará en hiatus.

Nos vemos prontito y gracias por leer. 

Un trato justo [Thorki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora