Al día siguiente, Thor estaba más que sorprendido de ver a Loki preparar el desayuno para la hora correcta. Aún llevaba la ropa del anterior día.
Mientras Thor desayunaba, Loki fue a darse un baño y cambiarse de ropa. No es como si a Thor le importara desayunar sí o sí con Loki, era solo el hecho de verlo tan energético cuando apenas durmieron un par de horas.
No pudieron hablar, de nada, porque debían ir a la universidad. Tomaron el auto, Loki condujo hasta su facultad, que quedaba más cerca que la de Thor, y luego Thor conducía hasta su universidad. Aunque no quisieran hacerlo, y tomar otra vía de transporte, el ser esposos los obligaba a verse siempre juntos. Y cuando la noche cayó, y Loki estaba limpiando la cocina, Thor dio el primer paso para preguntar si recordaba lo que había preguntado la noche anterior.
—Estaba ebrio, no poseído —molestó Loki. —Me alegra que quieras hablar de eso.
Tomaron asiento, juntos, casi pegados. Thor ya no les daba importancia a esos detalles.
—Creo que enloqueceré si sigo así—dijo Loki—. Y este matrimonio más que traerme algo positivo también me va a volver un célibe.
—¿Ahora vamos a tocarnos? — bromeó Thor, arrugando su nariz ante la idea.
Loki rio.
—Lo que quiero decir es por qué no jugar a ser infieles. Tú puedes acostarte con quien quieras, y yo también.
—¿Hablas... en serio? —preguntó Thor esperanzado, ¡pero si ése sí era una magnífica propuesta!
—Sí. Además, podríamos usar esto como el pretexto perfecto de divorcio.
—Eres un genio —alabó Thor, maravillado.
—Pero debemos ser cuidadosos.
Thor lo abrazó y aceptó. Hablaron sobre más o menos qué día sería el adecuado. Y que ambos debían salir a la misma hora y llegar a la misma hora para que los vecinos no notaran nada sospechoso. Además, debían buscar a una mujer o amiga curiosa de acostarse con ellos, pero que se mantuviera en secreto, como si su infidelidad no estuviera planeada.
—Pero a Jane debes evitarla —dijo Loki —, porque si te encuentras con ella, sospechará y arruinará todo esto.
—Estoy de acuerdo. —Thor asintió varias veces, total, Jane ya tenía a ese tal Richard.
—¿Entonces, tenemos un trato?
—Sí, y me parece justo.
Cuando llegó el día acordado, Thor llamó a Brunilda. Consiguió el número por parte de sus amigos. Ella se veía sorprendida por la petición de Thor por encontrarse a tomar algo, en un lugar bastante alejado de la ciudad. Cuando se encontraron, Thor hizo lo que Loki le sugirió, comportarse un poco coqueto y advertir señales de amenazas en el comportamiento de Brunilda. Pero ella era fiel a su palabra, dijo que su encuentro no sería revelado a nadie, ni siquiera a Loki.
Y desde ese día, Thor empezó a encontrarse con muchas mujeres en el mismo lugar, en el mismo motel. Siendo cuidadoso de pasar desapercibido aún en un lugar tan lejano. Lo mismo hacía Loki, al otro al otro, encontrándose con otras mujeres. Y ninguna de esas mujeres hablaba nada al respecto, no extorsionaban, ni nada. Tal vez porque ambos eran buenos amantes.
Solo Thor y Loki eran conocedores de esas salidas, a pesar de que Balder era como el mejor amigo de la pareja, no estaba enterado. No es que no confiaran en el chico, era solo que estaban seguros que él los recriminaría.
Con la llegada de cada jueves, los días parecieron avanzar mucho más rápido. Ahora solo faltaban seis. Aunque Thor ya no contaba los días. Estaba casi ocupado en varias cosas, si no era sus estudios, era pasar el tiempo con Loki, o asistir a algunas reuniones de amigos o familias.

ESTÁS LEYENDO
Un trato justo [Thorki]
Fiksi PenggemarThor comprendió que, si no se casaba con el hijo menor de los Laufeyson, estaría arrastrando a su familia a la pobreza, o tal vez a la misma miseria por todas las deudas que habían acumulado al darse gustos extravagantes. Debía fingir ser homosexua...