Capítulo 15

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Después de esperar unos largos diez minutos para que acabaran de prepararse, subimos al coche y nos ponemos en marcha en dirección a la playa. De nuevo, tengo vinculada mi música en el coche de Jeremy. Canto distraída mirando por la ventana la canción de Music for a Sushi Restaurant de Harry Styles.

Green eyes, fried rice. — Miro de reojo a la persona que tengo a mi derecha, justamente con ojos verdes.

Y sigo cantando a mi bola sin hacer mucho caso a los demás.

Music for a sushi restaurant. — Canto.

— Pero si no te gusta el sushi. — Dice Jeremy distrayéndome mirando a través del retrovisor haciéndose el gracioso.

— El sushi no pero, Harry Styles, sí. — Digo guiñandole un ojo.

— Exacto, Harry Styles es nuestro dios, y ni hablar de Louis Tomlinson o de Zayn o de Niall o de Liam o de... — Dice Lia activando el modo friki fan.

— Ya está, Lia. — La corto riéndome.

— Nos a tocado unas fans de Harry, Louis y los One Direction. — Dice Jeremy, haciéndonos reír.

— Efectivamente.

Sigo igual de distraída, cantando durante unos minutos más, hasta que noto unos ojos encima de mí. Me giro hacia la persona que tengo al lado y, efectivamente, esos ojos verdes son los que notaba en mi nuca. Esos preciosos ojos verdes.

— ¿Qué miras? — Pregunto con desconfianza.

— Nada. — Me responde girándose hacia la ventana.

— Pues muy bien. — Bufo girándome también.

Después de un largo camino de hora y media, finalmente aparcamos en el parking. Bajamos del coche y nos encontramos con los demás descargando una nevera, y bolsas del otro coche.

— ¿Como te encuentras, Alex? — Me pregunta Gianna nada más verme.

— Mejor, mucho mejor. — sonrío. — Gracias por preguntar, Gia.

— Joder si se encuentra bien, no ha parado de dar por culo. — Dice alguien a mi espalda.

— Ja ja, — me río sin ápice de gracia, — pesado. — Le digo de mala gana a Teo.

Cojo una bolsa de mala gana y me dirijo hacia la playa.

— Por ahí no es. — Me dice Teo.

— ¿Y por dónde es, listillo?

— Por ahí. — Señala el camino que están siguiendo los demás.

Sin decir nada, me dirijo hacia ellos y Teo me sigue. Una caminata corta para llegar a la playa. Y hay una carretera al otro lado de esta aparecen unas casitas como de camping. Sonrío. Sacamos las toallas y las ponemos en la arena. Me siento en mi toalla y miro distraída el agua. Sí, hoy estoy muy distraída, tan distraída que me he quedado sola en las toallas, los demás ya están chapoteando en el agua. Se me acerca alguien que se deja caer a mi lado.

Noche de tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora