𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐟𝐢𝐣𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐨𝐭𝐫𝐨.
𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞́ 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐳𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐨𝐭𝐫𝐨.
𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐲 𝐞𝐥 𝐝𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧.
𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐳𝐨́.
𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐨́. el
"𝐵𝑖𝑒𝑛, 𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛. 𝐿𝑎 𝑐𝑎𝑔𝑎𝑠𝑡𝑒. 𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑢́𝑝𝑖𝑑𝑜". Ese pensamiento lo torturó desde que se despertó y estuvo con él durante todo el día. Recordaba haber bebido una cantidad considerable de alcohol. Tomó su teléfono, y cerrando los ojos ante el brillo de la pantalla, logró ver la notificación de un mensaje sin leer.
𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐦𝐞𝐧𝐬𝐚𝐣𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨: 𝐓𝐚𝐞.
𝟎𝟔:𝟏𝟒 𝐚.𝐦.
-𝙲𝚑𝚒𝚖, 𝚗𝚘 𝚜𝚎́ 𝚌𝚞𝚊́𝚗𝚍𝚘 𝚟𝚎𝚛𝚊́𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚖𝚎𝚗𝚜𝚊𝚓𝚎. 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚊𝚙𝚎𝚗𝚊𝚜 𝚕𝚘 𝚟𝚎𝚊𝚜, 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚎𝚜𝚝𝚊𝚖𝚎. 𝙴𝚜𝚝𝚊𝚋𝚊𝚜 𝚖𝚞𝚢 𝚖𝚊𝚕 𝚊𝚗𝚘𝚌𝚑𝚎. 𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚗𝚘 𝚑𝚊𝚋𝚎𝚛𝚝𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚝𝚊𝚍𝚘.Leyó varias veces el mensaje. De la nada, le invadió un dolor en el pecho. Lágrimas se asomaban en sus ojos, una tristeza profunda se apoderó de cada célula de su cuerpo. Llevó el aparato a sus oídos, mientras se mordía el labio escuchando el tono.
-Por favor, Tae. Atiende...
-¿𝐻𝑜𝑙𝑎? -la voz al otro lado se oía soñoliento.
-Taetae....
-¿𝐶ℎ𝑖𝑚? ¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑝𝑎𝑠𝑎?.
-¿Puedes venir?.
-𝑀𝑒 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑦 𝑣𝑜𝑦.
Click. Él cortó apenas le dijo eso. Se sentó en el borde del sillón, con los codos clavados en las piernas y sus manos tapándole el rostro. Sus labios temblaban, sus pies golpeaban el suelo impacientemente, sus párpados palpitaban con ansiedad. Se levantó y sentó un millón de veces, iba de un lado a otro, impaciente, con miedo.
Frotaba las manos contra su cara y nuca, como queriendo calmar la inseguridad que estaba invadiéndolo por completo. Abrió la puerta del balcón, una ráfaga de viento lo despeinó y unas cuantas hojas se mezclaron en su cabello. Quedó inmóvil sabe cuánto tiempo se quedó ahí, mudo, mirando a la nada, estático como una estatua de mármol. Segundos. Minutos. Horas. Siglos. Una eternidad, quizá. Si no fuera por el ruido proveniente de afuera, estaría en un absoluto silencio. Inquietante, si pudiéramos llamarlo así.
El clima era cálido, sintió frío, y cómo su ser se helaba poco a poco. Titiritando, cerró lentamente la abertura de vidrio, estaba en autómatico, e incluso todavía se quedó ahí, mirando a la nada nuevamente. Suspiró, toda energía se esfumó en un instante.
¿Se dejaría caer? Posiblemente, se hallaba en un estado de depresión.
Los pensamientos no duraban más de un microsegundo, ningún movimiento era posible gracias al cansancio mental. Incluso el respirar le costaba, como si no pudiera largar más aire del que tragaba. El sonido del timbre lo trajo de nuevo a la realidad. Tocó la puerta para permitir que pasara. Escuchó sus pasos cuando la abrió la puerta. Se abalanzó a sus brazos, y sus ojos acumulaban todas las lágrimas contenidas hasta el momento. Sollozando, lo llevó al sillón, él se escondió en el pecho de su amigo, sintiendo el tacto de su piel entre los mechones del rubio.
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BETWEEN CHAINS •KOOKMIN•
Fanfiction-La respuesta correcta es "Si, señor" Cadenas. Fustas. Placer. Desobediencia. Dominación. Tenían todo eso en común, aunque no lo supieran, aunque lo negarán. •Todos los créditos van para @LadyNecropolis, autora original de la novela •Si este tipo de...