Pasaron unos dos o tres meses desde que Jungkook empezó a trabajar aquí. En este corto período de tiempo he descubierto que es una persona que realmente disfruta su trabajo y hace todo lo posible para mejorar y ayudar a sus compañeros cuando lo necesitan. Me sorprende que en tan poco tiempo su actitud haya cambiado tanto, bueno, conmigo sigue siendo un tanto arrogante y distante. La verdad me acostumbré a que sea así... Creo.
En uno de los recesos, como siempre fui a la terraza. Llevaba mi vaso de café en la mano, esperando la soledad de aquel lugar de forma rutinaria. Abrí la puerta que separaba las escaleras de la vista que regalaba, dejé la bebida en una de las mesas, revisando que tuviese el celular y los cigarrillos conmigo. Levanté la vista para percatarme que no estaba solo, él se encontraba sentado en una silla, dando la espalda a la puerta. Pude notar que sus piernas estaban cruzadas, sus brazos colgaban de los costados, con su cabeza apoyada en el respaldar y su cabello negro suelto se mecía a merced del viento. No supe si decir algo o retirarme. Me quedé mudo en mi lugar, hipnotizado por el cabello de Jungkook, sin saber por qué. Después de unos largos segundos, él se dio vuelta, notando mi presencia rompiendo así el poco silencio que conquistaba el espacio.
-Lo siento-dije con la cabeza gacha-, no sabía que estabas aquí.
-No tienes por qué disculparte, Park -continuó él-, cuántas veces te he dicho que no me tengas miedo, no muerdo.
-Lo sé -tartamudeé, alcancé una silla en su lugar, me senté y saqué la cigarrera. Prendí el cigarrillo tomando la primera bocanada con ojos cerrados, costumbre que no puedo deshacer.- Si te molesta dímelo y me voy.
-No me molesta que la gente fume, Jimin -dijo en voz calmada-. Cada uno es libre de hacer lo que quiera.
Lo miré en silencio. No podía quitar mi vista de sus rostro. Su presencia es realmente inquietante, ya que estar con él es una mezlca entre querer que el tiempo se detenga y a la vez desear huir. En este momento, deseaba que el tiempo se detenga. Continué con mi cigarro en silencio, sentado a su lado; él no se movía, sus ojos estaban cerrados y los míos pasaron de verlo a mirar a la nada. Al terminar de fumar, deposité los restos en el cenicero más cercano, volví a dar un trago a mi café y me dirigí a la puerta. Jungkook en ningún momento se inmutó de todo lo que hice, como si yo no me encontrase ahí. Avisándole que la hora de descanso estaba por terminar en cinco minutos, me fui de nuevo a mi escritorio a seguir con las tareas asignadas para mí ese día.
Al entrar en la oficina, llené mi botella de agua y me dirigí a mi escritorio. Pegado en el monitor había una nota cuyas letras negras resaltaban "𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗺𝗼𝗹𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗳𝘂𝗺𝗲, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘀𝗶 𝗺𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗶𝗻𝗰𝗼́𝗺𝗼𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝘇𝗰𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝘁𝗮𝗯𝗮𝗰𝗼 𝘆 𝗰𝗵𝗼𝗰𝗼𝗹𝗮𝘁𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗲𝗹𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝘂 𝘁𝗿𝗮𝗷𝗲..." La letra era de él. No lo podía creer. Esas palabras me hicieron sentir raro. Sabía que me estaba dando un consejo, no lo hacía con malas intenciones, pero por alguna razón, esa nota me dolió. Un dolor parecido al de una madre al regañarte. Miré el pequeño pedazo de papel por no sé cuánto tiempo. Lo dejé en el cajón de mi escritorio con la esperanza de olvidarme de el, que con el se fuese mi malestar, pero no fue así; lo retiré de su escondite y lo dejé al lado del monitor.
Al terminar el descanso él regresa, con el cabello recogido y su rostro totalmente serio. Se sentó en su lugar, comenzó a leer un archivo, y dándose cuenta que lo estaba mirando, me lanzó una mirada llena de curiosidad. Giré bruscamente mi cabeza, rogando que mi rostro deje de estar rojo como un tomate. Noté que se levantaba con dicha carpeta, se acercó a mí y me la entregó. No dijo nada, simplemente lo dejó y siguió con lo suyo. Tomé el documento y comienzo a leerlo, eran simples formularios de seguros, pólizas, siniestros y demás documentos rutinarios de un contrato del servicio ofrecido. Mi mente quedó en blanco, ladeé mi cabeza, sin entender el por qué de su acción. Lo miré de reojo, notando sus codos clavados en el escritorio, sus dedos entrelazados ocultaban sus labios y su mirada fija en el monitor, para luego teclear durante un rato. Dos segundos después, en mi pantalla apareció un mensaje:
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BETWEEN CHAINS •KOOKMIN•
Fanfic-La respuesta correcta es "Si, señor" Cadenas. Fustas. Placer. Desobediencia. Dominación. Tenían todo eso en común, aunque no lo supieran, aunque lo negarán. •Todos los créditos van para @LadyNecropolis, autora original de la novela •Si este tipo de...