𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘭𝘦𝘦𝘳 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘭 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭. 𝘏𝘢𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘦𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘮𝘢𝘭𝘪𝘯𝘵𝘦𝘱𝘳𝘦𝘵𝘢𝘥𝘢, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘶𝘯𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘉𝘋𝘚𝘔 𝘺 𝘱𝘳𝘢𝘤𝘵𝘪𝘤𝘢𝘯 𝘦𝘭 𝘋𝘰𝘮/𝘚𝘶𝘮. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘮𝘢𝘭 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘯𝘪 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘦𝘭 𝘢𝘧𝘢́𝘯 𝘥𝘦 𝘮𝘰𝘭𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘶 𝘰𝘧𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘭𝘰𝘴. 𝘚𝘰́𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘤𝘭𝘢𝘳𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺𝘢 𝘮𝘢𝘭 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘯𝘥𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘵𝘰 𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘰.
𝘚𝘪𝘯 𝘮𝘢́𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘳, 𝘭𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘫𝘰 𝘦𝘭 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘤𝘢𝘱, 𝘥𝘪𝘴𝘧𝘳𝘶𝘵𝘦𝘯𝘭𝘰<3
Los primeros días fueron tortuosos para Jimin. La rutina de ir y volver del trabajo con él había vuelto, junto a la ansiedad de tenerlo tan cerca y tan lejos en el mismo edificio, además de las ganas crecientes de presumirlo, de querer besarlo sin importarle absolutamente nada, y quizá de un tocamiento inapropiado en el ascensor con gente presente.
A su vez, se moría por dentro al saber que estaba un piso más arriba, robándose la mirada y atención de todos. Por que claro, ¿quién no se fijaría en un tipo como él? Alto, con un rostro perfecto, con un cuerpo trabajado, mostrando sus músculos a través de prendas ceñidas y unos ojos cafes capaces de llevarte al mismísimo paraíso. Los celos lo invadieron al recordarle que estaría en una oficina rodeado de mujeres. Para colmo, mujeres más hermosas que Afrodita. Las ganas de estampar su puño contra el monitor fueron demasiadas. Tenía que controlarse, no podía mostrarse así. En especial cuando había sido ordenado en tener una imagen ingenua en frente a todos. ¿Cómo lo haría, si era todo lo contrario? Pensó en hablar entre tartamudeos, avergonzado, pero era ridículo. Quizá se refería a ocultar de manera bastante sutil los estragos que generaba en su cuerpo. Claro, eso tenía que ser.
Pero... ¿cómo lo haría? Era por poco imposible, si no aguantaba las ganas apenas lo veía, menos sabiendo que está ahí, a tan solo un piso de distancia, emanando sensualidad y lujuria por los poros. Nunca se sintió tan avergonzado de descubrirse celoso. No podía reclamarle nada, todavía estaban saliendo, no era nada oficial. Y si pudiera, quedaría como un controlador. Delineó sus encías, fijando la vista en el monitor, fingiendo estar concentrado en lo mostrado, cuando en realidad se rompía por dentro.
Jungkook sacaba provecho de ésto, tomándole las manos desprevenidamente, colocándose detrás de él en el ascensor respirando en su nuca, de vez en cuando teniendo el atrevimiento de lamer cerca de su oreja. Le resultaba en cierto punto tierno verlo enojado cuando se cruzaban y él conversaba con un chico. Calmaba su malestar encerrándolo en un cubículo en el baño, besándolo hasta quedar sin aire, para luego salir y dejarlo ahí, con ansias de más. ¿Cómo era posible que con tan sólo un beso lo llevara a las nubes pero no lo dejará bajar a beber de la fuente de los pecados?
Por que eso era, una maldita caja de madera, llena de secretos y pecados tan sutiles como extremos. Le hacía sentir la necesidad de ser poseído en todos lados, en sentirlo dentro de sí, gruñendo en su espalda, con sus manos siendo marcadas en su culo. No veía la hora de volver a esa habitación, de enredarse contra su cuerpo y ser llevado a un magnífico paraíso. Pero hasta ahora no pasaba de unos cuantos besos sugerentes, de toques maliciosos, de dejarlo a medias. El odio iba en aumento, pero todo se iba por la borda al verlo con el torso desnudo. Habían pasado un poco más de medio año, y seguía generándole tantas emociones al mismo tiempo que cuando lo conoció.
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BETWEEN CHAINS •KOOKMIN•
Fanfiction-La respuesta correcta es "Si, señor" Cadenas. Fustas. Placer. Desobediencia. Dominación. Tenían todo eso en común, aunque no lo supieran, aunque lo negarán. •Todos los créditos van para @LadyNecropolis, autora original de la novela •Si este tipo de...