Capitulo 5: Se asusta fácilmente

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No preguntés, solo gozalo

Steve se miró en el espejo, pasándose las manos por el pelo por millonésima vez en un intento de que cayera ligeramente diferente. Dejó escapar un suspiro de frustración, insatisfecho y decidiendo renunciar a su cabello, centró su atención en su atuendo. Se sentía demasiado… simple. Solo una camiseta blanca con rayas azules metida en unos vaqueros azul oscuro y unas deportivas blancas. También era una cálida noche de verano, por lo que no se necesitaría chaqueta.

Mientras sus ojos miraban alrededor de su habitación, se posaron en el chaleco en el que había encontrado consuelo la noche anterior. Sus cejas se levantaron en debate. Munson dijo que te veías sexy en el… con seguridad, si Eddie pudiera hacerle un cumplido, se veía lo suficientemente decente como para usarlo.

Se encogió de hombros en el chaleco de mezclilla, tomándose un momento para evaluarse en el espejo. Steve tuvo que admitir que le gustaba cómo se veían sus hombros. Dando un último tirón a la solapa, tomó su billetera y las llaves del auto y salió a recoger a los niños.

+++

Steve se detuvo en el estacionamiento de tierra del carnaval emergente, Dustin, Lucas y Max en su asiento trasero. Jonathan y Nancy traían a Will, Mike y Ce. Se bajó del auto, los niños lo imitaron, y vio que todos los demás ya habían llegado y los estaban esperando en el estacionamiento. Incluyendo a Eddie, Robin y Vickie.

-Te dije a las 7:30 en punto, Harrington- lo regañó Dustin, mirándolo de arriba a abajo. Sus cejas se fruncieron por un momento. -¿Ese es el chaleco de Eddie?-

-Sí, de nada por cierto- desvió Steve, dándole a Dustin un suave empujón hacia adelante cuando se encontraron con todos los demás. Había un chico que Steve no reconoció de pie junto a Jonathan, con el cabello casi más largo que había visto en su vida y un atuendo hecho de patrones llamativos combinados.

-Hace mucho tiempo que no nos vemos, Wheelers, Byers y…- Steve aterrizó sobre el tipo de cabello largo, señalando. -No, definitivamente no te conozco-.

-Oh, soy Argyle, hombre- sonrió el tipo, los párpados se veían tan pesados ​​que si se hubiera quedado lo suficientemente quieto, podría haber parecido dormido. Extendió su mano, que Steve tomó con una sonrisa.

-Oh, bueno, bienvenido a la ciudad de los monstruos- asintió Steve, Argyle se rió entre dientes con una sonrisa perezosa.

-Qué bueno verte, Steve- fue Nancy quien habló esta vez, dándole a Steve una pequeña sonrisa, que él le devolvió.

-Igualmente, Nance-

-Bueno, no es esto encantador- Dustin juntó las manos, como si no pudieran cumplir con un horario. -Ahora, ¿podemos entrar?- Todos comenzaron a dirigirse hacia la taquilla, los más mayores encabezando la parte de atrás.

-Bonito chaleco, Steve- comentó Robin de esa forma tan aguda que lo hacía. -Ahora, ¿dónde he visto eso antes?- Steve puso los ojos en blanco.

-Robin, Vickie- saludó Steve, sonriendo más genuinamente a Vickie, mientras le daba a Robin una mirada que decía que se callara. Una sonrisa de suficiencia permaneció en su rostro.

-Dios- dijo Eddie, acercándose sigilosamente al lado de Steve y pasando un brazo alrededor de su hombro. Un trino recorrió la columna vertebral de Steve. -Dale un chaleco al tipo y ni siquiera recibirás un saludo-. Eddie miró a Robin y Vickie con fingida incredulidad, señalando a Steve. -¿Puedes creerle?-

Steve puso los ojos en blanco, esperando que eso no mostrara cuánto lo estaba desconcertando su proximidad. -Hola, Munson-. Tampoco podía borrar la sonrisa que se crispaba en sus labios.

Not So Bad - SteddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora