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Caminaban por la vereda sin un rumbo fijo, un silencio cómodo envolviéndolos y sus manos rozándose inconscientemente con cada paso que daban, acción que provocaba una ligera corriente eléctrica en sus organismos.

Jisung miraba de reojo el perfecto perfil del más alto, éste se veía tan apacible y tranquilo, sólo mirando hacia el frente mientras los largos mechones oscuros caían por su frente.

Kim era guapo, el peliazul lo admitía, quizás el chico más guapo que había tenido la fortuna de observar.

Desde su porte despreocupado y a la vez elegante, su imponente altura, y su rostro tallado por los mismos ángeles; eran detalles que simplemente atraían a cualquiera que lo mirase.

Y tal vez podrían pensar que era uno de esos típicos chicos que se creían inalcanzables y eran todos unos arrogantes, pero con lo poco que había logrado compartir con el mayor pudo darse cuenta de que era un chico amable, gracioso, atento, animado, hasta podría decirse que muy adorable.

Para Han resultaba tan extraño estar en una situación así, caminando con un chico guapo que había ido a buscarlo sólo porque quería verlo; vamos, que la situación era demasiado surrealista a su parecer.

-¿¿Jisung?? ¿Estoy despeinado, o porque no dejas de verme? -mencionó con una sonrisa ladeada.

Escuchó, lo que provocó que saliera de sus pensamientos llenos de imaginaciones fantasiosas donde él y su hyung se hacían novios, luego vivían juntos y adoptaban tres perritos.

...¿Qué? No pueden culparlo por ilusionarse, era la primera vez que alguien demostraba interés en él, podría permitirse soñar aunque nunca llegase a pasar.

Un fuerte rubor abrazó sus mejillas al tiempo que llevaba su mirada hacia el suelo y jugaba con los deditos de sus manos que apenas sobresalían de las mangas del enorme hoodie gris.

- Eh... -intentó hablar para excusarse.

- Ihhh -el pelinegro interrumpió al menor, soltando un chillido a causa de la tierna imagen de éste avergonzado.

Era la imagen más adorable que había visto en su vida. ¿Acaso Han Jisung era real?

No pudo evitar la enorme sonrisa que adornó su rostro, causando que sus ojitos se volvieran dos bonitas medialunas.

- Eres lo más bonito de este mundo~ -mencionó alargando la última sílaba.

Tampoco pudo evitar llevar sus manos a las mejillitas rosadas del de ojitos grandes y las apretó levemente.

Jisung sólo temía sonrojarse más al punto de llegar a explotar, o que Seungmin escuchara el repiqueteo acelerado de su corazón.

- Yah, h-hyung-lo apartó un poco con sus manos. ¿A d-dónde vamos? -logro preguntar luego de que su ritmo cardíaco se hubiese calmado levemente.

- A donde quieras -respondió sin titubeos.

No podía dejar de mirar al peliazul, era impresionante lo mucho que su presencia lo llamaba. Sólo podía pensar en que si pudiese admirar esa imagen todos los días de su vida, lo haría sin pensarlo dos veces.

Nunca le había pasado algo igual, porque sí, le habían gustado personas antes, claro que alguien había llamado su atención rápidamente, pero jamás como esta vez.

Seungmin no creía para nada en el amor a primera vista, le parecía una completa estupidez, y no sabía si replantearse esa creencia en ese momento o pensar que el conocer a Han tenía un significado más grande.

La conexión que sentía con el chico o la inmensa necesidad de querer estar cerca de él no podía ser solamente un capricho, debía haber algo más.

Y estaba dispuesto a descubrir lo que era. Estaba dispuesto a caer por el hermoso chico peliazul que sólo sonreía en su dirección.

Estaba dispuesto a entregar su corazón si era ese pequeño mejillas de ardilla quien lo tendría.

                            give you a kiss

(\   /) ɢɪᴠᴇ ʏᴏᴜ ᴀ ᴋɪꜱꜱ ҂ ࣪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora